Cuando debe resolver los partidos cerrados, Quilmes frota la lámpara y sale el genio para ayudarlos a ganar. Walter Baxley fue factor decisivo para que el cervecero supere a Obras 89-84 y siga prendido en la punta.
Autor:Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.net)
Fue un juego muy estratégico, de cambios permanentes en las formaciones y en los dibujos tácticos, no obstante el partido tuvo los condicionantes propios de dos equipos que luchan contra sus propias limitaciones. Por eso en largas partes del partido terminaron resolviendo como podían y no como querían.
Al comienzo Quilmes aprovechó su buen juego de pases para destrabar la zona que propuso Obras. El “rockero” se plantó en una 2-3 para invitar a Quilmes al desafío del tiro perimetral, un verdadero karma para el cervecero.
Controlando su rebote y con un Tyler Field inspirado (2/2 en dobles 1/1 en triples y 2/2 en libres) Obras sacó 6 de diferencia (11-17) pero el local, que la pasaba mal, encontró en la temprana rotación de Ramella las respuestas que buscaba. Aparecieron Galizzi, Maciel y Piñero y volviendo rápidamente a meterse en partido. Quilmes cerró el primer cuarto con un parcial 11-0 también con Luca Vildoza certero.
En el inicio del segundo cuarto Obras mantuvo la zona pero un triple de Vildoza y dos seguidos de Maxi Maciel llevaron el partido a su máxima brecha hasta allí (31-21). En apenas 1 minuto y medio Quilmes ya había destrabado la defensa rival, por eso Santander pidió minuto y cambio el sistema, llevando a su equipo a una defensa individual con presión de dos por uno al hombre con balón en mitad de cancha.
El cambio le salió bien porque Luca Vildoza cayó en la trampa, perdió dos balones seguidos, Marín otro más y el local se desdibujó permitiendo la reacción de Obras: 34-33. El ingreso de Lucas Ortíz a la base le dio un poco de tranquilidad pero el equipo se había quedado con el freno de mano puesto.
Obras con Pepo Barral, Juan Ignacio Jasen (jugando de 4) y Tomás Zanottera encontró mucha dinámica defensiva para dar vuelta del desarrollo del partido. El tanteador aún le pertenecía a Quilmes. Y podríamos asegurar que el responsable era Walter Baxley, que en el medio de la oscuridad ofensiva resolvió por su enorme talento individual lo que Quilmes no podía como equipo.
Obras cerró el primer tiempo otra vez en zona y Quilmes reaccionó bien. Con inteligencia para quedarse con el primer tiempo por 45-40
En el inicio del tercer cuarto cuando restaban 7:20 y Quilmes ganaba 51-45, en el marco de un partido que ya estaba muy friccionado y muy hablado por los protagonistas, Marín salió enganchado con McGowan en una cortina pero el brazo izquierdo del extranjero se trabó entre la cortina y la marca y sufrió una luxación teniendo que dejar el campo de juego.
Santander primero decidió el relevo natural del alero por el alero: Es decir entró Juani Jasen. Pero Quilmes fue una tromba ante la zona y con Ghersetti más activo en ataque en tándem con Romero se hizo gigante: le sacó 14 y se puso 63-49 arriba. La defensa de Quilmes lo tenía controlado a Obras en el 5 contra 5 y el equipo de Capital no producía ningún cambio de ritmo.
Por eso Santander volvió a repetir los 3 perimetrales bajos con Fernández, Barral y Zanzottera y Jasen de 4. Además salió a buscar el partido con una presión 3/4 de campo para que Quilmes no tenga una llegada limpia al ataque. La receta le salió bien y con dos triples de Zanzottera, otro de Fernández y acciones de Jasen y Barral Obras se vino sobre el cierre del cuarto hasta ponerse a 6 (64-58) con parcial 1-11. El tercer cuarto cerró 67-61 a favor del cervecero y todo abierto.
