UNO POR UNO

Facundo Corvalan: El mejor jugador del albiceleste. Si bien tuvo altibajos en juego o apuros ofensivos, su personalidad, intensidad física y capacidad anotadora lo dejaron bien arriba. Mostró su caudal de pase, donde pudo mejorar en ese aspecto para darle elegancia y juego a Argentina. Se puso el equipo al hombro en diferentes lapsos del torneo. Encaró bien aro, y desgastó con su defensa. Gran tarea del juninense.

Santiago Vaulet: Importante por momentos, pero ciertamente atado en el torneo. Su vuelta fue la gran noticia. Tuvo un formidable juego ante Francia volviendo a ser ese jugador intenso y anotador. Abusó del pique y chocó demasiado ante las defensas rivales. Un todo terreno y con recursos de sobra. Se arremangó en defensa, reboteó bien y mejoró en defensa. Ofensivamente no tuvo un buen certamen, pero aportó en varias facetas.

Leonardo Lema: Uno de los emblemas del equipo. Un juego impresionante ante Corea (32 pts), y también mejorando en diferentes apartados. Porcentajes altos del tiro externo, y defensivamente brillando con gran timming para recuperar y rebotear. Defendió a los mejores del rival, encaró fuerte al aro y regaló volcadas todos los juegos. Intenso, claro y aportando en ambos costados. Ofensivamente fue otro estandarte del equipo, y generó problemas cada vez que encaró o quedó solo para lanzar.

Leandro Cerminato: De menor a mayor. Terminó cumpliendo en diferentes facetas. Aportó ofensivamente, encontró el aro a larga distancia y pudo imponerse en defensa. Hizo valer sus centímetros, fue fuerte al aro, y se bancó a jugadores con diferentes físicos atrás. Un jugador polifuncional, que con correr del torneo se acomodó y fue siendo un importante fusible para Argentina.

Francisco Caffaro: Sigue dando muestras de todo su potencial. Por momentos se enredó dentro de la defensa rival y prácticamente no recibió juego. Cuando recibió generalmente fue indetenible. Hizo valer sus 2m13, anotó con consistencia y mostró toda su personalidad para ir al aro y volcarla. Tuvo mucha presencia en ambos costados, y fue intimidante. Necesita ganar más la posición adelante y no perder la línea por momentos. Con solo 17 años se hizo sentir dando años de ventaja y muchos kilos. Ganó masa muscular y fuerza.

Lautaro Lopez: Gran torneo del chaqueño. No solo aportó su habitual cuota de gol y revolución en la cancha, sino también facetas diferentes. Momentos que solo ingresó para pasar, y lo hizo de gran forma. Con madurez para pasar la bola, encontrar a los tiradores y tener mayor paciencia para decidir. Fue artífice en varios juegos, con mucho gol cerca y lejos del aro. Cómodo en la doble base, y con mucha velocidad para desestabilizar la defensa rival.

Matías Solanas: El bombero del equipo. Un ingreso clave en cada uno de los paridos. Tirador de naturaleza a pie firme y con gran eficacia. Fue clave desde el primer juego, y sus compañeros lo empezaron a alimentar seguido. Muy rápido para salir del rulo y lanzar al aro. Cuenta con recursos para anotar, encarar el aro y hacerse su espacio en ofensiva. Físicamente dio ventajas, pero hizo muy bien el trabajo que le pidió el entrenador.

Luca Valussi: Rindió los minutos que estuvo en cancha. Trató de meterse de lleno rápido, aunque le costó por ciertos momentos. Tuvo cierta inseguridad en los pases o el juego. Así y todo, el entrenador confió en él para sumarlo como alero, que tenga presencia en el perímetro y aporte en defensa sumado a tomar lanzamientos externos. Un buen prospecto de talla y gol para seguir puliendo. Fue su primera experiencia tras su gran temporada en la LDD.

Lautaro Berra: Muy buena tarea del interno de Obras. Con sus 2m08 muestra recursos de ala-pivot y excelente visión de campo. Con mucha paciencia para recibir, ver su compañero mejor ubicado o encarar el aro. Se impuso en los tableros, mostró personalidad y tiro a corta distancia. Se desplazó bien por los costados y de frente al aro estuvo consistente con su tiro. Fue otro arma más para la ofensiva albiceleste. Jugó comó único interno o bien acompañado para dar juego.

Maximiiano Andreatta: El lungo de 2m09 fue alternativa para tratar de abrir las ofensivas. Tomó con confianza y buena mecánica el tiro externo. Debe seguir ganando masa muscular y kilos para colaborar en el poste y jugar tanto dentro como fuera de la llave. Fue un buen recurso, aunque le costó la defensa y la marca personal. Sin dudas que los próximos meses serán importantes para ver su evolución. Merece un rígido seguimiento por su talla y formato de juego.

Mateo Chiarini: El escolta de Atenas padeció por momentos el torneo. Se topó contra defensores de otra talla y velocidad, y el costó realizar su habitual juego. A pesar de ello, tuvo un buen arranque para tomar confianza y tener minutos a lo largo del torneo. Ante Corea rindió muy bien, y mostró ese tiro tan mejorado a larga distancia que tiene. Un jugador con potencia, bien físicamente, pero todavía con trabajar en varios apartados. Gran experiencia para él.

Santiago Bruera: De prácticamente no tener protagonismo a ser clave en el final. El interno de Instituto tuvo que aclimatarse al torneo, y recién en el cierre mostró su potencial. Al principio no pudo ganar y se vio lento, pero pudo entrar e ritmo y ganar en la pintura. Abrió las ofensivas, fue un fusible para que los perimetrales lo busquen y pueda anotar. Físicamente fuerte y con masa muscular para ganar y sacar faltas. Ante Lituania y Francia peleó de igual a igual en la pintura.