Boca Jrs - Quilmes (2do juego)

Revancha para los dos. Porque los dirigidos por Fernando Duró no tuvieron una buena producción ofensiva, virtud de Quilmes justo es reconocerlo, pero también apoyado en la propia ineficacia desde el perímetro (5/26), limitando las chances para abrir una dura y cerrada defensa visitante.

¿Le dará Boca a Quilmes otra chance igual de tantos yerros en el tiro del perímetro?. Es difícil. El cervecero dilapidó una excelente oportunidad de dar un golpe terrible en la bombonerita. Boca con malos porcentajes apenas tomó dos rebotes ofensivos de cancha en el segundo tiempo y dos rebotes ofensivos de equipo. Muy poco para inquietar la defensa de Quilmes.

Además de los 18 pérdidas, 10 fueron recuperos marplatenses y el contraataque no salió ni con velocidad y mucho menos con la precisión deseada.

Cada partido involucra una historia diferente. La de esta noche seguramente tendrá otros matices, pero si nos apoyamos en los sucedido el jueves, Fernando Duró debe estar más preocupado que Javier Bianchelli.

Boca necesita que Roberto Gabini, su jugador franquicia y hombre experimentado, tenga más participación ofensiva, así como será vital que entre Leiva, Burgos, Guaita y Herrera (27 puntos y 19 rebotes entre los cuatro) produzcan más, mucho más de lo hecho el primer juego. Simoni y Chiappero (23 puntos y 17 rebotes entre los dos) no coincidiendo en cancha varios minutos, fueron más determinantes en el partido.

Patricio Simoni tomó 8 rebotes ofensivos, de los cuales solo 3 transformó en gol. En dicho aspecto radicó la falla de Quilmes. El aro fue un enemigo más. Así como Boca seguramente no tirará con el 11% en triples (tiene 37.5% en la liga), Quilmes no errará tantos “penales sin arqueros”. Volcadas frustradas y bandejas que se quedaron cortas, fueron las imágenes de una noche negra en Buenos Aires.

Por último, Josh Pittman sufrió una acosó en la marca digno de una estrella, Cocha, Fox y Sartorelli, lo abrazaron para la foto. Además en el scouting, Boca encontró la forma que tanto por izquierda como por derecha, Pittman no pueda fácilmente desequilibrar en el uno contra uno.

Grafiquemos la idea. Después del pick a Josh en el poste alto, el marcador del Pick y su propio marcador lo siguen a Pittman hasta el eje de cancha pero llevándolo para atrás, alejándolo del canasto. Entonces cuando Josh corta el dribling esta muy alejado del aro y sin posibilidad alguna de lastimar a la defensa. Quilmes en estas ocasiones se olvidó de jugar Pick and Roll (situación que se repitió a lo largo de todo el torneo) y minimiza su chances ofensivas.

No obstante, con una mala noche y bien marcado Pittman terminó en 22 puntos. Han de rezarle a todos los santos quilmeños que Josh se ilumine, entonces las chances del cervecero crecerán hasta los límites de los soñado: volver a casa con una victoria.

www.pickandroll.com.ar