Bendecido por la defensa

El primer cuarto fue de Quilmes con una ejecución muy sobria del plan trazado. Lo llevó a Baxley a un costado y puso su ofensiva del otro, atacó vía Ghersetti sobre Flowers y Romero ante Battle. Con 11 puntos de sus dos internos en el poste bajo, Quilmes daño el dispositivo defensivo de Boca. Además tuvo un regreso ordenado a defensa. Vildoza pasó el balón, Marín atacó el aro y Baxley ni la tocó.

A todo esto Boca reaccionó con Battle hundido en la pintura, tiros que fueron contestados hasta por una triple marca. Ale Diez fue quien rápidamente ingreso desde el banco para darle paridad a la lucha con Ghersetti. El partido era muy peleado. Selem Safar no podía destrabarse de la marca de Marín y Cequeira estuvo errático (1/5). Boca atacó a un solo tiro y apenas sumó 11 puntos en el cuarto (17-11).

Para el segundo cuarto el técnico visitante, Carlos Duro, dispuso que Delia juegue junto con Battle armando un doble pivote para contener su pintura y bajó un poco la media cancha sacando a Fede Aguerre. El partido seguía en mano de Quilmes (23-15 a falta de 5:40) que atacaba bien con Marín sobre Safar ganando en el emparejamiento.

Pero la defensa de Boca, recordó todo lo bueno que produce en la temporada y dio un paso atrás cerrando todo tipo de espacio al canasto. Fue muy duro a pelear cada rebote y los tres triples errados de Quilmes más una pérdida se convirtieron en los pocos contraataques que Boca pudo sacar. El primero lo terminó con un triple de Safar abierto a la derecha.

Luego dos rebotes ofensivos también fueron facturados con sendos triples de Safar, vale decir en el set ofensivo el tirador de Boca estaba trabado por la muy buena defensa quilmeña, pero la defensa de Boca le permitió correr y encontrar mejores tiros y dos rebotes ofensivos hicieron el resto. En apenas 4 minutos Boca dio vuelta el desarrollo y el resultado para llevarse el primer tiempo 30-33. Baxley con apenas 3 puntos quedó en deuda con su equipo.

Por eso para el segundo tiempo Baxley salió decidido a llevarse puesto la marca de Cequeira y apuró el paso. Forzó las situaciones pero lo hizo con gol. Cequeira se apuró en ataque y perdió tres balones seguidos, más la decisión de Baxley de encararlo determinaron el rápido cambio de Carlos Duro, para el ingreso de Faggiano. Cuando salía al banco de suplente, Cequeira insultó a su técnico por la calentura del momento ganándose no volver más al partido.

Quilmes mejoró la defensa individual y jugaron mucho con la línea de pases para que Boca fuerce casi todas las situaciones. Fue así que el xeneize debió valerse de la individualidad de su dupla foránea. Comenzó Robert Battle para que continúe Gary Flowers. El resto estaba desaparecido.

Quilmes lo tuvo a Baxley hasta que cometió la tercera falta y tuvo que ser reemplazado. Ingresó por primera vez en dos meses y medio Lucas Ortíz ante la ovación de Once Unidos. El escolta de relevo tomó la base para el descanso de Vildoza y lo hizo muy bien al punto de meter uno de los únicos cuatro triples que tuvo Quilmes en la noche.

Lo cierto es que Quilmes generó en su juego de pases algunas opciones ofensivas de tiro claro perimetral ante un defensa de Boca que cada minuto se cerró más en el poste bajo. Los triples de Maciel y Ortíz dieron vuelta la ecuación y Quilmes tomó el liderazgo con parcial 8-1 por 49-45.

Nunca en todo el partido la distancia para cualquiera de los dos equipos fue mayor a 5 puntos. Es decir siempre el juego fue muy cerrado. En ese contexto la llegada al último cuarto 49-50 arriba Boca presumía un final cerrado.

Para el tramo final, Carlos Duro eligió abrir el último cuarto con cuatro habituales suplentes como Faggiano, Prato, Diez y Delia. Es decir que estaba siendo contenido por su rotación. Lo interesante era que había ubicado a Gary Flowers en la posición del 3-4 rotando con Diez en el puesto.

Ese tercero alto del front court más alero que propuso Boca lo tuvo a Quilmes en desventaja física con Marín marcado a Flowers. De todos modos las estrategias se anularon entre sí, la lucha fue el común denominador y la paridad total. Tanto era el equilibrio del partido que era absolutamente lógico que el juego se iba a decantar hacia quien tuviera el desnivel individual.

Lo buscó Baxley alternando buenas con malas. Lo buscó Romero en el poste bajo ante una maraña defensiva, pero fue Boca quien sacó provecho de Marcos Delía, quien no fue una gran herramienta defensiva pero contribuyó con 6 puntos claves.

La defensa de Quilmes dejó sin ayudas a Romero para que Delía pueda jugar el uno contra uno. Allí el joven pivote metió los tres dobles que intentó llevando 6 puntos de oro en el peor momento ofensivo de su equipo. La defensa de Quilmes respetó tanto a los tiradores de Boca que se olvidó de ajustar en el juego interior. No obstante con Battle (que tiene menos tendencia a pasar el balón) la marca fue de alta congestión.

Boca no cambió nunca su terceto alto en el poste bajo y para la recta final ingresaron Selem Safar por Prato y Battle por Delia. Ramella le dobló la apuesta a Carlos Duro y lo ubicó a Piñero de ala pivote por Maciel. Es decir, mientras Quilmes ubicaba más tiradores y dinámica en su ofensiva Boca le agregaba centímetros al juego.

Para el tramo final Fue hachazo por puñalada. De los partidos que ningún árbitro quiere dirigir en virtud de la constante lucha, donde la fricción fue la protagonista.

Establecida las estrategias, en nivel de paridad absoluto y con la lucha como estandarte Boca sacó rédito de los errores del rival más que de sus propios méritos. Vale decir, la defensa fue su estandarte y Quilmes lanzó 1/6 en triples a la hora de ir a buscar el juego (4/20 en total). Allí apareció gigante Alejandro Diez bajando todos los rebotes ante el cúmulo de brazos que volaban por el aire.

Quilmes no jugó mal, por el contrario hizo todo para ganar pero atacando con 4/20 en triples de local ante un defensa que jugó con un ala pivote de alero no tuvo mucho más que hacer. Era el partido para que metiera al menos un 35% desde el perímetro y se quedó sin gol. Boca sostuvo su canasto y aprovechó con suma inteligencia el peso específico de Battle y Flowers para definir el partido. Los libres de Ale Diez sentenciaron el juego.

Boca solidifica el tercer puesto. Tiene lucha, compromiso y química. Se muestra como candidato y quiere más. Aunque le falte gol le sobra ganas. Y su defensa genera que sus hincha se ilusionen.

Síntesis
Quilmes (65): Vildoza 7, Baxley 18, Marín 9, Ghersetti 4 y Romero 15 (fi) Gallizzi 1, Moledous 0, Maciel 5, Piñero 3 y Ortiz 3. DT: Leandro Ramella.

Boca Juniors (70): Cequeira 3, Safar 9, Aguerre 5, Flowers 15 y Battle 13 (fi) Diez 7, Faggiano 6, Delía 6 y Prato 6. DT: Carlos Duro.

Parciales: 17-11, 30-33, 49-59.
Árbitros: Rougier – Zalazar
Estadio: "Once Unidos" - Mar del Plata

Foto: Majo Gil (@MajoPick / mjgil@pickandroll.net)

Pablo Tosal
@pablotosal
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