Quilmes suma triunfos y actuaciones convincentes. Se mostró muy superior a Obras hasta desdibujarlo por completo. El tachero reaccionó en el final pero se despertó tarde. Fue 78-68 en la tercera victoria de local.
Se podría decir que casi todos los equipos están en el mismo lugar: el inicio de un largo camino. Para Quilmes que ganó, para Obras que perdió, para los imprevistos y las reacciones, para los altos y los bajos de cada equipo. Lo cierto es que Quilmes ha sumado su tercera victoria en fila, todas de local, mostrando claramente la fisonomía del equipo que será. Obras también.
El cervecero tuvo un primer cuarto muy superior al rival. Digo bien: muy superior. A veces sucede que en el básquet el desarrollo y el tablero no se dan la mano. Quilmes debería haber ganado el primer cuarto por una diferencia holgada en vez del magro 11-10.
Reconstruyamos el segmento: Obras tuvo 7 pérdidas y tres tiros en el filo de los 24 segundos que ni tocaron el aro: 10 posesiones de balón más para Quilmes. El cervecero corrió las primeras cuatro pelotas del partido y dejó todas las bandejas o cortas o largas. Aunque cueste creerlo Quilmes jugó su primer set play de cinco contra cinco a los 4 minutos de juego. Es decir, se pasó cuatro minutos yendo y viniendo sin poder sacarle provecho al contraataque.
Silvio Santander frenó el juego con un tiempo muerto cuando apenas iba 4-0 en 3 minutos porque se la veía venir. El "Tachero" no tenía tiro claro y erraba todo lo que pasaba por sus manos. Pero Quilmes también, aunque con lanzamientos más naturales, menos forzados.
En la recta final del primer cuarto Quilmes ganaba 10-9 y Obras se plantó en zona, para tratar de recuperar y correr. Sabiendo que el cervecero no tiene gran efectividad desde el perímetro apostó a armar el bloque y dar un paso atrás, alejado del tiro.
En el segundo cuarto el partido se abrió como la lógica del desarrollo invitaba a pensar. Santander propuso una dinámica de cambios desde el banco de suplentes infernal, probando todas las combinaciones para encontrar algún resultado. Pero nada le salía. En él equipo de Ramella ingresó Tayavek Galizzi y cumplió otra estupenda tarea en defensa y en ataque, al igual que Lucas Ortíz. Con Piñero de ala pivote Quilmes tuvo sus mejores minutos y metió un parcial de 13-0 (24-11) para abrir el juego.
El segmento se cerró con ventaja de 13 para Quilmes (33-20) con Obras padeciendo 12 pérdidas en el primer tiempo, un bajísimo 4/15 en dobles y 2/9 en triples y chocando en ofensiva, más que jugando. Otra vez la defensa de Quilmes tomó riesgos cambiando en el perímetro los altos con los bajos pero haciendo bien las rotaciones. El local hacía delirar a su gente con defensa y un juego mucho más fluido que dominaba por completo a su rival.
En el tercer cuarto Quilmes recitó un monólogo en la cancha. Obras no estuvo. Fabián Sahdi manejó los ritmos, Baxter el gol, Maciel el contraataque y Ghersetti fue muy duro en los dos tableros. Quilmes tenía todo, defensa y gol. Por el contrario lo que Obras hizo en 30 minutos fue lo peor de un equipo de Santander en mucho tiempo. Aunque estaba engripado y con fiebre (por eso fue preservado) tuvo que entrar Dominique Keller, el pivote extranjero, a buscar soluciones. Nada cambió, desdibujado llegó a perder por 24 (54-30) cuando estaba por cerrar el tercer cuarto. No había respuestas individuales ni colectivas. En defensa individual o en zona, Obras veía como Quilmes sacaba ventajas cada vez más grande.
A esta altura de la crónica se debería preguntar ¿qué cambió para que el partido se ponga parejo?
En principio una situación táctica. Santander apostó por la doble base con Ale Konsztadt y Pepo Barral más Washam (después Zanzottera), Jasen y Basualdo para presionar todo el campo y correr lo máximo posible. Quilmes sospechó que el partido había terminado y hasta fue displicentes en algunas jugadas. Perdió balones en la salida o en el set ofensivo. Erró tiros sin carga del rebote ofensivo y Obras por primera vez en la noche la metió de lejos y de manera consistente.
Por eso la distancia que era de 20 al inicio del último cuarto (54-34) se achicó drásticamente a 10 (59-39) promediando el cuarto. La hazaña ya no era una utopía y Obras tomó valor, aprovechando el envión que traía.
Ramella no perdió la calma. Solo reingresó Marín por Piñero para salir contra la presión y dejó a Baxley de escolta para marcar y anotar sin darle importancia a la doble base del rival (podría haber igualado con Ortíz-Sahdi como hizo contra Lanús). El cervecero perdió 8 pelotas en el último cuarto, erró 4 tiros libres seguidos, dos triples y el partido se le dio vuelta.
Washam, Jasen, Basualdo, Barral, Konsztadt, todo Obras empezó a meterla con el viejo juego de cortar y pasar. Sin grandes movimiento tácticos, sino cambiando un poco el humor de su propio juego.
La visita achicó hasta los 4 puntos (72-68 a falta de 1:16) y la incertidumbre del resultado era un realidad. Pero llegó un corte de Baxley por el eje de cancha ante una buena defensa de la línea de pases de Quilmes y en la contra Piñero metió el doble tranquilizador de rebote ofensivo. En la siguiente acción Obras tuvo tres triples (dos rebotes ofensivos) y todos afuera. Partido juzgado.
En los últimos 10 minutos Obras metió la misma cantidad de puntos que en los primeros tres cuartos: 34. Así como fue culpa de Quilmes por la excelente defensa de equipo, lo mismo pasó en el último. El local bajó la persiana antes. También es justo decir que Obras nunca dejó de luchar. Marcó presión todo el campo casi todo el segundo tiempo y con mucha energía todo el último cuarto. No tuvo muchas ideas en ataque y fue preso de sus errores pero no rendirse es un mérito muy grande para un partido de estas características. En tanto Quilmes sabe que algo bueno se está construyendo a base de sacrificio y victorias, que es la mejor manera de creer.
Síntesis Quilmes (78): Fabian Sahdi 11, Walter Baxley 16, Federico Marin 13, Maximiliano Maciel 9 y Mario Ghersetti 11 (FI), Lucas Ortiz 7, Facundo Piñero 4 y Tayavek Gallizzi 7. DT: Leandro Ramella
Obras Sanitarias (68): Maximiliano Stanic 5, Federico Van Lacke 0, Juan Ignacio Jasen 13, Dartona Washam 14 y Tyler Field 2 (FI), Tomas Zanzottera 6, Iván Basualdo 14, Pedro Barral 7, Cristian Scaramuzzino 0, Alejandro Konstadt 5 y Dominique Keller 2. DT: Silvio Santander
Parciales: 11-10, 33-20, 54-34 y 78-68. Árbitros: Fabricio Vito y Rodrigo Castillo Estadio: "Once Unidos" - Mar del Plata
Foto: Majo Gil (@MajoPick / mjgil@pickandroll.net) Crónica: Pablo Tosal (@pablotosal)
»Acer24/10/2013 16:43
¿Qué pasa con el editor de los videos? ¿Qué criterios toma para hacer su trabajo? Me gustaría saber, porque parece que hubiese ganado Obras, lo mismo pasó en otra oportunidad. Mañana al Once Unidos a alentar al cervecero, seguro que los dos equipos van a dar un gran espectáculo. Vamos Quilmes carajo!