Muy lejos está Ferro de parecerse al equipo de principios de Liga, y con problemas de orden económico que se trasladan a su presente de juego esta noche enfrentará en el estadio de Once Unidos a Quilmes que...
Autor:Pablo Tosal
Quilmes juega mejor cuando es “Punto”, cuando se sabe el más débil, y no cuando llega de “banca”. Por lo menos así lo demostró en los últimos tiempo con los grandes dolores de cabeza que dieron los equipos que en teoría estaban por debajo del cervecero, en cambio los mejores partidos los juega contra los poderosos. Pareciera que a Quilmes le gusta correr de atrás. El rival de hoy es un equipo que perdió 15 de los últimos 16 juegos, que está sumido en una crisis interna por falta de pagos (casi no viajan por falta de dinero), despidió a un extranjero (Toshiro Germany) para abaratar costos, se le fue el mejor importado por el mismo motivo (Todd Williams) y su reemplazo alterna buenas con malas (Erron Maxey).
Sobran los ejemplos de que a Quilmes los rivales potencialmente inferiores los complica, el último fue Andino, que sin extranjeros le dio una verdadera paliza en La Rioja. Por eso, aunque pueda tener la cabeza en el partido de este martes para la televisión y frente a Boca Juniors, hoy puede demostrarle a su público todo lo bueno que viene haciendo. Además si saca una buena ventaja de entrada podrá hacer más largo su plantel y rotar con los juveniles ya que el equipo sufre un gran desgaste por ser sólo seis jugadores lo que sostienen el partido.
En la semana se confirmó que la lesión de Oscar Arce en su rodilla demandará de un mes a un mes y medio para que vuelva a jugar, lo mismo que Fabián Horvath que fue sometido a una operación de artroscopia de Rodilla y tendrá entre 30 y 45 días de inactividad. Por tal motivo la llegada del “veterano” Manuel Forrest (38 años) es esperada con ansiedad para dar una mano entre los internos.