Tyler Field cumplió una temporada más vistiendo la camiseta de Obras. En esta Liga Nacional alcanzó nada menos que 500 partidos jugando en la competencia y pasó a ocupar un lugar grande en la historia del básquetbol nacional. Luego de la derrota ante Gimnasia Indalo, el interno habló del partido, hizo un breve análisis del camino que debió transitar el plantel y dejó abierta la puerta para continuar jugando en el equipo.
-Dejaron todo y le pusieron una gran actitud al partido, pero los argumentos no fueron suficientes para quedarse con la serie. ¿Cómo lo viste vos?
-Creo que el equipo se tiene que ir con la cabeza bien alta porque dejó todo. Lo vi muy comprometido. Gimnasia metió un par de bombas que fueron golpes fuertes para nosotros y no pudimos recuperarnos. Ellos juegan bien, saben lo que quieren y son disciplinados. En los momentos clave nosotros no supimos atacar como queríamos. Nos costó ordenarnos tanto en defensa como en ataque. Pero bueno, creo que tenemos que estar orgullosos del esfuerzo que hicimos.
-¿Qué análisis rápido podés hacer de la temporada de Obras? Desde afuera dio la sensación que las lesiones, los cambios de jugadores y el hecho de no poder encontrar rodaje con un mismo equipo son aspectos que a la larga terminaron pesando.
-Es difícil hacer un balance con tan poco tiempo, hay que reflexionar un poquito más, pero fue un año raro, en el que pasaron un montón de cosas. Yo pensaba que el año anterior había sido raro, pero este lo fue más todavía. No solamente las caras nuevas en el equipo y en la Liga, sino también el estilo de juego fue distinto. El club apostó por los jóvenes y eso va a dar sus frutos el año que viene y en las temporadas venideras. Por otro lado, siempre tuvimos que incorporar a algún jugador nuevo, desde la pretemporada. Nos costó armar el equipo. Igual se dejó todo y fue una lástima que no hayamos podido ganar este partido. Dimos la cara toda la temporada y jugamos bárbaro varios partidos, y otros no tanto. Si bien es difícil lograr una constancia durante toda la Liga, siempre pasó algo. Este año me parece que hubo más altibajos que otras veces, en Obras por lo menos.
-¿Pagaron caro haberse quedado sin algunos jugadores “franquicia” a lo largo del camino?
-Nosotros jugamos mucho a compartir el goleo, pero al haber practicado tan poco tiempo con algunos jugadores no pudimos mantener esa dinámica. Quizá sacamos adelante un par de partidos, pero cuando nos cambiaron la defensa no pudimos hacer los ajustes necesarios. Muchas veces es cuestión de tiempo. Por supuesto que, por ejemplo, la salida de (Federico) Van Lacke nos costó superarla, porque quedamos con un solo dos natural, que es (Tomás) Zanzottera. Y no haber tenido a Cedric (Mc Gowan) hoy (por ayer) influyó.
-¿Querés seguir en Obras?
-Todo se verá. Tengo un vínculo grande con el club y lo siento como mi casa. Acá estoy muy cómodo. Pero el pensamiento del jugador no es el mismo en junio que 10 minutos después del último partido. Todo puede ir cambiando. Ojalá que pueda seguir, pero también me tiran las raíces que tengo en Estados Unidos. Es una situación complicada. De todas maneras, ante cualquier cosa que pase, mi ligazón con Obras va a seguir fuerte. Si no es la temporada que viene, espero volverme a cruzar en otro momento con el club, porque lo quiero mucho.
-Pero tenés ganas de seguir jugando entonces, sea acá o en otro lado.
-Sí, quiero seguir jugando. No sé si en otro equipo, lo más probable es que sea en Obras. Si no juego acá, seguramente me retire y vuelva a Estados Unidos. Aunque todavía es muy temprano, no tengo ninguna noticia.