Quilmes - Estudiantes O.

Ninguno de los dos equipos tiene el brillo de temporadas anteriores, el personal lo limita, sobre todo Quilmes que sufre la ausencia de extranjeros. Pero ambos equipos han encontrado dentro de un marco de irregularidad de la Liga, un poco de sobriedad en el juego y regularidad que lo han llevado a disputar un plaza por el Top cuatro a realizarse en santa fe en diciembre.

El local, ganó 5 de sus últimos 6 juegos y viene recuperando en el juego algunas cosas que insinuó de movida en la pasada Copa Argentina. Presión y solidaridad defensiva, y ahora inteligencia en los cierres de juego. A la vez que ha crecido el nivel de las individualidades, especialmente en su sexto hombre, Martín Vaquero. Corregido también a partir de un cambio posicional, ya que hace dos partidos se desempeña de ala pivote chico y es relevo de los internos.

Quilmes trabaja muy bien la zona que instrumenta con ajustes y cada vez que utiliza cuatro perimetrales (con Vaquero de “cuatro”) es cuando más cómodo se siente y mejor despliega su juego.

En la columna del debe todavía necesita muchos partidos de rodaje para algunos de sus juveniles. Sucede que los juveniles de Quilmes pasaron del ostracismo de la liga anterior a sumar minutos importantes en la presente temporada y la adaptación todavía les cuesta. Especialmente el relevo del base Gustavo Ismael Fernández ha sido un dolor de cabeza constante.

Por su parte, El Bataráz no tiene los “nombres” de pasadas temporadas que lo dejaron dos veces seguidas campeón de liga y una sub campeón, pero Sergio Hernández en la renovación eligió un grupo de jugadores jóvenes, moldeables y con talento. Pero el proceso será muy lento en lo que el entrenador pretende.

Tanto es así que luego de las dos derrotas iniciales hubo que traer un extranjero de urgencia para suplir las carencias de gol y debajo del trapecio. A partir de la llegada de Shanne Jones, Estudiantes fue otro equipo y sobre todo comenzó a ganar. La actual racha es de seis partidos consecutivos sin derrotas en sus ocho presentaciones.

El tirador del equipo es el goleador del pasado Torneo Nacional de Ascenso, Julio Mázzaro, quien fue pretendido por Quilmes en la previa de la Liga. Cuenta además con un base explosivo y con gol como Diego Alba, la juventud y talento del alero de Fernando Malara y un recambio confiable como Fernando Titarelli.

Su punto más flaco está en la pintura donde la presencia de Shanne Jones solucionó muchos aspectos, pero Martín Pasquinelli y Enrique Marina no brindan muchos centímetros y peso, aunque la vuelta a las canchas de Darío Mansilla (2.07 mts) fue una gran noticia para los olavarrienses.

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