Mázzaro está de regreso

Julio Eduardo Mázzaro (24) regresó a Estudiantes. Ayer a la mañana volvió a Olavarría junto con su esposa, Sol Paratore (22), se instalaron en el hotel y por la tarde se puso a las órdenes de Ariel Amarillo y entrenó con el plantel “bataraz”, para encarar su segunda etapa con la camiseta blanca y negra en la Liga Nacional de básquetbol.

Una temporada como juvenil en Boca Juniors, dos en Deportivo Roca y dos en Ciclista Juninense, en ambos clubes jugó en el ascenso, y una frustrada incorporación al Ademis Pavia de la segunda división del básquetbol italiano es la trayectoria de este escolta goleador, de 1,90 m. nacido en Villa Regina, que tiene una enorme capacidad de salto para ganar rebotes, velocidad para explotar el contragolpe y un tiro mortífero desde los 6,25 metros. Viene a Estudiantes para ayudarlo a sacar del pozo al equipo. Pero que quede claro: Mázzaro no es el salvador.

No pudo quedar en Italia y debió regresar a la Argentina. Estudiantes fue el lugar elegido para seguir jugando al básquetbol.

“Tuve un problema con el pasaporte, ya que me inscribieron mal el apellido: pusieron Mazzario. Mi representante (Carlos Prunes) viajó a Roma porque intentó arreglarlo en Italia, pero fue imposible. Mejor dicho, el trámite podría llegar a tardar más de dos meses y entonces preferimos pegar la vuelta y regresar a la Argentina. Además, yo quería jugar. Entrenaba toda la semana, pero cuando llegaba el momento del partido tenía que sentarme en la platea con mi esposa. Yo tenía firmado un precontrato. Me habían dado casa, auto y un buen salario, podía hacer una buena diferencia, que encima se triplica con el valor del dólar en la Argentina. Pero tuve que regresar y la idea es volver a Italia en la próxima temporada”.

¿Cómo es Pavia?.

La ciudad es chiquita, mucho más chica que Olavarría. Está ubicada a 30 kilómetros al sur de Milano. Pero nos adaptamos muy bien. Nos gustaba el lugar. Estaba Rodrigo Martínez, un chico que jugó en San Nicolás, y él me ayudó mucho con la adaptación. Y el equipo tenía tres extranjeros. En realidad, todos tienen tres extranjeros y si no fuera por ellos, el nivel no sería tan bueno, porque los italianos no aportan tanto. Yo creo que es una Liga parecida a la de la Argentina en la época en que acá también había tres extranjeros.

¿Tuviste varias ofertas en la Argentina?.

Sí. Cuando decidimos volver tuve varias ofertas. Eran cinco. Una de Libertad de Sunchales, otra de Peñarol de Mar del Plata, se habló de Argentino de Junín, Ben Hur de Rafaela y Estudiantes. La más firme era la de Peñarol. En Ben Hur tenían que cortar a un jugador, pero era por otro motivo: Edgardo Agudo manejaba una posibilidad de irse al exterior. De Libertad no sé ni cuánto me ofrecieron, mientras que la de Argentino era imposible. En Junín se enteraron primeros que nadie de que regresaba a la Argentina, porque Sol es de allá. Pero era imposible ir a jugar a Argentino, porque la familia de mi esposa está identificada con Ciclista, son hinchas fanáticos de ese club, así que quedó descartado enseguida. Pero lo más importante era que nosotros queríamos venir a Estudiantes. Conozco la ciudad, el club, la gente. Es una ciudad que nos gustó mucho cuando estuvimos en la temporada anterior y apenas se dio la posibilidad de volver, pensamos en Estudiantes. Y se dio así.

¿Sabías que iban a cortar a tu amigo Federico Arce?.

No. No supe que iban a cortar a Federico (Arce) hasta el viernes, cuando llegué a Junín. El es un gran amigo mío, hicimos una linda amistad el año pasado. Apenas llegué lo llamé y me puso contento que le salió la posibilidad de ir a jugar a River Plate, en el TNA. La verdad es que no me gustaba mucho la idea de que cortaran a Federico, pero él pudo arreglar el pase a River y eso me dejó más tranquilo. Si era por mí, jugaba el mismo viernes contra Quilmes de Mar del Plata. Pero como no llegó la habilitación desde Italia, entonces no pudo jugar ese día ni tampoco el domingo contra Gimnasia y Esgrima La Plata. Ahora los dirigentes de Estudiantes están haciendo los trámites para que yo quede habilitado. En la Confederación Argentina tienen que recibir una nota en la que confirma que no jugué ningún partido en Italia. Allá estaba cómodo, muy bien. Todos hablaban de que había jugado con Ginóbili, pero no sé de dónde sacaron eso. Estuve en la selección, pero no jugué con Manu.

¿Mantenés el sueño de volver a la selección?.

Por supuesto. En la selección nacional tuve una experiencia hermosa. En el Sudamericano, donde terminamos subcampeones, y en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo donde también anduve bastante bien. Rubén Magnano me dijo que se quedó conforme con mi rendimiento, e inclusive un poco sorprendido porque anduve mejor de lo que él esperaba. Pero se nota que tengo que mejorar físicamente, fundamentalmente en el tren superior. En el Sudamericano no se notó tanto, pero en los Panamericanos fue difícil, cuando tuve que chocar contra los norteamericanos o los puertorriqueños o venezolanos. Los físicos son diferentes y yo tengo que mejorar en ese aspecto. Igualmente, sueño con estar en la selección pero hay muy buenos jugadores, hay excelentes jugadores y es complicado. Estar en Estudiantes me permitirá estar más cerca de la selección y esa posibilidad me gusta mucho.

¿Qué sabías de Estudiantes?.

De Estudiantes sabía todo por internet. Miraba los resultados y nada más. No estamos bien, pero se puede recuperar porque hay varios partidos de locales. Si ganamos, sumaremos varios puntos para acomodarnos para la próxima ronda. Sé que es un equipo joven, muy rápido, que juega de la misma manera que antes, es decir que le gusta correr, marcar y llegar rápido. Tiene jugadores que ya conocía, como Darío Mansilla, el Negro Acosta, Diego Alba y Shanne Jones. A Diego García lo conocía de antes, cuando éramos rivales en el Torneo Nacional de Ascenso, y es un gran jugador. Yo puedo agregar lo que ya saben todos. Pero no soy salvador ni nada por el estilo. Soy uno más del equipo que viene a sumar.

Fuente: Darío Fariña (Diario El Popular).