Quilmes jugó los peores treinta minutos de la temporada, pero en el mismo partido revirtió la historia con siete minutos de alto vuelo, defensa dura y porcentajes dignos de un equipo que tiene ganas de ganar. Enfrente estuvo Ferro
Autor:Pablo Tosal
Desde el comienzo mando Ferro. Al minuto y medio ganaba 1-5 y con cinco puntos de Ibarra y cuatro de Ebong seguidos, Quilmes se puso en partido por uno abajo (10-11). Hasta ahí llegó todo lo que pudo hacer en el primer cuarto y todavía faltaban cinco minutos para que terminara. Erron Maxey dominó los tableros, metió 9 en el parcial y con la conducción de Ciorciari, que dominó a Ibarra y después a Farabello, los de capital se fueron arriba 21-11 al final de los primeros 10.
En el inicio del segundo cuarto nada cambió. Quilmes sumando los últimos cinco minutos del parcial anterior y los primeros tres del segundo, en 8 minutos convirtió un sólo punto, aunque Ferro le dio una mano perdiendo 13 balones en el primer tiempo. El partido era de tono mediocre para abajo, y Quilmes abolló los aros (9/30 en dobles y 0/7 en triples en los primeros 20) además provocó pocos tiros libres (5/7) y de los 8 rebotes en ataque que tomó en el segundo parcial sólo aprovechó tres, en cambio Ferro que no contaba con una figura determinante, sustentaba su producción en la sapiencia de Ciorciari y encontró gol en casi todas las posiciones si buscar desde el perímetro (0/1).
Los primeros tres minutos del inicio del complemento fueron una continuidad del primer tiempo, Quilmes erraba hasta los tiros más inverosímiles y Ferro, sin ser un equipo dominante, usaba los errores del local, corría el contraataque y hacía todo fácil. El equipo de Oscar Sánchez era una sombra del equipo que le ganó a Estudiantes de Olavarría. El mal balance defensivo era víctima del ataque desprolijo y en defensa ni Cavaco ni Pablo Gil podían contener a Erron Maxey que tomó tres rebotes ofensivos por la espalda de sus marcadores y los cambió por puntos (sumó 10 en el parcial).
La diferencia al comienzo del último parcial era de 13 puntos (51-64) que rápidamente se amplió a 17 por un parcial 4-0. Fue el punto de quiebre. A partir de allí Quilmes, ensayó una defensa zonal 2-3 que fue efectiva, luego la cambió por el hombre a hombre con presión toda la cancha que ahogó el traslado del rival y su defensa cerró los caminos al aro. Cavaco que venía 0/6 de cancha tomó un doble y un triple de riesgo y los metió. El equipo ganó en confianza y el aro se hizo más grande. En los primeros tres cuartos en dobles sufrió con 15/43 (34%) y en el último terminó con 8/8, mientras que en triples venía 4/21 (19%) e hizo 3/6 en los últimos 10. Sólo Walter Guiñazú (26 puntos) sostenía a Ferro. En final cerrado, Ciorciari, Maxey y Herrera acumularon cuatro faltas y fueron permisivos en la marca, en cambio en Quilmes que tenía a Ibarra, Gil, Cavaco y Ebong también con cuatro nunca levantó la intensidad defensiva.
En apenas siente minutos de euforia, Quilmes se dibujo una sonrisa. Jugó mal y cambió a tiempo. Ferro se asusto cuando se dio cuenta que podía perder un partido increíble y sus jugadores, después, le echarían las culpas al árbitro Bautista, que dirigió mal, pero para los dos. Fue un susto que sirvió para sumar de a dos y que seguramente servirá para corregir errores.
Pablo Tosal
Quilmes 86: M. Ibarra 17, D. Farabello 13, D. Cavaco 9, B. Ebong 21 y L. Boozer 7 (FI), P. Gil 19. DT Oscar Sánchez
Ferro 82: D. Ciorciari 15, N. Ingles 2, Castiñeira 2, Maxey 25 y Guiñazú 26 (FI), R. Herrera 10, F. Titarelli 2. DT Pablo D´Angelo