Esta vez se hizo notar por su ausencia. El escolta entrerriano no llegó apto para el juego y el cuerpo médico de Regatas decidió preservarlo. El testimonio de Paolo, un jugador clave en las intenciones Correntinas.
Autor:Martin Pellegrinet (@SoyelPelle)
Llamó la atención que Paolo Quinteros no pudiera jugar el primer cotejo de la final. En la previa, el entrerriano se había mostrado optimista en poder estar a disposición de Gabriel Piccato a pesar de la lesión que viene aquejándolo. Sin embargo no fue así: “en estas situaciones hay que ser inteligente, hay que ser coherente. Hay que tener un poco de sentido común. Si bien el lunes pasado pude estar contra San Martín, no lo hice en las mejores condiciones, y eso obviamente dejó secuelas. Hoy (por ayer) no había necesidad de andar arriesgando. Hay que mirar a futuro, esto recién empieza, va a ser una serie larga y optamos por seguir recuperándonos y no forzar que podría empeorar la situación”.
Consultado sobre los plazos a respetar para volver, el escolta afirmó que “esto pasa más por una sensación personal, de cómo me siento, de cómo reacciona el pie a distintos movimientos. Hoy en día tengo cierta molestia, pero estoy mejorando, evolucionando muy bien. Por eso vamos a ir día a día”.
Quinteros vuelve a darse el gusto de disputar una final de Liga Nacional tras haber desarrollado una fase regular sensacional. A sus 38 años, pleno de posibilidades, está algo contrariado por no haber podido estar dentro del campo: “sin dudas que es frustrante para uno no poder estar en una final, ayudando al equipo. Pero estoy con mucho optimismo, con mucha confianza y fe de que pronto vamos a volver. Confío muchísimo en el equipo, que siempre en las adversidades ha crecido, ha mejorado. Tengo bronca, pero también mucha confianza de que pronto estaré en la cancha”.
Consultado sobre si el devenir de los resultados podría alterar el proceso de recuperación, lo descartó de plano: “no, en nada. No serviría ser inteligente hoy y mañana no serlo. Todo va a depender de cómo evolucione el pie mañana y pasado, para ver si podemos estar algunos minutos en cancha. Y sino haremos lo imposible para poder estar en Corrientes. Hoy por hoy tengo cierta inflamación en la fascia plantar así que hay que trabajar con el kinesiólogo para poder estar lo antes posible en cancha”.
Por último, cuando se le pidió que hiciera un análisis del juego, explicó que “habíamos arrancado muy bien, pero después empezamos a fallar los tiros cómodos que habíamos tirado. Después ellos crecieron mucho sus porcentajes e hicieron una diferencia. Este equipo de San Lorenzo es largo, físicamente muy bueno y es difícil descontarle una diferencia amplia. Estoy contento de lo que han hecho los chicos dentro de la cancha. Lo han puesto todo, lo han dejado todo, aún sabiendo que estábamos disminuídos”.
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