Se necesita un asesor de imagen

Cuando la situación empezaba a calmarse, parece que algunos hacen un esfuerzo por que vuelva a inquietarse. Sucedió así:

Cuando finalizó el partido entre Quilmes y Peñarol, consumado el triunfo, Alejandro Pepiche se retiró a los vestuarios, pasó por debajo de la hinchada cervecera y una vez en zona de vestuarios, volvió sobre sus pasos y salió nuevamente a la cancha para mirar a la hinchada, se agarró los genitales y les dijo: “Chúpenme la p... ahora”.

Inmediatamente los hinchas descendieron por la popular en busca del técnico, y allí intervinieron allegados, algunos dirigentes y hasta el propio Javier Bianchelli como intermediarios para que la situación no pase a mayores, logrando controlar a los exaltados hinchas.

La escena fue vista y corroborada a Pick and Roll por dos periodistas propios (Leonardo Rodríguez y Martín Escalante) y más de una docena de personas. En un primer momento Pepiche desmintió el hecho, pero ante el curso que tomó el problema, hoy al mediodía le confesó al programa “Juego Limpio” con el periodista Rodolfo Puleo que lo que había pasado era cierto y que no se arrepentía, argumentando la contestación ante los insultos recibidos.

Uno de los más caracterizados hinchas de Quilmes, al momento de la discusión parecía el más sensato de todos en lo que estaba pasando: “Nosotros hoy no le dijimos nada, ganamos, la cosa venía bien y ¿este viene a hacernos estos gestos??”.

Para la dirigencia el hecho no es menor pero tampoco pasará a ser determinante en la carrera de Pepiche en Quilmes. “Esta noche habrá una reunión donde el entrenador tendrá que dar explicaciones de sus actos antes la Comisión Directiva” sostuvo el dirigente de la sub comisión de liga, contador Sergio Guerrero. Así mismo descartó de plano que este hecho sea tomado en cuenta para un posible corte del técnico.

En la quinta fecha, luego de la derrota con Gimnasia de Comodoro, la gente coreó el nombre de Oscar Sánchez, y luego de la tercera derrota consecutiva como local Pepiche le declaró a Pick and Roll. “Hay gente que viene a verlo perder al equipo”.

Humilde consejo de Pick and Roll al técnico de Quilmes:

Podría haber dicho: “Es normal que la gente de Quilmes coree el nombre del único entrenador que le dio alegrías, la gente viene a ver ganar al equipo y nosotros hemos perdido. Sé del cariño que la gente le tiene al ”huevo“, y me gustaría que en un futuro cercano lo tengan por mi. Solo puedo prometer trabajo y sé que en poco tiempo los resultados van a empezar a darse. Esta misma pasión que tiene la gente es la que me llevó convencido a ser entrenador en Quilmes, un club donde siempre quise estar”

Para ser entrenador profesional de una liga como la nuestra, también hay que saber hablar. Es lamentable que este consejo no se lo haya dado otra persona mas cercana y no sea tan público.

En el mismo orden surge una pregunta: ¿Qué pasaría si Sergio Hernández estuviera viviendo en Olavarría y sin trabajo?, o Si Néstor García estuviera desocupado viviendo en Mar del Plata, ¿Qué haría la hinchada de Peñarol?

Después del cuarto partido perdido de local, de manera consecutiva, ante Ferro, eligió evitar los micrófonos e irse del estadio sin hacer declaraciones. La lógica del entrenador es: en las derrotas se sale por la puerta de adelante y en las victorias por la de atrás.

Justamente todo lo contrario a lo que debería ser. Con lo rico que es el juego del básquetbol, para poder dar explicaciones en las 100 causas probables para perder un partido. Además en cada victoria festejar con la gente y los jugadores la alegría de la victoria, pero darles el protagonismo a ellos.

En el mismo orden, Pepiche demostró el grado de nerviosismo que lo aqueja culpando nuevamente a un sector del periodismo marplatense de desestabilizar su trabajo “Se meten con la comida de mi hija, pidiendo mi corte” dijo el técnico hoy al mediodía.

Para decir que Quilmes juega mal, el periodista debe fundamentar cada palabra. Para decir que la zona fue vulnerada, se debe decir porque y cómo y así en cada aspecto del equipo. Para decir que la prensa desestabiliza, se debe decir quien, cuando y por qué.

Estas simple cuestiones de aceptar la realidad y charlar abiertamente con todo el público y prensa es la única manera de defender verdaderamente el trabajo del entrenador. No acusar a diestra y siniestra como si hubiera animosidad sobre su persona.

Mar del Plata da un paso adelante y dos hacia atrás en busca de ser una gran plaza de basquet, pero los primeros planos por una cuestión o por otra siempre le es esquivo. 4500 personas en un estadio como el Polideportivo y la pasión de la gente es algo muy difícil de igualar para cualquier otra ciudad del país.

Por el bien del básquetbol de Mar del Plata ha llegado la hora de ponerse los pantalones largos y actuar como verdaderos profesionales. Que así sea.

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar