No hay antecedentes para la supremacía que Peñarol estableció sobre Quilmes en esta temporada 2009/2010. Cuando ya difícilmente vuelvan a cruzarse en play-offs -el equipo de Sergio Hernández luchará por el campeonato, con grandes posibilidades de acceder a cuartos en forma directa; mientras que los “tricolores” deberán remar mucho para escapar de los cruces de descenso directo-, el elenco “milrayitas” rubricó un 7-0 histórico. Con cuatro triunfos en la Liga Nacional, dos por la Copa Argentina y uno por el Súper 8.
Estuvo muy cerca Peñarol de lograr algo parecido hace tres temporadas. Porque los clásicos rivales también se enfrentaron siete veces y los entonces dirigidos por Carlos Romano se llevaron seis victorias y Sebastián Ginóbili, con dos tiros libres en la última jugada del partido, les frustró la séptima.
Antes de esta ocasión, sólo hubo tres temporadas en la que uno de los dos acérrimos rivales no consiguió ganar una sola vez. En la primera, en la temporada 1995/96, Peñarol ganó los dos partidos. Pero pocos la recuerdan por tratarse tan sólo de un par de cotejos. Propiamente dichas, sólo hubo dos “barridas” anteriores a la consumada anoche. Pero cuando todavía los equipos marplatenses no se jugaban la Copa Argentina. Ni tampoco existía el Súper 8.
En la temporada 2000/2001, aquella en la que en Peñarol convivieron como extranjeros Josh Pittman, Joe Bunn y Jared Prickett, el equipo entonces dirigido por Carlos Romano terminó 4-0 sobre Quilmes, que paradójicamente terminó el año mejor ubicado gracias a un “sprint” final inolvidable en los play-offs. Los “milrayitas” se impusieron como visitantes por 84-82 y 90-70 y como locales por 95-86 y 97-94. Todos los cotejos se disputaron en el estadio Polideportivo.
Pero la venganza fue terrible al año siguiente. Quilmes, de la mano del gran Daniel Farabello y dirigido por Oscar Sánchez, vivió su mejor temporada histórica y finalizó en el tercer lugar. Su superioridad sobre Peñarol fue abismal en aquella Liga Nacional 2001/2002. Los “tricolores” se impusieron como visitantes por 111-96 y 92-81 y en condición de locales por 93-83 y 104-82. Después, Peñarol casi lo logra en la comentada temporada 2006/2007. Y, antes, al mando de Guillermo Narvarte, en la 2004/2005, había ganado todos los de la temporada regular y el primero del play-off de Reclasificación. Pero Quilmes frustró la seguidilla imponiéndose en el segundo -luego también en el cuarto- “chico” de aquella definición recordada