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06/09/2017 10:35 | Liga Argentina

Liga Argentina

Pagura: “No hay jerarquías para el respeto”

El entrenador de San Isidro se prepara para otro año en la Liga Argentina (ex TNA) y habló con Pick and Roll sobre la conformación de un grupo sólido, el proyecto de los Halcones Rojos y la forma en que se vive el básquet en San Francisco.
Autor:Fernando Brovelli (especial para www.pickandroll.com.ar)
Pagura: “No hay jerarquías para el respeto”

Cada temporada que pasa, San Isidro se vuelve un nombre con más peso en la segunda categoría nacional. El elenco cordobés cayó en semifinales de la Conferencia Norte, pero sus jugadores mostraron a lo largo de toda la temporada su jerarquía para la competencia. Para continuar por esta senda, la institución decidió renovar a casi todo su quinteto inicial: Martín Muller, Germán Sciutto, el foráneo Jonathan Durley y el último MVP del TNA Santiago González.

Además, completaron sus fichas mayores con la llegada de dos armadores que inyectarán calidad en el plantel de San Francisco. Por un lado, concretó el regreso de Felipe País, líder en robos en la categoría y séptimo máximo anotador. Después, se aseguró un segundo extranjero con la llegada de Eulis Báez, campeón de la última liga venezolana con Guaros de Lara y que mostró sus condiciones en el Súper 8 Solidario.

A su vez, se reforzó en la pintura con dos Sub 23: Tomás Rossi, proveniente de Villa Angela, y José Peralta, que regresa al club tras su paso por Sportivo Escobar en el Federal. Entre los juveniles que gozarán de minutos, se destacan los perimetrales Ignacio Pérez, Hans Feder Ponce y Agustín Pérez Tapia.

Julián Pagura arrancará su segunda temporada en Los Halcones Rojos, tras una década en Ciclista Juninense y un paso por Boca Juniors como asistente de Adrián Capelli. Oriundo de Venado Tuerto, analizó el campeonato que se viene con el club en donde el desarrollo de jóvenes está en el centro de la escena.

Pagura: “No hay jerarquías para el respeto”

¿Con qué institución te encontraste en San Isidro el año pasado? Estuviste varios años en distintos equipos de Liga Nacional y TNA.

Me encontré con una institución muy bien armada, con una estructura para trabajar. Como vos decías, es raro para uno que estuvo once años en un lugar (NdR: en Ciclista Juninense) salir y arrancar de nuevo. Tuve una etapa de adaptarme al medio y a la Zona también, porque quieras o no trabajar en la Conferencia Sur no es lo mismo que trabajar en la Conferencia Norte. Entonces creo que fueron tres o cuatro meses de adaptación, tanto de ellos conmigo como yo con ellos. La institución es una institución modelo: tiene todas las cosas bien armadas. Obviamente que hubo un montón de situaciones estructurales que fuimos mejorando, pero siempre es un poco más fácil con el aval económico y con la calidad de personas que están trabajando acá. Así que realmente me encontré con un buen club donde empezamos a idear, recién en el cuarto o quinto mes, la idea de este proyecto que tenemos a largo plazo, porque la primera etapa fue de conocimiento mutuo.

Sobre eso te quería preguntar. Firmaste un contrato largo, algo que no es usual en esta categoría ni en Argentina. ¿Esto va de la mano con tu interés de siempre proyectar a los juveniles de la institución?

La profesión nuestra es una profesión muy nómade, donde es muy difícil hacer compatible la parte familiar con la deportiva. Yo tengo una familia, con dos nenes chiquitos, así que el hecho de estar cuatro años en un lugar y tener la cabeza puesta en esto me hizo ver la posibilidad de que mi familia esté conmigo. Lo mismo me pasó en Junín. Uno va creciendo en esta profesión: yo tengo 37 años y la verdad que no tengo el ideal de llegar a otro tipo de equipo donde haya una situación de resultados inmediatos. Así que cuando San Isidro me contó sobre este proyecto de firmar cuatro años, proyectar jugadores e ir rearmando la cantera del club, la verdad que me gustó mucho. Eso hizo que también adopte esta posibilidad de firmar por cuatro años. Como no es usual, uno tampoco está acostumbrado a proyectar por tanto tiempo, sabiendo que en esto entran en juego también los resultados. Acá hay mucha coherencia y ellos saben que lo importante es ir paso a paso en el trayecto.

¿Por qué esta apuesta por la proyección de jugadores? Algo que tampoco es usual. ¿Tiene que ver con darle una identidad al equipo?

El club viene de varios años proyectando campeonatos, sin meterme en lo que uno hizo o dejo de hacer, porque no es mi función. Me parece que si alguien apunta muchos años a salir campeón y no lo consigue, se frustra porque a veces no se puede. Acá se apunta a armar las bases bien firmes, aunque después pueda salir bien o mal. A partir de ese pensamiento que ellos tuvieron y la experiencia previa, decidieron buscar un perfil de entrenador en donde yo encajaba. A mí también me gusta, porque aparte conozco muy bien la categoría y la parte de formativas. No te voy a mentir: me gusta mucho formar jugadores, pero también entrenar equipos competitivos. Entonces esto es una mezcla, ya que hoy tenemos un equipo con muy buenas fichas iniciales, llenas de trayectoria y experiencia, y a la vez tenemos unos relevos con un promedio de 22 años. Eso a mí como entrenador me genera mucha adrenalina, muchas ganas de seguir proyectando a los jóvenes y seguir mejorando a los más grandes.

