De los últimos 9 partidos, Quilmes ganó 7. Las derrotas fueron de visitante. Pasó del puesto 15 al 12 sacándole 3 puntos de diferencia al lote de los cuatro últimos. Se ve sólido y ahora gana partidos hasta jugando mal. Análisis del cambio.
Autor:Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.com.ar)
Suele decirse que el básquetbol es el ajedrez de los deportes. Puede ser. Lo cierto es que las estadísticas reflejan la actualidad de un equipo, aunque para un análisis mas riguroso se necesita una radiografía del alma. O de la intimidad del grupo si más le gusta. Veamos que pasa en Quilmes.
Ese vagabundo nómade que era Quilmes hasta la fecha doce sufrió una transformación drástica desde la llegada de un solo jugador. Eso está claro. Josh Pittman fue el culpable de todo. Es Natural que en un equipo que no pudo más que en cuenta gotas entregar destellos en sentido equipista, y que sobrevivía en individualidades, abrasara con devoción la llegada de un jugador que en el rubro individual sobresale como ninguno.
Josh Pittman defiende de poco para nada, no toma rebotes, no la pasa, no roba balones. Sin embargo está considerado uno de los extranjeros más determinantes de la competencia junto con Lázaro Borrel ( A todas luces un jugador mucho más completo 27.0 pts, 9.1 rebotes, 1.9 asistencias, 1tapa y 1.8 recuperos de promedio)
La principal virtud de Josh es un demoledor uno contra uno, con enorme capacidad atlética, gran poder de salto, definición con ambas manos. En la columna del debe en ofensiva, está su tiro de larga distancia (35% en triples esta temporada y 34.5% en su carrera)
No obstante con carencias semejantes que no le permiten jugar en el primer nivel europeo (donde se prioriza defender y pasarla), Pittman convirtió a un grupo de jugadores a la deriva en un equipo con pretensiones de dar el batacazo en los Play Offs.
Hasta el momento Pittman promedia en 9 juegos: 29.4 pts, 3.4 rebotes, 1.5 asistencias 0.2 tapas, 2.1 pérdidas y 1.6 recuperos. Salvo en Puntos nada se destaca.
Sucede que como Quilmes no jugó nunca en función de equipo encontró un líder que solucionara las ofensivas en las que habitualmente terminaban chocando todos entre sí. Tomando malos lanzamientos que provocaban un natural desbalance defensivo. Todos abiertos que define Pittman!!!.
Pero es evidente que los puntos que hace se los restó a los compañeros. Veamos el siguiente cuadrito:
Jugador
Sin Pittman
Con Pittman
Diferencia
Gustavo Fernández
9.8
7.3
-2.5
Nicolás Pérez
12.8
12.6
-0.2
Diego Cavaco
20.2
15.7
-4.5
Martin Vaquero
16.4
10.0
-6.4
Patricio Simoni
13.9
10.5
-3.4
Claudio Chiappero
14.5
4.0
-10.5
Totales
87.6
60.1
-27.5
Ahora bien. El más perjudicado por la aparición del extranjero es Claudio Chiappero, quien pasó de ser el Jugador Más Rendidor del equipo a sexto hombre. Desde la nueva estructura el técnico, Pedro Escarain, no quiere saber nada con juntar por más de dos minutos a los dos pivotes (Chiappero - Simoni) en cancha.
Quilmes, atacando con más efectividad, mejoró su balance defensivo, y bajó su promedio de gol en contra al tiempo que aumentó el propio.
Sin Pittman
Con Pittman
Diferencia
tantos a favor
84.1
91.8
7.7
tantos en contra
91.6
80.9
-10.7
¿Que pasa por la cabeza de los jugadores ahora?. “Estamos muy bien, nunca nos sentimos así en toda la temporada” confesó hace una semana atrás el lobito Fernández a Pick and Roll. “ Con Atenas perdimos nosotros, no lo ganaron ellos, tenemos la confianza que antes nos faltaba” dijo.
¿Quilmes juega mejor?. No, pero gana. Y lo hace porque su estructura no definida, incorporó rápidamente a una pieza clave. Contra Libertad de Sunchales Quilmes atacó el primer tiempo como los Menphis Grizzlies de Pau Gasol. Fueron una fábrica de uno contra uno. Y Pittman jugando mal, otra vez aparecieron las viejas historias de volver a defensa mirando los números de atrás de las camisetas rivales.
Pero luego los errores fueron conceptuales. Martín Vaquero tuvo su noche más floja desde que esta en Quilmes. Sin embargo permaneció en cancha 26 minutos y gran parte del segundo tiempo. En el último cuarto, Omar Cantón tomó tres rebotes en ofensiva que fueron 6 puntos que podría haber sido la victoria visitante. Sin bloqueo defensivo, Chiappero estaba en el banco.
Esta es sólo una breve muestra que en Quilmes primero debería existir una idea de juego, que sus jugadores en la intimidad comentan que no la hay, para luego mejorar como equipo.
No obstante, en 9 partidos perdió con Ben Hur y Atenas de visitante y le ganó a Ben Hur, Belgrano (2 veces) Gimnasia LP, Andino, Ferro y Libertad. La única verdad es la realidad decía Juan Domingo Perón. Quilmes cambió derrotas por victorias, cambió mentalidad perdedora por mentalidad ganadora. Ahora deberá cambiar su juego para seguir creyendo que el mito de los Play Offs pueda ser verdad otra vez.