Corazón valiente

Da la sensación que a Peñarol todo le custa mucho. Y que esto será una constante. Pero si esta hecho para sufrir, ahora sabe que tiene corazón para aguantar. A la versión 2002/2003 de Peñarol no le pidan muchos lujos, ni jugadas estridentes, pero tampoco se verá que baje los brazos.

Para ganarle a Gimnasia debía contener el poder goleador de su juego interior. Y cumplió. Los 20 puntos de Easterling y los 16 de Jervaughn Scales estaban dentro de los cálculos y salvo Migliori (18) nadie más superó los 10 puntos. Es decir, no hubo terceras apariciones a un acto que tenia a sus protagonistas con roles definidos. El libreto estaba claro y salió tal cual.

Los primeros 13 minutos de juegos fueron de flojos para malos. Stan Easterling dominaba el área rival y con 9 puntos en seguidilla fue lo más peligroso de su equipo. pero nada más, y Peñarol se abría paso con Tato Rodríguez y Gustavo Bianco por acciones individuales. Ambos fabricaban los espacios en donde no los había. Pero las acciones de equipo brillaban por su ausencia.

El tedio de las buenas defensas antes obsoletas ofensivas rígidas siguió hasta entrado el tercer minuto del segundo cuarto. Y como si una campana invisible sonara, se despertaron ambos equipos en pos del espectáculo. El juego se convirtió en un correcalles (muchas veces sin sentido). Las ofensivas duraban menos de 15 segundos.

Pero ambos equipos sabían que en la ofensiva estacionada, sus defectos se potenciaban. Entonces el partido ganó en emoción y en goleo. El cuarto lo ganó Peñarol por uno (27-26). Defendió mejor en el marco de un desarrollo parejo.

En el tercer cuarto Peñarol sacó los réditos necesarios para quedarse con el partido. Defendió muy intenso de media cancha para atrás, pero especialmente en la primera línea defensiva. Maniato los intentos de Eloy Martín y Lucas Saúl de ponerle la bola interior a Scales y Easterling. Calvo, Tato, Juan Pablo Sánchez y Leo Diebold (en su regreso) fueron artífices de separar al equipo rival en dos.

En el tercer parcial, Gimnasia perdió 8 pelotas pero 5 fueron recuperos milrayitas. Además la visita no tomo ni un solo rebote en ofensiva. Con el balón en mano Peñarol desplegó el juego que mas le gusta: El contraataque. El parcial se lo llevó por 9 (26-17) e ingreso al ultimo cuarto arriba por 8 (68-60)

Para la recta final Peñarol no bajó los brazo en defensa, y solo pasó serio sofocones en el desarrollo (no en el tanteador) cuando Tolcachier se jugó con dos bases en cancha (Saúl y Eloy). Fue lo mejor de su equipo que pudo zafar de la presión de la media cancha rival y crear juego.

Pero le duro poco, porque el base suplente se fue por cinco faltas al banco y ya el talento juvenil de Eloy Martin no pudo solo ante todo el caudal perimetral de Peñarol. Su equipo cayó en una anarquía y no pudo, no supo o no quiso salir a buscar el partido desde afuera (léase desde los 6.25). Siguió fiel a su libreto y el local lo dominó.

Gustavo Bianco con 10 puntos en el cuarto fue quien le puso un moño a la faena, aunque en rigor de verdad, fue un sólida actuación de equipo, sin un estandarte.

Peñarol edificó su triunfó de atrás para delante. En la defensa sacó los mejores frutos para luego sacar provecho de un rival que ante la duda especuló en vez de ir a buscar le partido. A pesar de que a falta de 1:10 estaba solo a 5 (84-79), con inteligencia y mucho corazón se quedó con la primera victoria de local en la era Daniel Zeta Rodríguez. Salud.

Peñarol 88: N. Calvo 13, S. Rodríguez 10, R. Amaro 2, G. Bianco 25 y S. Aispurúa 6 (FI), J.M. Locatelli 13, M. Tagliotti 5, Diebold 0, J.P. Sánchez 9, y J. Abadie 6. DT: Daniel Rodríguez.

Gimnasia C.R. 83: Eloy Martin 10, S. Anderson 7, H. Minzer 6, J. Scales 16, S. Easterling 20 (FI), S. Zalaya 4, L. Saúl 2, R. Valdez 0 y F. Migliori 18. DT Enrique Tocalchier.

Estadio Polideportivo: 600 personas
Árbitros: Vaisman - D´Atri
Parciales: 15-17, 42-43, 68-60

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