Una sonrisa de oreja a oreja

Después de este partido la vida de cada uno seguirá por su sendero. Obras Sanitarias va en busca del título y Quilmes seguirá peleando por no descender. En el fondo nada cambia pero lo esencial es invisible a la tabla: Quilmes logró el triunfo más resonante de la fecha en la semana que más lo necesitaba.

Si se vuelve el pensamiento una semana atrás recordaremos el lunes pasado cuando los dirigentes atajaban la salida de Hopson y su problema con el entrenador Beto Martínez. La crisis que lo hundía todo, finalmente se zanjeó con diplomacia. Luego el equipo tuvo una respuesta inesperada: doble victoria contra 9 de Julio y Obras. Por primera vez en el torneo Quilmes termina un mismo fin de semana sin perder.

¿Y cómo hizo Quilmes para ganarle a Obras? Es la pregunta lógica de la situación. Bueno, como podamos lo explicaremos.

Es natural que cuando chocan dos extremos tan evidentes de realidades también dentro del juego deberían verse las diferencias. Por eso mismo ya adivinaran uds la primera sentencia: Quilmes jugó bien y Obras jugó mal.

Lo segundo fue: los dos tuvieron actitud de lucha y concentración pero Quilmes tuvo una rosca táctica (el cajón y uno sobre Mázzaro) que Obras no supo resolver y en momentos claves falló tiros inesperados. Quilmes salvo los libres (12/21) tuvo gol siempre en situaciones justas.

Tercero: con todos los extranjeros concentrados y enfocados en jugar para el equipo Quilmes había mostrado (ante Lanús, Estudiantes y Peñarol) que no es el equipo 16 de la Liga. Ahora que los tiene a todos sanos y en disposición este triunfo lo ayuda como un aliciente para poner su cabeza en positivo.

Cuarto: Obras no sobró el partido, pero fue evidente que su defensa no fue la misma, dejó huecos que Quilmes supo aprovechar, y sobre todo perdió el orden ofensivo. Le corrieron el contraataque y falló algunos tiros cómodos.

La cronología:

Quilmes salió de movida con un cajón y uno sobre Mázzaro. La idea táctica de Beto Martínez era impedir que el tirador rival fabricara los espacios con su tiro para que luego lo disfruten Juan Gutiérrez, Fells y Washam. Eseverri fue implacabe y borró a Mázzaro, pero la defensa zonal hizo agua por los 4 costados. Y Fells tomó 4 rebotes ofensivos en 3 minutos, los cortes al canasto producían grietas muy grandes en la defensa y Obras se divertía en ataque (12-17).

Si no sacó más ventajas el Tachero fue porque como habitualmente no ocurre Quilmes tuvo tres triples (dos de Ferreyra y uno de Weigand) para sostenerlo en el goleo. Pero Lamas apostó a una ofensiva menos dependiente del rebote ofensivo y sacó a Mázzaro que estaba muy custodiado por la marca. Rápidamente Quilmes volvió al individual y solucionó todos sus problemas de rebote y rompimientos.

Después de un primer cuarto de estudio (20-21) el técnico de la visita apostó como hace generalmente a sus relevos y fueron Konsztadt, Elsener, Espinoza y Field a la cancha junto a Mázzaro. Otra vez Quilmes se puso en la defensa zonal combinada y esta vez salió bien, porque ese quinteto visitante no supo resolver la encrucijada. Al tiempo que en Quilmes crecía la figura de Hopson quien jugaba y hacía jugar, probablemente en su mejor partido del año. Llegó Truscott del banco de suplente y le dio una mano gigante (10 pts) y Quilmes se fue 15 arriba (46-31).

Lamas ya había apurado el regreso de Juan Gutiérrez y Washam y recién sobre el final nuevamente con el quinteto titular en cancha cerró mejor el primer tiempo (achicó con un parcial favorable 0-5 en 45 segundos) para irse al vestuario abajo por diez: 46-36

Obras salió dispuesto a darlo vuelta en la segunda mitad pero Quilmes acaso ya sabía que estaba a 20 minutos de la hazaña y se dispuso a aguantar. Y justamente eso fue el tercer cuarto: una carrera de resistencia para el local. Ferreyra se desgastaba atrás y adelante contra el intenso movimiento de Lamas en la rotación del base.

Obras no encontró con Osimani ni con Ale Konsztadt la solución a la zona cajón. La misma que había sido un flan en el primer cuarto ahora era todo un problema para el puntero. Una gran muestra que toda propuesta táctica siempre depende de la ejecución.

Quilmes tuvo gol en 6 jugadores diferentes mientras que Obras se sostuvo principalmente con Washam (8) y Gutiérrez (7). Aparecieron los tiros largos de Smith y Hopson para abrir la defensa “Tachera” y Quilmes perdió el cuarto 18-22 pero seguía arriba en el tanteador 64-58 para ingresar al último cuarto.

Ya en el cuarto segmento, “Beto” Martínez siguió confiando en la propuesta de la defensa zonal para controlar su tablero (solo tres rebotes ofensivos de Obras desde el 2do cuarto hasta el final) y rebote en mano, Quilmes agregó un par de perlas para quedarse con la victoria. La marca de Truscott anticipando el pase al juego interior (robó dos balones seguidos), las dos tapas gigantes de Weigand sobre Juan Gutiérrez, tres contraataque terminados en gol y el goleo de Weigand (6) y Hopson (7).

Obras salió a mostrar los dientes con Osimani y Mázzaro bombardeando con tres triples la defensa local y logró reducir la distancia de 66-58 a solo 77-74 (a falta de 1:30). Pero hasta allí llegó la reacción. Washam erró un triple y llegaron las comentadas tapas sobre Juan Gutiérrez. Y aunque hubo tiempo para el suspenso por una pérdida de Matthews, Osimani devolvió favores y pasó la última a la platea. El resultado fue decorado desde la línea de libres, pero la tarea estaba cumplida. Y aunque Ud. no lo crea, un día el último le ganó al primero.

Síntesis
Quilmes (80): Nicolás Ferreyra 14, Phillip McHopson 19, Gregorio Eseverri 3, Axel Weigand 19 y Clarence Matthews 9 (FI) Germán Sciutto 0, Louis Truscott 10 y Michael Smith 6. DT: Beto Martínez.

Obras Sanitarias (74): Martín Osimani 9, Julio Mazzaro 13, Dartona Washam 17, Juan Gutiérrez 18 y Darrin Fells 8 (FI) Alejandro Konsztadt 3, Alexis Elsener 5, Pablo Espinoza 1 y Tyler Field 0. DT: Julio Lamas

Parciales: 20-21, 46-36, 64-58
Árbitros: Chitti y Alaniz
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.net)

Pablo Tosal
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