Todo se define hoy

Ambos pueden dar mucho más de lo que mostraron, pero en un partido de discretísimo nivel Estudiantes encontró lo que fue a buscar: la victoria, el cómo, en un play off, es secundario.

El partido comenzó con Estudiantes a toda maquina y Quilmes dormido. Parecían no dos equipos de diferentes categorías, sino de distintas ligas. La defensa local, se cerraba sobre Chiappero, no permitía los rompimientos de Cavaco al aro y ante el estatismo de la ofensiva cervecera, el “bataraz” robó balones (cuatro de las siete pérdidas de Quilmes) y clausuró su canasto en los primeros minutos.

De la mano de Diego Alba y Julio Mázzaro, las réplicas de Estudiantes eran veloces y precisas, y en las pocas ofensivas estacionadas, Shanne Jones dominaba a voluntad. En los primeros cinco minutos la diferencia era: enorme 21-9

La solución para la visita llegó desde lejos. Dos triples de Nicolás Pérez y otro del “Lobito” Fernández acortaron las diferencias hasta llevarlas a 6 al final de los primeros diez minutos: 25-19 poniendo un parcial a favor de 10-4.

En el segundo cuarto, Patricio Simoni, sacó del juego a Jones que dejó de lastimar en la pintura y Quilmes pudo defender mucho mejor las mandadas de Alba, por lo que Tittarelli tomó la base del local. Se despertó Cavaco en ofensiva (12 puntos en el parcial) y Quilmes pasó al frente por uno 34-33 corridos los primeros tres minutos del segundo cuarto.

Hasta que llegó una jugada clave. Simoni tiró una bandeja que dio una vuelta por el aro y cuando estaba en evidente descenso al canasto fue barrida por Darío Mansilla. En la acción de tiro Pasquinelli le hizo foul al pivote. Correspondía convalidar el doble y el adicional. Estevez marcó la falta pero no convalidó el tanto. Enseguida protestó Simoni, se ganó un técnico y que Pedro Escaraín lo sentara ya que el Pato estaba muy caliente con los árbitros.

Era el mejor momento de Quilmes, pero las protestas, y la injusticia lo sacó mentalmente del partido. Estudiantes aprovechó todo. Aplicó tres triples (Alba, Pasquineli y Mazzaro), quebró el juego y se fue arriba 46-37 en un parcial 13-4. Sólo la tozudez de Cavaco y Vaquero le dieron algo al cervecero que perdió la primera mitad por 6: 50-44

En el segundo tiempo el juego cambió, para mal. Ambos entrenadores hicieron hincapié en la defensa y fue un concierto de errores, forzados y otros no tantos, porque el juego perdió calidad. Los árbitros decidieron cobrar viejos foules de ligas pasadas y todo se hizo muy lento.

Quilmes descontó un punto en el tercer cuarto (16-15) con sólo tres argumentos ofensivos (Cavaco 4 puntos, Vaquero 7 y Chiappero 5), el resto bien gracias. A Estudiantes no le fue mejor, erró muchos libres (5-13) pero sobrevivió con la carga del rebote ofensivo. En las segundas instancias encontró vida.

Para el tramo final, era evidente que el partido se definiría en juego cerrado. Quilmes remaba de atrás y llegó a ponerse un par de veces a un punto, pero el local siempre encontró una respuesta. La aparición de Federico Arce (7 puntos en el cuarto) fue decisiva ya que Jones sólo convirtió un punto en el segundo tiempo y su equipo lo sintió. Pero la defensa sobre los perimetrales quilmeños, anulando primero la posibilidad de tomar tiros cómodos, cortando línea de pase y negando la bola interior fue lo que le permitió quedarse con el triunfo.

No obstante la victoria fue sufrida, a falta de 22 segundos una volcada de Martín Vaquero puso las cosas 75-74 a favor del “bata”. En la reposición Quilmes cortó con foul y Alba metió los dos libres. La última ficha la visita la apostó a pleno y quiso cerrar con un triple, pero la ofensiva se embarulló y la pelota nunca llegó a Cavaco, mitad por la mala ofensiva, mitad por la falta no cobrada de Malara sobre el capitán quilmeño.

Estevez cerró una noche gloriosa cobrando falta antideportiva a Nicolás Pérez sobre Malara. Ya todo había pasado. El triple de Arce sobre la chicharra decoró el resultado.

Es muy tentador hacer una analogía sobre el deficiente sistema bancario argentino y el banco de los suplentes de Quilmes que no entregó un solo punto en todo el partido, pero el cervecero no está para chistes y los ahorristas tampoco.

Párrafo final para las estrellas de la noche: Javier Mendoza y Pablo Estevez. Dos amigos de Quilmes. El primero de la época del TNA y el segundo de toda la vida. Uno intuía que el “romance” se había terminado con la ida de Oscar Sánchez, pero se ve que sigue. Y no es que hayan perjudicado a Quilmes, es que la amistad en estos tiempos está en franca decadencia.

Estudiantes (O) 81: D.Alba 10, J.Mazzaro 22, F.Malara 15, F.Cavagna 2 y S.Jones 10 (FI); E.Marina 0, D.Mansilla 2, F.Tittarelli 6, M.Pasquinelli 3 y F.Arce 11. DT: Sergio Hernández.

Quilmes 74: G.I.Fernández 9, N.Pérez 8 (x), D.Cavaco 21, M.Vaquero 26 y C.Chiappero 10 (FI); P.Simoni 0 (x), E.López Cerdan 0, E.Irigoyen 0, L.Bruera 0, C.Collar 0 y L.Cequeira 0.

Estadio: Maxi Gimnasio de Estudiantes de Olavarría.
Arbitros: Pablo Estévez-Javier Mendoza.
Parciales: 25-19, 50-44 y 65-60.

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