Salta a la cancha el bicampeón de la Liga Nacional con el inicio del primer desafío por delante: El Súper 20. El partido también marca el comienzo de un nuevo proceso en Obras Basket.
Autor:Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.net)
Luego de los festejos por otra pretemporada histórica para el club, San Lorenzo renueva la ilusión y le da inicio a nuevos desafíos: el Super 20 primero, la Liga de las Américas en el medio y la búsqueda del tricampeonato.
San Lorenzo ha sido el animador por antonomasia estas dos últimas ediciones y sobre todo el año pasado pero se ha generado una expectativa particular esta temporada por múltiples razones, la primera: se fue Lamas y comienza la era de Gonzalo García.
Luego, la posibilidad que se haya quedado Gabriel Deck en la Argentina, donde sus cualidades y potencia física lo hacen dominador del puesto. Otro punto importante es haber mejorado el plantel con respecto al año pasado, al menos eso surge de los nombres que llegaron. El Ciclón se hizo con los servicios del escolta foráneo Dar Tucker y el pivote cubano Justiz Ferrer ambos galardonados como los mejores en sus puestos la temporada pasada.
Si bien las incorporaciones son importantes (lógicamente) haber mantenido la estructura de 5 jugadores claves es tan importante como el resto. Se quedaron el base Nicolás Aguirre, el escolta Selem Safar, el alero Marcos Mata, el ala Pivote Mathías Calfani y el pivote Matías Sandes. Para completar la búsqueda de la excelencia San Lorenzo se hizo con los servicios del pibe José Vildoza. Un base zurdo de 21 años que tiene mucho por decir.
Si bien el plantel tiene mucha calidad si se analiza la cantidad de jugadores y el desgaste que tendrá se nota que aún quedan fichas por cubrir. Tienen una ficha mayor libre y un U23 para poder incorporar. Seguramente para el torneo Internacional San Lorrenzo complete la ficha mayor que le falta.
Por su parte Obras Basket hizo varios movimientos en su plantel. Y todos ellos son hijo de un objetivo que a primera vista no está muy claro. La temporada pasada generó un mix muy interesante de Juventud para desarrollo y jugadores con experiencia. A falta de 6 partidos estaban 4tos en la zona sur. Pero tuvieron un sprint final muy malo y terminaron 7mo sin poder entrar en Play Offs.
Ese cimbronazo tuvo consecuencias y se desmanteló gran parte de la idea. Vamos por parte: Se fue Nicolás Casalánguida y el cuerpo técnico, se fueron los mayores: Dennis Horner, Walter Herrmann y Martín Leiva. Después de apostar por dos años a él también dejaron partido a Matías Bortolín. Y dejaron ir a Federico Mariani luego de incorporarlo a mitad de temporada (uno de los nombres que desató la tormenta con la AdJ).
Lo primero que hizo la dirigencia de Obras Basket entre el presidente de la institución Fabián Borro y el Manager Gregorio Martínez para la reconstrucción fue buscar un nuevo hombre contratando al venezolano Alberto Díaz como Director Deportivo y llevando a Gregorio Martínez como Director General de la Institución.
Luego, después de varias reuniones, contrataron a Carlos Romano, un técnico que no estaba en el circuito de la Liga desde hace unos años (aunque era un abonado a ver todos los partidos) y a su lado llegó Javier Ielmini. Para darle el carácter internacional que Obras tomó reemplazaron la ida del preparador físico Marcelo López con el español (ex Murcia) Arnau Moreno.
La configuración del plantel es de lo más curioso: tiene dos mayores nacionales muy jóvenes (Tomás Zanzottera y Phillip Locket), dos U23 de base y el resto son juveniles y extranjeros.
Llegaron cinco foráneos desconocidos para nuestra competencia: Quinton Campbell - Steven Spieth - Maurice Kemp - Joaquim Valdelicio y Phil Martin.
Los bases son Pedro Barral (U23) y Fernando Zurbriggen (U23) y aparecen en la rotación Tomás Cocha, Luca Valussi, Francisco Barbotti y Lautaro Berra, todos ellos juveniles.
Con este caldo de cultivo, el entrenador Romano no solo tendrá que hacer uso de su buen inglés, sino que deberá darle carácter y forma a un equipo joven y sin experiencia en Liga. Una apuesta sorpresiva e interesante.
