El entrenador de Olímpico, Guillermo Aliende, charló con Pickandroll tras la obtención del Hexagonal final en su estadio. Comentó acerca del torneo, las sensaciones de ser campeón, el juego del equipo, la localia y el abrazo final con su hijo luego de coronarse ganador.
Autor:José Fiebig (especial para www.pickandroll.com.ar)
El entrenador comentó sobre el juego y la final entre santiagueños "Si la verdad que estaba para cualquiera, dos equipos que se conocen bien por el torneo local de Santiago. La verdad que es histórico para nosotros por haber llegado dos equipos de Santiago a la final. Estos chicos se lo merecen, hace dos años que vienen entrenando día a día, con la Liga de desarrollo que habíamos dando alguna ventaja con chicos U16 y U17, y hoy se ve el trabajo y un título que es muy importante para el club, para Santiago, y para estos chicos que, quien dice, en algún tiempo no muy lejano puedan participar en un equipo de Liga Nacional"
Analizó el Hexagonal y la participación de cada equipo "Sabíamos que iba a hacer muy difícil porque había grandes equipos. La verdad que Quimsa nos hizo un gran favor de sacarnos a Lanus, y eso le decía al entrenador. Quedar con el título significa mucho para Santiago" y agregó sobre el torneo que "se juega a ganar, no a desarrollar, es un torneo que todos quieren ganar. Había mucho tipo de defensa, de tratar de ensuciar el juego, y por ahí se hace un poco deslucido y provoca muchos y yerros en los chicos. Nosotros nos basamos en una defensa agresiva, tratando de correr, y la verdad que lo hemos hecho. Hemos jugado ante Hindú que es un gran equipo, y lo pudimos hacer, por momentos con Lanus. En la final hoy no se juega tan lindo, se juegan a ganar, la verdad que muy contento con el sacrificio de los chicos, de la dirigencia que se ha dado cuenta que el básquet de formativas necesita de un lugar. Le dan todas las comodidades a los chicos, tienen todo al servicio para ser jugadores de básquet y estoy muy contento"
Sobre el trabajo del plantel dijo que "Nosotros hace más de dos años que venimos trabajando con un grupo de 10 o 12 chicos, mañana y tarde como trabajan los clubes de Liga y con grandes expectativas. Tenemos talla, tanto el cuerpo técnico anterior como nosotros ha seleccionado bien a los chicos del norte el caso de Roitman y Ortiz, y ellos nos dan un caracter especial que tienen los tucumanos, y nos ayudan mucho"
Hubo un abrazo entre padre e hijo y habló sobre esa relación y como entrenador y jugador " Mi casa es un caos porque lo vivimos con mucha pasión. Hablamos mucho de básquet, tengo a mi otra hija, Lara que le debo un montón, y hay un monto de dudas, no es fácil dirigir al hijo, ser dirigido, pero la verdad que no nos podemos quejar porque desde chiquito que nos ha ido bien. Siempre he tratado de controlarlo, de hablar, y la verdad que es un placer. Por ahí hay que correguir, hay que hablar mucho, un poco como padre y un poco como entrenador lo vamos llevando"
