Obras de los huevos de oro

Todo el primer tiempo fue una sinfonía de Regatas, que sacó claras diferencias sobre Obras Basket apoyado en un titiritero que manejo los hilos del partido a voluntad: Phillip McHopson. El base de Regatas fue el arma principal de un equipo que se movió a su influjo.

Mac jugó siempre al ritmo que le convenía usando a Quinteros para descansar el balón y buscándolo cuando lo quería tener de goleador. Esa sociedad funcionó a pleno. Y luego se encargó de alimentarlo a Rollins que no hizo más que anotar todas las asistencias que el base le brindaba. El pivote foráneo tuvo todas las posibilidades de desenvolverse de frente al canasto, tal como más le gusta. Así hizo añicos la defensa de Delia y Guaita cuando quisieron tomarlo.

La distancia inicial (11-24 a falta de 1 minuto) tiene que ver también con la defensa del conjunto correntino que privó por completo a Obras de poner la pelota cerca del canasto. Así el conjunto capitalino tan solo pudo lanzar de tres puntos o tiros de 5 y 6 metros. Dependiendo de los porcentajes se le hacía muy difícil a Obras.

En el segundo cuarto, el “Rockero” tuvo buenos aportes del banco de suplentes (Zanzottera – Guaita – Tabarez) para descontar y ponerse a 5 puntos (21-26) con parcial extendido 10-2. Después del pedido de minuto de Casalánguida tuvo que retronar Paolo Quinteros y Hakeen Rollins. Allí otra vez Regatas disfruto a pleno de su tridente (con Hopson) y nuevamente sacó diferencias con el base haciendo estragos para herir con sus asistencias.

La distancia del primer tiempo se clavó en nueve puntos (33-42) y lo tenía a Regatas como absoluto dominador del juego. Acaso hasta por un poco más de la diferencia que el tanteador marcaba. Lo cierto es que el conjunto correntino estaba muy dependiente de su escuadra titular, jugando solo con el ala pivote (entre Saiz y Landoni) a falta de Sommerville.

Pero todo cambió en el tercer cuarto, cuando Obras salió decidido a cambiar la imagen que estaba dando. Peleó más, luchó más y en el marco de su cambio de actitud también fue más inteligente (imprescindible) para atacar con varias manos y más cercano al canasto. Aparecieron los triples de Safar, los rompimientos al aro Aguiar y Ramón Clemente en el poste bajo. Todo mucho más equilibrado en el conjunto de Lamas.

Por el contrario, Regatas se tomó un respiro defensivo que le jugó en contra. No mantuvo la actitud del primer tiempo y se dejó arrastrar por Obras. Le convirtieron 28 puntos en solo 10 minutos que le terminó costando dejarle a su rival volver a entrar en juego. Pudo anotar 19 puntos en el tercer cuarto porque siempre tiene gol en las manos pero en verdad sufrió mucho con su defensa.

Para el cuarto final el partido se hizo dramático. Empezó mejor Obras que pasó al frente y sacó 4 puntos (65-61) pero enseguida dos robos en primera línea y contraataque empataron el partido. Regatas había retomado su gestión defensiva.

Y a pesar que el goleo fue alto, desde allí el partido fue vibrante con goles de todos los colores. Hopson seguía repartiendo asistencias (terminó con 11 pero ya no tuvo la injerencia del primer tiempo) mientras Fitipaldo respondió con un triple vital. Por un lado Aguiar y por el otro Quinteros, por un lado Rollins y el otro Clemente. Un juego de nervios que llevó el partido a un marcador de 77-78 a falta de 2:37.

Y cosa rara, después de lastimarse tanto en cada avance, por dos minutos ninguno de los dos pudo lastimarse. Les costó horrores en esos dos minutos anotar a los dos equipos. Los nervios, la presión, el deseo de ganar les jugó en contra. Hasta que Ramón Clemente pescó un rebote ofensivo descomunal en las alturas y lo transformó en doble (79-78) a falta de 40 segundos. Allí Delía le clavó una tapa a Landoni para que Aguiar recupere el balón falta de 13 segundos y el Pica desde la línea de libres estiró la diferencia a 3 (81-78).

Parecía que al partido solo le quedaban una acción más no obstante hubo incertidumbre hasta el final. Hopson tuvo el triple y lo erró, Saiz en el rebote ofensivo lo transformó en doble (81-80), luego cortaron con falta a Ramón Clemente que metió los dos (83-80) y esta vez Obras no dudó. Con 6 segundos Regatas repuso y cortaron con falta a Paolo Quinteros, quien erró el primero y tiró a errar el segundo. El rebote lo agarró Espinoza que cedió rápido Paolo y éste desde la esquina metió lo que primero pareció un triple pero luego el “Video Ref” que comprobaron los árbitros le terminó otorgando doble (83-82). Allí se terminó el partido porque solo restaban 9 décimas de segundos que solo sirvió para una nueva falta a Clemente que ya con tiempo agotado puso cifras finales en el marcador.

Fue un partidazo con todas las características de un juego de Play Off, con un equipo que siendo dominado se reveló de su destino y lo cambió por completo. Y lo hizo ante un rival que suele no brindar esas oportunidades. Regatas tuvo un desastrozo tercer cuarto en el área defensiva y lo pagó con la derrota. Sobraron emociones en una semi que va armando una final de lujo.

Síntesis
Obras Basket (85): Bruno Fittipaldo 12, Selem Safar 13, Mauricio Aguiar 18, Ramón Clemente 18 y Marcos Delía 6 (FI) Tomás Zanzottera 3, Diego Guaita 5, Pedro Barral 3, Iván Basualdo 4, Patricio Tabarez 3. DT: Julio Lamas

Regatas Corrientes (82): Phillip MacHopson 14, Paolo Quinteros 19, Pablo Espinoza 10, Javier Saiz 2 y Hakeem Rollins 25 (FI) Hernando Salles 3, Andrés Landoni 6, Nicolás Brussino 3, Franco Vieta 0, Juan Arengo 0. DT: Nicolás Casalánguida

Parciales: 14-24, 33-42, 61-61
Árbitros: Alejandro Chiti – Fernando Sampietro y Fabricio Vito
Estadio: Ciudad Santiago del Estero

Foto: Majo Gil @MajoPick
Crónica: Pablo Tosal @pablotosal