Desde que comenzó la Liga, Peñarol todavía no ha ganado dos partidos de visitante en un mismo fin de semana y esta noche querrá cerrar esta primera deuda interna cuando enfrente en el Osvaldo Casanova de...
Autor:Pablo Tosal
Por el segundo tiempo en Comodoro, porque mira la tabla de posiciones desde un puesto expectante, porque quiere ganar dos de visitante seguido por primera vez, porque tiene que recuperar el increíble partido que perdió de local con Belgrano, los argumentos de Peñarol se multiplican para que esta noche sea un partido especial.
Entre irregularidades, propias y por lesiones, el equipo de Mar del Plata supo mantenerse entre los primeros 6 puestos de la Liga y ahora con Hernán Montenegro buscando su estado físico ideal y el resto conciente de cuales son los caminos a seguir, Peñarol se ilusiona con un regreso feliz a la ciudad.
En Comodoro, Lisandro león Liguori jugó un gran segundo tiempo desde la base y el pibe Pablo Ortega no desentonó, ambos en la suplencia del base. El técnico no usó en toda la noche al juvenil con más experiencia: Juan Pablo Sánchez, pero Peñarol los segundos veinte minutos fue un equipo sólido y prolijo.
Además la media cancha con Fernando Rodríguez y Josh Pittman está pasando por un momento de altísimo vuelo y en ella se basa gran parte de las ambiciones ofensivas. Olivares además se ha transformado en la primera rueda de auxilio “todo terreno”, como cuatro o como tres, siempre otorga soluciones y junto con Jared Prickett aseguran un Front Court fuerte y confiable
Enfrente estará un Estudiantes que viene de apabullar a Independiente de Gral. Pico (que jugó sin su mejor extranjero) pero que presenta muchos altibajos. El equipo bahiense se presentó como uno de los animadores del certamen pero poco ha demostrado. Es un equipo naturalmente goleador y que plantea los partidos a un score alto. Su defensa es permisiva y sus dos extranjeros (Curtis Williams y Quincy Alexander) alternan juegos excepcionales con partidos frustrantes. Sin Farabello creció mucho el juego de Diego Prego que tiene altura, y buen juego perimetral, ayudado por la solidez del “Lobito” Fernández. Un jugador que fue tan irregular como el equipo es Pablo Moldú, acusado de dar ventajas defensivas pero determinante en ataque. El banco de relevos es corto y sólo sobresale lo que pueda darle Mariano Castets y algo del Fernando Varas