Siempre hacés hincapié en el trabajo que hay que hacer para mantener un buen clima en el grupo. ¿Cómo pudiste trabarlo en este equipo donde hay una gran brecha generacional?

Yo tengo claro lo que quiero, después la pelota puede entrar o salir y el trabajo puede ser bueno o puede ser malo, pero creo que la parte más importante se ve en el día a día y en el compromiso que hay que tener para respetar al otro. Hago hincapié en eso y las reglas son muy claras en el equipo en cuanto a la convivencia. Si bien a priori hay algunos que son más importantes en determinadas situaciones de juego o en cuanto a jerarquía en el equipo, yo hago hincapié en que todos somos iguales y el respeto es la base de todo. A partir del tratamiento de eso, tenés que trabajar todos los días en lo que querés para tu equipo. Pero primero tener en claro que no hay jerarquías para el respeto… así se empieza a trabajar distinto. Yo lo trabajo mucho porque tenemos carpeta de convivencia, saben lo que pueden o no hacer. Cada entrenador tiene su idea y no puede haber diez puntos de vista distintos, sino que se tienen que acostumbrar al punto de vista del entrenador.

Lo que trato de hacer es generar comodidad en el grupo y lo logré acá y en Ciclista. Estas son cosas en las que hay que trabajar para sentirse cómodo, sino se vuelve todo muy forzado. Para mí hay que plantear las cosas antes de empezar. Este año llegaron tres jugadores y todos recibieron la carpeta de equipo; en el primer entrenamiento se habló del tema del comportamiento. No es solamente la gente que trabaja en el equipo sino alrededor, como los trabajadores de limpieza. Te doy un ejemplo: muchas veces uno no le da importancia a los chicos que están entrenando en las inferiores y viene el jugador profesional y se mete mientras están entrenando. Todos esos detalles los tenemos en cuenta, ya que nunca vamos a sacar un entrenamiento de formativas por uno nuestro. Hay un montón de cosas que se plantean, que algunos pueden pensar que están mal, pero para mí son importantes porque me parece que somos la imagen de la vida social del club, así como el espejo más grande que tienen. Tenemos que trabajar sobre eso.

Mantuvieron a los jugadores más importantes del equipo y tuvieron buenas incorporaciones. Después de ver lo que puede dar el equipo en el Torneo Solidario que hubo, ¿para qué pensás que está San Isidro? ¿Ya se piensa en competir en lo más alto o van paso a paso?

Nosotros vamos a tratar de competir lo más arriba que podamos, esa es la realidad. Sin poner rótulo, vamos a tratar de ser el mejor equipo que podamos. Después, obviamente que la competencia te pone en el lugar que te merecés. Creo que tanto en el quinteto inicial como en el primer recambio hay jugadores que nos van a dar mucho, mientras que la sorpresa tienen que ser los juveniles desde el banco, que en una liga como esta nos tienen que dar muchos minutos de calidad para dar descanso a los mayores. Como equipo aspiramos a estar lo más arriba posible y salir siempre a ganar, sin descuidar que tenemos objetivos claros y visibles con jugadores juveniles que tienen que cumplir una cantidad de minutos a lo largo de la temporada. Eso también lo tengo en cuenta cuando planteo objetivos con los dirigentes. Ojalá podamos estar lo más arriba posible y pelear lo más que podamos, sin crear ninguna expectativa falsa porque la realidad es que después la competencia te va poniendo en el lugar que te mereces.

Esta semana estuvo un poco en el centro de la escena el básquet cordobés y la forma en que se vive ahí el deporte. De San Francisco por ahí no se tienen tantas noticias porque es una ciudad más bien chica. ¿Cómo notaste que se vive el básquet allí y qué relevancia tiene el club en cuanto a la identificación con la ciudad?

Creo que hay muy buena recepción del equipo. Es el equipo profesional de la ciudad, la gente lo ve y lo sigue de esa manera. A nivel de ciudad, el básquet se siente muchísimo. Hay un partido casi todos los días en lo que es formativas, con equipos muy competitivos jugando Provincial. Se organizan muchos torneos y hay mucha comunicación entre los equipos de la ciudad, ya que todos organizan competencias en distintas categorías y se dan una mano con las canchas o los albergues. Eso hace que, además del torneo local que tienen, se juegue mucho con otros equipos de la provincia o del país, que vienen a San Francisco únicamente a disputar estas competencias. La verdad que me llamó mucho la atención eso, no porque no exista en otro lugar ya que en Junín también lo viví, sino porque juegan mucho, incluso los más chiquitos. Ahora los premini y mini del club se van a ir a Paraná. Entrenan mucho también, lo que es muy bueno. Veo que la ciudad está muy identificada con el básquet.

Nota:

Fernando Brovelli (@ferbrovelli)