Obras es un equipo con jóvenes con frescura y velocidad. Por eso, para el entrenador el equipo debe explotar esas características y hacerse fuerte en el contraataque. Después de las dos victorias consecutivas como local, Casalánguida habla de este tema y pone el foco en algunos aspectos puntuales.
-¿El Obras de estos dos últimos partidos se va pareciendo al que querés?
-Sí, siento que el equipo mejora y crece, que hay evolución individual y colectiva. Todavía no estamos conformes con nuestro rendimiento. Somos inconsistentes, algo propio de la inmadurez, no solamente por los jóvenes sino también por el poco tiempo que llevamos juntos. Pero es una etapa que estamos atravesando bien. Basta con fijarse el crecimiento de los bases desde la fecha uno a la 14. Nuestros interiores están evolucionando. Nuestro juego colectivo es un poco mejor, pero necesitamos seguir puliendo aspectos. Este es un equipo que trabaja mucho a conciencia. Y que está muy comprometido. Cuando eso es un denominador común, es muy factible que haya evoluciones. Igual, todavía estamos en el camino del crecimiento.
-Probás mucho la doble base, con Barral y Zurbriggen. ¿Estás conforme?
-Sí. Todd Brown ya no está y Harris se fue, así que estamos jugando con un solo escolta natural que es Zanzottera. Eso también obliga a tener una buena dosificación de cargas para evitar lesiones. Por eso jugamos doble base, para suplir esa falta. Haanpää ocupa esa posición por momentos y el otro es Tomás Cocha, quien está teniendo minutos. Estamos optimizando los recursos que tenemos en base a alguna necesidad que existe. A veces, cuando falta un jugador, es beneficioso esto en el sentido de la maduración, porque hay más responsabilidades que se asumen y, obviamente, se cometen más errores, ya que estamos hablamos de una media cancha de 19 años de promedio. La evolución es propia de dos jóvenes que están muy comprometidos y que escuchan mucho lo que se les dice para mejorar. Eso es positivo para cualquier entrenador. Barral viene de 14 asistencias y hoy está segundo en ese rubro en toda la Liga en su temporada debut como titular. Eso habla bien de su evolución, de que el equipo está jugando con muchas tomas de decisiones suyas. Pero bueno, los dos son muy importantes para nuestra estructura.
-Vienen haciendo partidos muy buenos en ataque. ¿Cómo ves la defensa?
-Nosotros tenemos que buscar un sello, una identidad. El equipo está compuesto por muchos jóvenes y dos jugadores experimentados, que son Leiva y Herrmann. Si el equipo juega un básquet estacionado y poco dinámico, es muy probable que no explotemos las virtudes que podemos tener, como la frescura y el juego en transición. Eso nos lleva a tener posesiones muy cortas. A veces se evalúa solamente por los puntos que se reciben, y nosotros estamos apostando a que la frescura de los jóvenes también sea un punto para sacar provecho permanentemente. Inclusive estamos corriendo después de anotación, y decidimos en velocidad porque creemos que eso puede generarnos beneficios a la larga. También es cierto que no tenemos especialistas defensivos en el plantel. Estamos convencidos de que hay que trabajar la parte defensiva, pero no porque solamente querramos bajar el tanteador de los equipos rivales, sino porque hay que tener la capacidad de fortalecer desde la defensa nuestras principales armas.
-Mejoraron también el juego interno, y coincide con una evolución de Leiva. ¿Cómo lo ves?
-Martín venía de una temporada con muchos problemas por su lesión en el hombro y poco a poco íbamos a encontrar una mejoría en él. El equipo fue paciente y él está haciendo un trabajo permanente. Eso genera solidez en la zona de los interiores. Están mejorando todos, pero siento que todavía nos falta. Creo que tanto Martín como Bortolín pueden dar más.
-Al final del partido contra Boca pusiste a cuatro juveniles en cancha. ¿Es lo que buscás para el futuro de Obras?
-Sí, el club apuesta a eso. Me han pedido que trabajemos para generar desarrollo del grupo de jugadores jóvenes que tenemos. Inclusive seguimos evaluando jugadores para incorporar. Estamos haciendo un rastreo de talentos. Eso es una apuesta que tiene la institución. Me agrada esa búsqueda. Estos son chicos que están entrenando mucho, y lamentablemente no siempre se les puede dar la posibilidad de cerrar un partido todos juntos. Es algo para que la gente del club pueda disfrutar. Es complejo saltar al profesionalismo, sobre todo cuando son tantos. Hay que felicitarlos y hacer esto progresivamente, porque si las cosas se hacen en forma brusca con algunos jugadores se puede generar una falla en la maduración procedimental para que lleguen a lo que buscamos.