En el último cuarto Obras siguió apostando por una defensa individual y la presión extendida. Apareció Juani Jasen en ataque para sostener al equipo y encontró algo de gol alternativo en Tyler Field y Theron Smith.
Con Quilmes muy cortado en el juego (71-65) volvió Luca Vildoza pero la tendencia en el local de la dependencia de Baxley para anotar ya era muy notoria. El extranjero le ganó a todos sus marcadores y sobre el final nada menos que a un especialista como Juan Manuel Fernández.
Con 3:00 para que cierre el juego Obras estaba definitivamente en partido (78-76) volviendo a achicar una distancia que había sido de nueve puntos (merced a un técnico sobre Jasen). Quilmes había manejado desde el primer cuarto siempre una distancia de 6 a 14 puntos, pero ahora Obras lucía mucho más entero con su trabajo defensivo.
Quilmes no dejó de luchar con Marín dando una mano en la base, la inteligencia táctica de Maciel y el ingreso final de Piñero para jugar de 4 con Ghersetti de pivote (salió dolorido Romero).
Allí Quilmes no se equivocó, le puso la pelota en las manos a Baxley para que Walter haga lo que mejor sabe: ser un asesino de redes. En penetración, en tiros de tres puntos o freno y tiro de 2 en 5 metros. Volvió loco a sus defensas y metió 13 puntos en el tramo final.
De todos modos el final fue de película, el tablero decía 85-84 cuando restaban 36 segundos y quedaban teóricas dos posesiones. Baxley erró su lanzamiento largo y Piñero entre tres jugadores de Obras tomó el rebote más importante de la noche. La bajó y entre una nube de manos pudo asistir a Baxley que en penetración se disponía a tirar la bandeja cuando recibió el corte feroz de media defensa visitante. El árbitro entendió que no hubo ningún tipo de ir al balón y lo sancionó como antideportiva. Es decir le daba dos tiros y reposición a Quilmes.
Baxley como siempre fue infalible en la línea de libres y metió los dos (87-84). En la reposición cortaron con falta a Piñero que también desde la línea de libres facturó con dos simples (89-84) y cerró el juego.
En el final hubo un largo reproche del entrenador de Obras Basket, Silvio Santander, para con los árbitros gesticulando que el juego había sido un robo. Los fue a buscar a la mitad de la cancha y totalmente enojado se tocó el bolsillo mientras decía “Acá hoy hubo robo, tres técnicos y un hombro”. Por suerte la gente local se recibió hace rato de público adulto, no reaccionó y todo fue en paz.
Lo cierto fue que Baxley fue el héroe, una vez más, que Quilmes entiende los momentos en que debe encender al genio y cuando ocultar la lámpara y jugar en equipo. Por eso el equipo de Ramella comparte la 4ta colocación y pelea arriba. Y Obras no logra ser un equipo regular. Tiene ratos brillantes en ambos lados de la cancha pero en definitiva no logra cerrar todo lo que construye.
Síntesis Quilmes (89): Luca Vildoza 13, Walter Baxley 32, Federico Marín 13, Mario Ghersetti 7 y Diego Romero 8 (FI) Tayavek Galizzi 3, Maximiliano Maciel 6, Facundo Piñero 7 y Lucas Ortíz 0. DT Leandro Ramella
Obras (84): Juan Manuel Fernández 11, Alejandro Konsztadt 6, Cedric McGowan 6, Theron Smith 5 y Tyler Field 14 (FI) Juan Ignacio Jasen 20, Ivan Basualdo 3, Pedro Barral 9 y Tomás Zanzottera 10. DT Silvio Santander
Parciales: 22-17, 45-40, 67-61 Árbitros: Tarifeño y Britez Estadio: Once Unidos – Mar del Plata
con todo respeto... están fumados ustedes cuando hacen las notas? que Quilmes sabe cerrar partidos? es verdad que ganó muchos partidos por poca diferencia, pero ¿y los que le dieron vuelta increiblemente? en fin, bien por el tricolor que se mantiene en playoffs (presiento que se van a enfrentar con uno de zona norte) chau