Una serie de mucha presión

La serie esta empatada en todo. Podríamos poner sobre un paño arriba de la mesa cada una de la circunstancias que envuelven la serie e ir sacando de un lado y del otro situaciones a favor de cada uno. Haríamos dos mitades bien claras.

Como bien se sabe los play off tiene mucho de condimento intangible (como si las matemáticas no lo fueran) pero más precisamente me refiero a condiciones emocionales. Las estadísticas de la serie regular quedan de lado, ya no son los mismos porcentajes, no se tienen en cuenta los récords y el hecho de jugar bien o mal no pesa: los play Off se ganan o se pierden.

En este rubro, el de las emociones, el play off esta ofreciendo mucho. Sobre todo en los protagonistas. Ciclista Olímpico tiene un grupo de jugadores más experimentado que Quilmes, pero a toda vista, jugar esta instancia es difícil para cualquiera. No es lo mismo la motivación y los nervios de jugar un play off para ir para arriba, para ganar, que tener la responsabilidad de no perder.

Justamente allí radica la mayor de las presiones en los jugadores. No es lo mismo la angustia de querer ganar a la angustia de no poder perder.

Ahora que la serie se muda a La Banda la pregunta es ¿Qué grado de ayuda y motivación dará la localía y que grado de responsabilidad y peso?. Ambas situaciones son difíciles de dirimir hasta que no se haya jugado el partido. En la teoría la balanza esta equilibrada entre “mejor por la ayuda de la gente” y “más responsabilidad por ser local”.

Cuando dos partidos se definen en la última bola, en suplementario los puntos de análisis de la derrota y victoria son muy finos. Surgen miles de detalles que pueden dar por tierra cada argumento. De todos modos es menester buscar un eje de la serie por donde trazar el mapa de situación.

Olímpico jugó mejor el viernes y perdió. Similar situación el domingo que perdió Quilmes siendo el dominador de la acciones. Una vez más damos por finalizado la discusión bizantina sobre que “en el básquet el que juega mejor gana”. El básquetbol no deja de ser un juego y como tal el azar tiene una cuota de participación en el resultado. Los técnicos y los periodistas especializados lo hacemos más difícil de lo que en verdad es.

Por qué Olímpico no pudo repetir el juego del viernes. Es posible que la respuesta tenga tres explicaciones aunque es difícil saber el orden de importancia.

1) La presencia de Williams

2) Los ajustes de la defensa de Quilmes

3) El cansancio de los 45 minutos del viernes

El escolta foráneo puede meter 30 puntos con facilidad. Su mayor virtud es el juego de uno contra uno, pero su influencia en cancha es decisiva. A tal punto que el juego de equipo naturalmente cambia. En relación a un partido y otro Olímpico dependió mucho de la versatilidad de Williams y no logró asociarse en el juego de pases. Esto no tiene tampoco que ver con las asistencias. Los dos partidos la visita tuvo 14 asistencias y en el primero Quilmes hizo 18. El juego de pases tiene que ver con tomar tiros más claro, con menos oposición, más naturales dentro del sistema que favorezca el balance defensivo. Esto es lo que hizo mejor olímpico el viernes.

También de un partido a otro, Quilmes hizo muchos ajustes defensivos al pick and roll por el eje que tanto lo lastimó en el juego uno, donde a través de su uso encontró tiros cómodos. Más del 80% de los ataque comenzaron por la izquierda, siendo Cocha o Villares los que tenían el balón. Siendo ambos diestros, utilizaban su mano hábil para generar el pick and roll por el eje y amenazar con el tiro. Quilmes trabajó mucho contra esto y logró frenar un poco el juego de su rival

Finalmente el partido con suplementario del viernes parece haber cobrado un alto precio en las piernas de los jugadores, sobre todo en Alston que lució muy fuera de ritmo en cuanto un partido y otro. Aunque el talentoso pivote se reservó (jugando al trotecito) lo mejor para el suplementario donde dio la victoria.

Por el lado de Quilmes las cosas mejoraron en el juego pero el resultado fue distinto. Las razones serían:

1) El mejoramiento integral de su defensa

2) La aparición ofensiva integral (puntos y rebotes) de Nicolás Romano

3) Su porcentaje de tiro de tres punto fue malo (33%) sobre todo en el segundo tiempo incluido el suplementario (1/9)

Ninguno de los dos equipos tiene márgenes de error porque están jugando con lo justo. Con la salida de Trovellesi Gabriel Cocha ha sido decisivo para suplantar su ausencia (43 y 39 minutos en los ambos partidos) y Fernando Duró le dio la confianza necesaria a Jonatan Machuca para sumar buenos minutos (25 y 15), pero siempre con Cocha al lado. Formó entonce un perímetro muy parecido al que usó en Comodoro para salir campeón con Gimnasia. Por entonces jugaba con Cocha, Moldú y Jones de alero (Festa de suplente). Ahora por largos minutos prueba con Machuca, Cocha y Villares o Machuca, Cocha y Williams o bien Cocha, Williams y Villares.

En Quilmes hay una situación distinta. Al menos cuatro jugadores sienten un peso mayor en la serie que los condiciona. Esteban López, Facundo Piñero, Nicolás Romano y Dragan Capitanich sienten el peso del paso por el club. El jugador profesional tiene un compromiso con el entrenador que lo convoca, con el dirigente que le paga y sobre todo con sus compañeros que convive. También existe como dato decisivo el orgullo del propio jugador. En este caso particular de los cuatro que apuntamos, existe un plus que condiciona a los protagonistas: el peso de sentirse identificado con el club.

En esta collage de situaciones que marcamos deambula la serie entre Olímpico y Quilmes a la que debe agregarse un dato insoslayable: ninguno de estos dos equipos actuales merecen irse al descenso.

Pero nada es casualidad, Olímpico paga la herencia de la primera fase donde cayó en 13 de los primeros 14 partidos. Si nos detenemos en el plantel veremos que no están ninguno de los americanos ni el base ni el técnico. De hecho reemplazaron un extranjero con un nacional. En Quilmes la situación es similar sus dos jugadores franquicia no están (Edwards y Assie) tampoco el base titular y han cambiado a los cinco titulares. Perdieron 15 de los primeros 17 partidos de la segunda fase.

Ambos equipos han tenido un cierre de fase regular a toda vela. En la actualidad fácil sería para cualquiera de los dos estar entre los seis mejores equipos de la liga. Les han ganado a casi todos los rivales en la recta final, pero la herencia los condiciona: Este Olímpico de Guaita y Alston como Quilmes de Titarelli y Stukes no merecen por actualidad jugar la permanencia. Pero el torneo dura 44 fechas. Una lástima.

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar