Un problema de justicia

Cuando la Liga Nacional se gestaba en el año 1984, para dar a luz en 1985, muchos entusiastas del básquetbol nacional vislumbran el despegue deportivo que nuestro deporte reclamaba, pero pocos, o muy pocos, le daban el marco empresarial en donde la novel Liga debía sustentarse.

Los resultados están a la vista: los jugadores y técnicos crecieron hasta situarse en lo más alto del nivel mundial. La parte empresarial del básquetbol, la que tiene que ver con los dirigentes, han sumido a la liga en una crisis sin igual, a semejanza del país en que vivimos.

Los problemas por la impericia dirigencial van saltando a medida que se avanza en el tiempo, y en estos días ha estallado un problema que se veía venir: los árbitros en edad de retirarse de su profesión se van dando un portazo, reclamando aportes jubilatorios y demás aportes que nunca fueron hechos por la cantidad correspondiente a los años que dirigió en la Liga Nacional.

En el curso del año pasado, un Juez dictaminó que el ex árbitro Jorge Morillo, tenía razón y sentenció a Asociación de Clubes de Básquetbol (AdC) a pagar cerca de 200 mil pesos por el reclamo de una relación de dependencia que nunca tuvo en los papeles, pero sí de hecho. Automáticamente Se sentó el primer precedente sobre este tema.

Por tal motivo, antes de retirarse, el árbitro Eduardo Alagastino anticipó que haría lo mismo, al igual que Eduardo D´Atri. Otro que podría seguir sus pasos sería Juan Quesada. Todos ellos perteneciente a una misma camadas de árbitros todos a punto de retirarse.

Pero con el problema de la jurisprudencia sentada, a los árbitros no se los podía retirar ya que entrarían en juicio con la AdC, por lo que la temporada anterior le siguieron asignando partidos para dirigir, en una forma de patear la pelota para adelante y buscar tiempo para una solución.

El problema detonó este invierno y antes del comienzo de la temporada 2003-04 que de ninguna manera corre peligro de no empezar. Pero sí deja en claro que La AdC tendrá que pagarle a D´Atri un juicio cercano a los 150 mil pesos. Si Alagastino y Quesada se lo proponen, y demandan a la entidad madre de nuestro básquetbol también lo ganarán. Es decir, sin poder hacer nada, la ADC puede perder más de medio millón de pesos que hoy no tiene en sus arcas.

Por tal motivo, en la reunión del último miércoles en la AdC se trató el tema, ya que detrás de esta camada de árbitros que se van , existe una diferencia de 7 años para que los próximos se retiren, el tiempo será usado para encontrar una forma legal que ampare los árbitros y luego no sea un boomerang incontenible de juicios en contra, que se puede ampliar hasta 110 casos.

El problema se sitúa como legalmente complejo y será tratado en las cámaras de Diputados y Senadores, ya que de la misma manera que hoy pasa en el básquetbol, puede afectar a otras disciplinas deportivas, menos al fútbol, que se manejó un poco más prudente en el tema y de manera anticipada.

Para el futuro el marco que se lo querría encuadrar sería una relación de dependencia legal con la AdC, pero como trabajadores autónomos, y contribuyentes monotributistas. Pero el problema del pasado continúa y los responsables del mismo, tal vez ni se hagan cargo.

En una liga donde los clubes deben pagar 35 dólares por cada pelota de juego, donde la AdC no logró siquiera conseguir que las pelotas para los clubes sean gratis, en una liga que no tiene publicidad vendidas en común para los 16 clubes, que debió comprar un par de aviones propios para los equipos no tengan problemas de traslados y se quedó mirando como el uno a uno se iba, en una liga donde se vive solo por el aporte de los dineros de la TV sin generar los propios, donde se firman contratos de exclusividad hasta el 2013, que sucedan estas cosas no es de extrañar, para nada. Lo extraño sería que en el futuro no siga ocurriendo.

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