La imagen final de Quilmes poco tenía que ver con la ofrecida 48 horas atrás. Cuando parecía que habían sepultados las ilusiones, el equipo de Oscar Sánchez derrotó con autoridad a Estudiantes 108-101 y llevó...
Autor:Pablo Tosal
Si algo quedó claro es que la entrada fue pagada por el espectáculo que dieron los jugadores. Emotivo, intenso, cambiante en el resultado y el desarrollo y hasta con una decisiva participación de los árbitros en el juego. Todos los ingredientes para que sea apasionante. Y ganó el mejor, el que se equivocó menos, el que tuvo al jugador de la noche, y el que buscó más el triunfo.
Por la zona 2-3 que el cervecero instrumentó de movida el partido fue distinto. Un arranque a todo gol de los dos lados (9-11) hasta que Estudiantes tuvo como única respuesta para la zona el tiro de tres puntos (4/9 en el cuarto) y después de errar tres seguidos, Quilmes clausuró su canasto, corrió cuatro veces el contraataque y vía pablo Gil y Farabello (mucho más tranquilo que el martes) lastimó el canasto del campeón.
Sin ideas y sin porcentajes Estudiantes fue presa fácil de una gran defensa de Quilmes y la diferencia al cabo de los primeros 10 minutos se hizo de 10 (29-19). Pero en el segundo cuarto, llegó la respuesta visitante que salió decidido a acortar la brecha con presión en toda la cancha. Entonces la marca de Paolo Quinteros sobre Farabello fue altamente efectiva, y Ruiz Moreno (3 recuperos) controló a Pablo Gil. El “bata” se aprovechó de Lamont Boozer que o por nervioso, o por displicente regaló tres balones consecutivos y la diferencia de 18 (41-23) comenzó a achicarse. Matías Ibarra, en tanto, calentaba su tobillo a un costado de la cancha, esperando su ingreso.
Para colmo, lo que nunca se quiere sucedió: los árbitros fueron protagonistas de los últimos 4 minutos del primer tiempo. Las desconcentración de los jueces fue notoria, se olvidaron de cobrar dos claros foules a Osella, uno de Quinteros y el “Huevo se desencajó, protestó, y se ganó un técnico. Quilmes se fue del partido y la diferencia se hizo de 5 (50-45)
En el segundo tiempo el partido ganó en emoción, Quilmes seguía en zona 2-3 y Quinteros la bombardeó con tres triples seguidos más uno de Ruiz Moreno El ”Bataraz“ pasó adelante por 6 (59-65). Como respuesta, con el ingreso de Ibarra, Quilmes ajustó en triángulo y con Gil sobre Gaby Díaz (sólo 2 puntos en el parcial) e Ibarra sobre Quinteros (no volvió a convertir en el cuarto) en la individual, secó la ofensiva olavarriense. Para los últimos dos minutos, y por primera vez en el partido, defendió hombre a hombre y sacó ventajas. Arce apareció en la pintura (incluso metió un triple) y el cuarto lo cerró Ibarra con un triple a la carrera que empató en 76 el partido.
La recta final mantuvo la emotividad. Quilmes sacó una rápida ventaja de 6 (84-78) por dos triples de Farabello y en defensa volvió a la zona 2-3. Estudiantes, ya sin ideas lo quiso ganar de afuera pero tiró todo por la borda con 1/10 en triples. La acumulación de faltas les pasó facturas a los dos (Logrippo-Osella en Estudiantes y Cavaco-Arce en Quilmes) y sobre el cierre, con la gente como apoyo, el ”lata“ jugaba (11 pts) y hacía jugar, Pablo Gil convertía y ”Chiche“ imponía los ritmos.
Después del desahogo del grito final por al victoria, todas las declaraciones se metieron de lleno en la realidad, ”la serie sigue super pareja“ fue el denominado común. Y sólo uno pasará a la final. Ambos demostraron sus virtudes y defectos, su corazón y sus miserias, y el lunes se escribirá el último capítulo de una historia apasionante.
Pablo Tosal
Quilmes (108) : D. Farabello (21), P. Gil (27), D. Cavaco (13), L. Boozer (13), O. Arce (15), formación inicial; M. Ibarra (19) y G.F. Horvath. Entrenador, Oscar Sánchez.
Estudiantes (101) : L. Ruiz Moreno (20), P. Quinteros (26), G. Díaz (21), D. Logrippo (11), D. Osella (10), formación inicial; F. Marín (7), D. McCray (5) y N. Lorenzo. Entrenador, Sergio Hernández.
Cuartos: Quilmes, 29-19; 50-45 y 76-76.
Arbitros: Darío Rodríguez, Roberto Settembrini y Fernando Sampietro.