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29/09/2002 01:39 | Liga Nacional

Con el peso de la historia

Atenas se impuso fácilmente a Argentino de Junín por 97-79 en la segunda jornada del Cuadrangular final de la Copa Argentina. Bruno Lábaque metió 38 puntos.
Autor:Pablo Tosal

Suele decirse en los ámbitos tribuneros que tal equipo “le tira con la camiseta” a otro. Siempre hay algo de cierto en algunos dichos. Y algo de eso pasó en la tarde-noche del sábado en Once Unidos.

Atenas es un equipo por individualidades, muy superior al de Argentino de Junín. Es evidente que Bruno Lábaque, Andrés Pelussi, Matías Lescano y Diego Logrippo, van a sacar muchas diferencias a sus oponentes.

Lo que no es tan evidente es que los juveniles de Atenas saquen soberanas diferencias sobre jugadores que serán protagonistas del Torneo Nacional de Ascenso.

El partido no se puede explicar cronológicamente cuarto por cuarto. Hubo un solo. El primero, después fue más y más de la misma historia. Y se resume así:

Atenas comenzó fuerte en defensa, no dejando espacios para que Ramiro Carulla impusiera el ritmo. Y a través de las acciones individuales de Bruno Lábaque (11 puntos, 2 triples) y el trabajo de los internos (6 de Logrippo y 4 de Pelussi) el Campeón de liga sacó rápidas ventajas. (7-0, 11-3, 20-8, 25-14).

El “Josi” Gil sostenía a Argentino con vida. Parecía previsible la diferencia, sobre todo que Barrera, Torres y Beigier no tuvieran tantos espacios en la pintura para lastimar. Pero hubo algo más.

Porque seguí rotó el banco de los suplentes y el partido nunca cambió, ni de juego ni de rumbo. Atenas cada minuto sacaba más ventajas.

Por largo tiempo el quinteto cordobés era: Guillermo Lábaque, Agustín Prieto (Cadete, 16 años), Ezequiel Dentis, Diego Brezzo y Diego Logrippo. Y Argentino de Junín respetó muchísimo a este equipo de juveniles y un mayor. Le faltó audacia para atacarlo. Nunca se ánimo a jugarle.

La verde camiseta de Atenas y toda su historia y la televisación nacional a través de Telefe quizás conspiraron en contra, pero Argentino fue una sombra del equipo que es. Y el partido refleja que no fue Atenas (con sus nombres) el poderoso equipo que le sacó 20, porque los pibes de Atenas también bailaron al equipo de Junín.

El segundo tiempo fue un largo bostezo de 20 minutos. Más de los mismo. Salvo que Beigier se hizo fuerte en la pintura y cambió algo la cara de su equipo. En tanto, en el otro, Bruno Lábaque se dedicó a jugar un rato para él y su casillero individual creció hasta llegar a 38 con goles de todos los colores. No hizo 50 porque Seguí lo dejó en el banco.

Párrafo aparte para la gente de Junín. Son el color de la copa. De los 500 espectadores más 200 son de Junín. Alientan, gritan, también se enojan, despliegan sus banderas y con su cantos rompen el silencio de Once Unidos. Una fiesta.

Fue un partido atípico, sin emoción, por lejos el más flojo del cuadrangular. Mañana ante Boca, Atenas esta obligado a mostrar mucho más que recursos ofensivos individuales para quedarse con la primera edición de la Copa Argentina.

Síntesis

Atenas 97: B Lábaque 38, F. Funes 10, M. Lescano 15, D. Logrippo 8 y A. Pelussi 4 (FI), G. Lábaque 8, R. Medina 1, A. Prieto 2, D. Brezzo 4, E. Dentis 4, A. Reinick 0 y Maldonado 0. DT Horacio Seguí

Argentino 79: R. Carulla 3, J.L. Gil 19, J. Cangelosi 2, H. Beigier 19, G. Barrera 6 (FI), P. Martinez 2, G. García 6, H. Torres 14, A. Vacarezza 1, A. Di Biaggio 2, F. Martina 4, M. Piuma 0. DT: Adrián Capelli.

Estadio: Once Unidos
Árbitros: Pablo Estévez y Alejandro Ramallo.
Parciales: 31-20, 60-41, 81-60