Con esfuerzo llegó a la punta

Como no hay dos partidos iguales es que Peñarol pasa de ser una aplanadora a generar irregularidades defensivas y sufrir, ya le pasó con Ciclista Olímpico en La Banda ¿el grado de concentración será el mismo?.

Sucede que Obras es un equipo poderoso que por mal que ande tiene un vuelo de jerarquía, a veces de manifiesto, y otras no. Con la llegada de Bortz se puso bien en la pintura pero anoche no jugó Pepe Sánchez (precaución por la contractura en el aductor) ni Bruno Lábaque, y con dos bases juveniles le complicó 100% el partido a Peñarol.

Una idea fácil de adivinar sería la defensa asfixiante que el local ejercería sobre el traslado rival a sabiendas que con Cortes como máximo exponente (es juvenil con experiencia) y el pibe Franco Rivero como relevo, la media cancha de los capitalinos tenía una inferioridad teórica. Algo que nunca se puso de manifiesto.

Peñarol arrancó a toda furia con dos triples seguidos de Leo Gutiérrez y otro más de Tato Rodríguez para tomar una distancia inicial de 9-2. Pero la alegría duraría poco. Obras también encontró recursos perimetrales (Espil, Spillers y Fernández) mientras los rompimientos con descargaban encontraban a Bortz (4) que mostraba la contundencia de sus largos brazos.

El partido se emparejó en todo sentido (22-21 a falta de un minuto) pero Peñarol con un doble de Rodríguez y otro de Lamonte sacó 5 de diferencia para cerrar los primeros diez minutos (26-21).

La rotación desde el banco le vino mejor a Obras que encontró en Bortz una nueva usina de gol y en el pibe Rivero un buen relevo de Cortes, sin perder la línea y aprovechando lo que daba la defensa de Peñarol. El partido se convirtió en un duelo entre Bortz y Leiva. El pivote de Peñarol atraviesa un momento fantástico en la temporada y en el equipo. Le dan la bola, genera juego, hace puntos y defiende como siempre.

El problema del local fue que Leo Gutiérrez estuvo apagado con el goleo. Después de los primeros dos triples erró los siguientes siete. También “Tato” y Campazzo. Por eso Obras pasó de perder 26-21 a dominar el tanteador 32-38 con un parcial 6-17 en seis minutos. Mientras el local sumaba en cuenta gotas, forzando todo, Obras estaba mucho más dinámico en ofensiva.

Por suerte para el milrayitas con un triple de Vega y algo de Lamonte y Leiva metió un parcial de 11-0 (43-38) y recuperó el liderazgo. El parcial favorable al equipo de Hernández fue coincidente con el descanso de Espil. El bahiense era muy importante para su equipo no solo en el goleo, sino que le daba juego a su equipo y acaso era el único que los árbitros respetaban. Lo de Bautista y Britez anoche fue muy perjudicial para el espectáculo. Hay diez acciones como mínimo por bando para contar, y los jugadores fueron cayendo en la trampa de las discusiones y las compensaciones.

Con poca ventaja en la mano (45-40) Peñarol encaró el tercer cuarto con sus titulares para tratar de abrir una brecha de puntos que le permita dominar el juego pero nunca manejó más que siete puntos, y Obras siempre tuvo recursos para mantenerse al acecho. Lamonte con sus libres y Leiva dominante en el poste alentaban a Peñarol que seguía extrañando a Leo Gutiérrez por su sequía ofensiva. Mientras el técnico Marcelo Travnik probó con Fernández y Alloati como dupla de internos (le dio descanso a Bortz casi todo el cuarto) y lo mejor de su equipo venía por el goleo de sus perimetrales.

En el segmento final el local tomó una distancia de 11 puntos (71-60) y parecía que definitivamente el partido se quebraba a favor de Peñarol. Pero 10 puntos seguidos de Espil con dos triples y dos dobles, uno más lindo que el otro, levantaron a Obras que empató el partido en 72. Travnik no se decidía que hacer con sus internos. Jugó con Glimberg y Bortz en el inicio del parcial, probó luego con Alloati y Fernández pero no encontró nada que injerencia ofensiva en el poste bajo, aunque si tuvo solidez en su propio trapecio.

De todos modos fue dicho que Leiva fue el jugador más dominante (y mas regular) de la cancha. Brindó tres rebotes ofensivos en el cuarto final que devolvieron una y otra vez el alma al cuerpo a su equipo. Leo Gutiérrez se dedicó a defender y pasarla a sabiendas que su noche con el aro no era buena y no tomó lanzamientos en final mientras que Lamonte estaba muy marcado por Oroná y tampoco influyó en el juego.

El partido era una guerra de nervios y lucha. Se pegó mucho, se jugó muy fuerte y en la jugada del final con 10 segundos, Peñarol se perdió en defensa y permitió que Espil tomara una bandeja en el corazón de la defensa como si entrara caminando por la peatonal en el verano.

Empatados en 76 fueron al suplementario donde sacó ventajas Peñarol, donde definitivamente pasó al “modo a prueba de fallos”, jugando con cuatro abiertos y Lamonte por el eje para que solucione todo. Y lo hizo. Una vez más.

Después de empatar en 81 a falta de 1:10 y gracias a Espil, el extranjero milrayita destrabó la paridad para que Peñarol se suba a la punta del torneo. Sufriendo, no jugando como lo venía haciendo, sin sacar ventajas de las debilidades del rival, pero obteniendo lo que fue a buscar: ahora el número uno depende de si mismo.

Síntesis
Peñarol (76) (86): S.Rodríguez 9, K.Lamonte 23, M.Mata 9, L.Gutiérrez 8 y M.Leiva 19 (FI); F.Campazzo 4, S.Vega 12, A.Diez 3 y A.Reinick 1. DT: Sergio Hernández.

Obras (76) (81): C.Cortés 2, J.Espil 34, M.Spillers 10, G.Fernández 11 (x) y A.Alloati 8 (FI); M.Bortz 10, G.Oroná 6, F.Rivero 0 y F.Glinberg 0. DT: Marcel Travnik.

Parciales: 26-21, 45-40, 63-57 y 76-76.
Arbitros: Osvaldo Bautista-Oscar Britez.
Estadio Polideportivo Islas Malvinas.

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.net)
Crónica: Pablo Tosal (ptosa@pickandroll.net)