“Hubo una mano negra”

La nota se produjo en la tarde - noche del miércoles en los estudios de FM Mitre Mar del Plata, donde los muchachos de “La mano de Dios” hablaron con el ex técnico de Quilmes por espacio de 45 minutos. A Continuación rescatamos lo más saliente de la entrevista, póngase cómodo y lea:

La decisión del corte

“Desde el 5 de enero que no perdemos de local, ganamos 8 juegos consecutivos en Once Unidos y faltando tan poco realmente no lo esperaba, pero es una decisión que es facultad del que contrata.

Hay una suma de cosas en la decisión. Nosotros aspirábamos a tener más resultados, yo nunca he sido un tipo que diga hemos hecho una buena campaña, pero tampoco voy a admitir que es un fracaso, no es un fracaso. Mantuvimos la categoría, otro equipo de Quilmes descendió, y también nos falto algo de suerte en situaciones muy específicas.
El trabajo en la semana fue muy bueno y mantuvimos una excelente relación con los jugadores, nunca nos hemos peleado o discutido.”

El clásico como detonante

“Si hubiésemos ganado el clásico las cosas hubiesen sido distintas. No solo yo seguiría al frente del equipo sino que en la anímico nos hubiese predispuesto de otra manera, por ejemplo para estar en mejores condiciones para ir a ganarle a Olavarría.

En el clásico conseguimos algunos aspectos planteados, por ejemplo los tiradores habituales, uno por accidente (Juan Manuel Locatelli) y el otro (Tato Rodríguez) por disposición y haber hecho un muy buen trabajo defensivo.

Se nos escaparon otros aspectos, son las cosas que ocurren. El Vasco Aispurúa tuvo el mejor partido de la temporada y eso no estaba en los cálculos. Fueron 60 puntos de los pivotes de ellos contra 14 de los nuestros, cuando el partido anterior con Comodoro nuestros pivotes estaba funcionando bárbaro y en el partido siguiente volvieron a jugar bien.

Yo no ordené que Pittman vaya hacer 50 puntos, y el equipo no hiciera nada. Se dio así. El otro día contra Estudiantes de Bahía respondió mejor el equipo que Josh.”

El efecto del público en la relación con el equipo

“Un entrenador se devalúa en la cabeza y en concepto de su jugador cuando es insultado por la tribuna como fui insultado yo. Eso es una cuestión humana. La figura del entrenador la cambian totalmente y para el jugador la figura del entrenador se va mellando. La relación con los jugadores era excelente pero esos factores deterioraron el clima de trabajo.

Yo no soy de los entrenadores que se sacan la histeria o los malos momentos con los jugadores. Jamás lo hice y cuando asumí el plantel planteé que después de los juegos nadie haga uso de levantar la voz después de una derrota. Solamente se iban a festejar los triunfos. Ni yo lo hacia como ejemplo ni quería que lo hagan los jugadores. Y a pesar de perder cosas importantes jamás quebrantamos esa norma.

A pesar de haber dirigido planteles más exitosos, no he tenido nunca un plantel con la conducta personal y profesional que tuvo este de respetar esos valores. Por eso estoy convencido que el plantel va a lograr el objetivo.”

La salida para aliviar situaciones y el momento del corte

“Después de una convivencia de nueve meses, pronostico que el primer juego de este equipo tiene una ventaja en su favor que es un shock, que es el cambio del entrenador que se palpa siempre en cualquier cambio que haya.

Realmente pensé que iba a terminar la liga. Creo que si esto es para descomprimir la situación esta medida podría haberse tomado en diciembre o enero. Pero a lo mejor es una movida que sirve porque el Shock del que hablo se hace en un momento determinarte. Cuando vuelvan de Pico la cancha va a estar llena y ese grupo que me hostilizaba van a estar todo juntos con Quilmes y yo he sido el precio para lograr eso, no importa, pago y asumo ese precio con tal de que este equipo de trabajo llegue a un buen final y gane el Play Off. En buena hora que haya sido así y me adhiero a la determinación”.

El replanteo de su posible falta de autocrítica

“Hace un tiempo que viene instalado ese tema, no sé cuales son los argumentos y obviamente no los comparto. Y no es porque no asuma que hemos hechos una mala liga porque Hemos hecho una mala liga, evidentemente no alcanzamos los objetivos.

Por lo menos en una parte. Porque hay gente que pierde de vista que yo no firme en el contrato que tenía que trabajar con los juveniles en mi tiempo extra, y cuando llegue acá lo hice como una cuestión vocacional y que me adhería al proyecto del club y esos juveniles jugaron en la Liga cuando en otros equipos no sé si jugaban.

Tendré mi parte de la culpa que me corresponde, y yo nunca lo he negado, pero esto era un grupo de trabajo.

Yo no voy a formar la opinión de la gente, ni cambiarla, tampoco lo pretendo. Pero si esa es al idea que hay formada, bueno... revisaré estrictamente más para ver que si alguna cosa se me escapan, pero no estamos de acuerdo. Podemos pensar diferentes sin ser malo.”

¿La peor experiencia?

No, siempre hay malas, siempre uno se agarra disgustos aún en los mejores años. Obviamente lo peor fue sentirme así cada vez que dirigí un juego o tener que salir acompañado por la policía, eso sí fue degradante y creo que los dirigentes de Quilmes deberían sentirse también mal ante el país deportivo.

La gente y su necesidad de revancha

“Yo interpreto al plateísta que está ofuscado porque no ve jugar bien al equipo y están molesto como nosotros mismos. A ese espectador le pido disculpa por no haberle dado alegrías, y tengo que agradecerle que no haya tenido un exabrupto para conmigo porque con su silencio fue suficiente para que yo tenga que agradecerle. Quedamos en deuda y lo hemos dicho

Mi intención era seguir trabajando y con la incorporación de Pittman potenciarnos y mejorar en busca de los Play Off. Y sobre todo llegar yo al segundo play off para darle la alegría que uno no había podido darle a al gente”.

Donde estuvieron sus fallas como técnico

“Hoy no tengo con claridad todavía donde estaba la cuestión para hacer una mejor liga, quizás, y no por ser facilistas, era una situación simplemente de química entre los jugadores y el técnico, con la filosofía, conmigo, con mi cara, con mi voz, no sé.

Hay una idea instalada de que los jugadores no entendieron lo que les pedía. Y eso no se de donde viene, y no estoy haciéndole cargos a nadie. Pero no es así, porque mis otros jugadores en planteles que lograron ganar partidos, entendían los que les decía y yo no he cambiado de idioma. Me enriquecí con el tiempo con nuevo conceptos.

Puede ocurrir también que los jugadores que venían de otros entrenadores adaptados a su filosofía les cueste adaptarse a mi juego. Pero no hay mejores ni peores porque nadie tiene la verdad absoluta. Si nos malas ni son buenas, son distintas.

Por otra parte, esa cuestión de que yo era un entrenador antiguo, tengo versiones que hubo una mano negra con nombre y apellido que estuvo desparramando esa versiones y no corresponde que lo diga. Decían que estoy detenido en el tiempo, que estoy obsoleto, falta que diga que estoy ga-ga también, que me llevan en un sillita a la cancha”.

Ahí se terminó la charla, dejó los mejores augurios para Quilmes para sus objetivos y pidió que no tenga un desfasaje en lo económico por los dirigentes.

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