Un pichi demoledor

En los primeros tres cuartos fue goleador, en el último fue el estandarte de la victoria. Héctor Campana se recupera físicamente y Atenas lo disfruta. Fue el máximo responsable de la victoria de su equipo anoche en Once Unidos antes unas 1200 personas.

Ganó Atenas porque tiró con mejor porcentaje de efectividad. Hace un mes atrás en la clínica Internacional de Mar del Plata que dictó Rubén Magnano, entrenador de la Selección Nacional, decía que el porcentaje de tiros de campos es el principal item estadístico de un partido. Atenas la embocó y Quilmes no. En el desarrollo no hubo diferencias.

En el incio fue confusión, y como diría un amigo, el incio es la mitad de todo. Las ofensivas se ejecutaban sobre los 10 a 15 segundos y en el vértigo ambos salieron perjudicado. La intención del local era poner la bola lo más cercano del canasto posible. Chiappero y Simoni no fueron determinantes pero aportaron algo, el resto fue de Cavaco y Nicolás Pérez que econtraron huecos cercanos al aro para lastimar con altos porcentajes (8/10 en dobles). De afuera no la metían ni equivocados (1/6 en triples).

Atenas era similar al cervecero, salvo que cuando se dio cuenta que no podía jugar con sus internos, Bruno Lábaque y Pichi Campana, sóplo se prestaban la bola entre ellos. Sobre el final del parcial apareció Lo Grippo con buenas acciones individuales.

En el segundo cuarto hizo su debut el extranjero de origen Mexicano Sanjey Noriega. Y la primera opción ofensiva fue un triple convertido. La segunda también. A Atenas se le abrió el aro primero, pero el ingreso de Vaquero (No entrenó en toda la semana) equilibró el juego con dos triples. La aparición de Funes y la continuidad goleadora de Lo Grippo le dieron la mínima ventaja a la visita dentro de un marco parejo.

El tercer cuarto fue determinante, Quilmes recurrió a una zona con ajustes y entre Bruno Lábaque y Pichi Campana la bombardearon (5/7 entre los dos). Y Quilmes ya no le pudo seguir el ritmo (1/4 en triples), pero especialmente dilapidó cuatro situaciones de contraataque en superioridad numerica sin convertir.

La zona no era efectiva desde el perímetro, pero los ajustes hacia su aro acorralaban los rompimientos del rival. No fueron simples robos de balón, los atrapes fueron eficaces y con la pelota en la mano no pudo convertir cuatro bandejas seguidas. De alguna manera Quilmes sepultaba sus propias ilusiones.

Con una diferencia del orden de los 8 a 10 puntos, Bruno Lábaque demostró que maduró como jugador, y ya no fue el base alocado y de faceta goleadora. Metió la bola bajo el brazo y manejó los hilos de su equipo. Después vino el show del Pichi. Cuando la defensa de Quilmes era apremiante los últimos 5 segundo eran resueltos por él. En todo el partido no había tomado muchas decisiones de juego, pero paradito desde las esquinas estaba 5/8 en triples. Pero en el cuarto final, fue el motor de la victoria ateniense.

Luego en el final Quilmes se jugó el resto con presión toda la cancha para no regalar un partido de tramite equilibrado. Pero la suerte (la misma que pedía Napoleón a sus generales) le fue esquiva. En el último cuarto tiró 9/16 en libres y 3/12 en triples. Ni queriendo erraba tanto.

Cuando el destino dice que NO, no hay forma de hacerle trampa. Por más que en las huestes cerveceras quede el sabor amargo de un pésimo arbitraje de Fernando Sampietro con complicidad de Diego Rougier. Por más que las protestas del banco griego eran para todo tipo de sanción. La realidad fue que Quilmes sin ser menos se quedó con las manos vacias. Demostró una vez más, que su banco de los suplentes le da de nada para muy poco.

En la noche de miércoles un viejo goleador de 39 años sigue encendido como el primer día y de sus manos, Atenas se quedó con todo.

Síntesis

Quilmes 94: G.I.Fernández 11, N.Pérez 16, D.Cavaco 25, P.Simoni 7 y C.Chiappero 25 (FI); M.Vaquero 10, E.López Cerdá 0, L.Bruera 0, J.E.Yrigoyen 0, L.Cequeira 0.

Atenas 99: B.Labaqué 23, H.Campana 26, M.Lescano 3, D.Logrippo 24 y D.Brezzo 4 (FI); A.Reinik 2(x), S.Noriega 9, A.Funes 6, Pentis 0, G.Labaque 0 y E.Maldonado 2.

Estadio: Once Unidos.

Árbitros: Fernando Sampietro y Diego Rougier.

Parciales: 23-22, 52-50 y 75-67.

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