Hay esperanza y hay vida

Se vivió, se gozó y se sufrió (depende del lado que se estuviera) como se esperaba, porque la serie prometía emociones y lo que es mejor, promete más. La salida de Pelussi era la incógnita previa. La respuesta fue la siguiente.

Por escases de personal Libertad se vio obligado a recurrir a una defensa zonal 2-3 que se acomodaba detrás de cada conversión propia. Así alternaron permanentemente entre la defensa individual cuando erraban y la defensa zonal cuando convertían. Esto originó que Quilmes jugara un poco más de la mitad del partido contra una zona 2-3.

La premisa de Libertad fue defender a sus internos de que se carguen de faltas y de hecho Battle se lo vio poco activo a la hora de arriesgar las faltas y poner las manos. Pero en conjunto Libertad realizó una muy buena defensa ¿ Y le convirtieron 90 puntos?. Si, una situación no desacredita la otra. Quilmes se vio obligado a jugar muy perimetral, sin poder hacer uso frecuente de sus internos y resolvió el juego porque metió con el 50% en triples sobre una gran cantidad de lanzamientos (30).

Parece que la vida otorga ciertas revanchas, aunque tardías. Hace cuatro meses atrás (el 5 de diciembre) Quilmes ganaba ante Libertad en Once Unidos por 16 (53-37 al comienzo del tercer cuarto) y perdió el juego por 10 al tirar 4/22 en triples en el segundo tiempo. Ese Libertad jugó con los hoy ausentes Pelussi, Pittman, Ceruti y Müller. Quilmes abolló el aro y a otra cosa.

En cambio hoy encontró 8/15 en triples en el segundo tiempo, de la mano de un tremendo Carl Edwards que metió tres seguidos a la carrera cuando Libertad amenazaba con repetir la noche del pasado 5 de diciembre.

En líneas generales Quilmes corrigió las pérdidas de balones (9 en total) lo que negó el contraataque de Libertad, empató el duelo de rebotes (en 31) y tuvo 29 puntos de su juego interior aunque 9 de ellos sean por los triples de Arceneaux quien estaba desaparecido en la serie. Libertad se jugó a cerrarse sobre su trapecio, ofreció el tiro lejano pero careció de fuerza interior para atacar. Necesitó muchas veces que Battle suba al perímetro a hacer lo que hace Pelussi (cortinas y juego de pick and roll), como consecuencia esto le negó la chance de esperar de espaldas al canasto y lo hizo jugar de frente en 4 o 5 metros, aunque el mejor extranjero de la Liga produjo igual. Quilmes se sintió liberado de este modo, no cometió faltas y Libertad lanzó apenas 7 libres en todo el partido.

El juego empezó mejor para Quilmes que no aprende la lección del primer partido (cuando un juego esta para ganar hay que ganarlo). En este caso cuando un cuarto es claramente favorable hay que reflejar en el tanteador lo que pasa en el desarrollo. El equipo de Oscar Sánchez no logró sacar más de 7 puntos (23-16) al final de los primeros 10 cuando podría haberse llevado más de 10. Libertad en los siguientes parciales fue limando la diferencia hasta empatarlo.

La buena gestión defensiva de Libertad en el segundo cuarto logró que con el rebote tuviera un par de réplicas que encontraron a Profit muy solo en las esquinas (y a Quilmes dormido en el regreso). Dos bombazos de Profit y uno más de Benítez lo devolvieron al juego a Libertad. Lamas equilibró el desarrollo con el ingreso de Satorelli y Saglietti que le dieron a la zona un mejor frente de defensa: más piernas y brazos más largos. Y la visita le complicó la vida a un equipo que por tirar mucho más incómodo bajó sus porcentajes (4/11 en dobles y 3/8 en triples).

El tercer cuarto fue el más peleado del juego en el marco de un partido emocionante. Mientras Quilmes disfrutó de un Edwards pleno (15 puntos en el cuarto), Libertad lo tuvo a Profit (dos triples) Battle (6 pts) y el regreso de Sepo como estandartes.

Con un inmediato doble de Moldú el último cuarto comenzó igualado en 63. Desde allí todo fue muy equilibrado. El “Huevo” se vio nuevamente obligado a jugar con Maciel de ala pivote para presentar cuatro amenazas claras en el perímetro y abrir un poco la defensa rival. Al tiempo que Lamas lo ponía a Battle o Benítez de único pivote.

Las claves del final fueron el regreso de Hernando Salles al juego, que además de gol trajo una buena marca sobre Ginóbili y mucha inteligencia a la hora de repartir el balón. Luego el regreso de Arceneaux fue el factor clave de ataque (10 puntos con dos triples) y finalmente Ezequiel Dentis que lo contuvo a Battle en una lucha desigual y se anotó con un par de acciones positivas que fueron decisivas en el cotejo.

Libertad lógicamente flaqueó en los minutos finales, más cansado que su rival y mientras Quilmes cerró el partido con 5/7 en triples, el aurinegro lo hizo con 2/6. El juego fue equilibrado y estuvo para cualquiera de los dos, fue de Quilmes porque tuvo mejor final.

De todos modos quedarán los aspectos tácticos a corregir y la pregunta aún sin respuestas de ¿qué reserva anímica y de energías se guardó cada jugador para el partido 4 de la serie?. En 48 horas se viene otra batalla y será clave saber el cansancio (físico y mental) de la lucha de hoy.

Síntesis
Quilmes (90): Hernando Salles 11, Eduardo Villares 5, Carl Edwards 30, Harold Arceneaux 14, Ezequiel Dentis 9 (FI); Maximiliano Maciel 8, Nicolás Aguirre 7, Diego Romero 6. DT: Oscar Sánchez.

Libertad (83): Sebastián Ginóbili 14, Pablo Moldú 13, Laron Profit 24, Emilio Domínguez 2, Robert Battle 20 (FI); Juan Sartorelli 0, Jorge Benítez 6, Marcos Saglietti 4. DT: Julio Lamas

Parciales: 23-16, 42-38, 63-61
Árbitros: Daniel Rodrigo y Sergio Tarifeño
Estadio Once Unidos (2100 espectadores)
Serie: Libertad 2-1

Foto Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar