Volvió a la victoria en casa

Los dirigidos por Ariel Amarillo cumplieron los pronósticos y derrotaron al débil Ferro Carril Oeste. Pero el funcionamiento del equipo sigue sin conformar.

Finalmente, la habilitación para Julio Mázzaro no llegó y el goleador tuvo que seguir el partido sentado detrás del banco de suplentes. Con jugadores cuestionados por el público (con Josh Merril y Pedro Calderón a la cabeza de la lista), Estudiantes ganó, pero no ayudó a levantar esa imagen devaluada. Sin embargo, el peso de sus individualidades fue suficiente para quebrar a un Ferro que aparece como candidato firme a descender al TNA.

El goleo de Shanne Jones (22), las ganas de Sebastián Acosta (que contrastan con una cierta apatía general), y los destellos del base Diego Alba se salvaron de la mediocridad general y arrancaron los aplausos de la gente en este cuarto triunfo del equipo albinegro en la temporada.

Enfrente, el Ferro de D´Angelo sólo mostró un trabajo interesante del alero Federico Senitzky (22) y la potencia interior del norteamericano Clifford Strong (18). Demasiado poco por tratarse de un equipo de la máxima categoría del básquetbol argentino.

La gente que se acercó al estadio se quedó con ganas de ver la reaparición de Mázzaro. Encima, Estudiantes tuvo un pésimo arranque que cargó de ansiedad a todo el mundo. Con la mano de Senitzky y los rompimientos constantes de Edgardo Sesma, los dirigidos por Pablo D´Angelo sacaron enseguida una ventaja de 10 puntos.

Estudiantes se mostraba desconcentrado, desconcertado y sin respuestas para dar vuelta el flojo comienzo. Sólo el habitual goleo de Jones en la pintura, más un buen ingreso del resistido Merril, hicieron algo para que el equipo quedara a tiro al terminar el primer cuarto (19-23).

Después, los locales defendieron mejor: en el segundo cuarto, ni Senitzky encontró tantos espacios en el perímetro, ni Sesma tuvo tantas facilidades para penetrar. Sólo con ese par de correcciones, Estudiantes lo dio vuelta. Shanne Jones resultó imparable en ofensiva y el equipo llegó al entretiempo arriba 40 a 36. Pero nunca llegó a brillar, nunca pudo correr con continuidad y nunca llegó a convencer a los espectadores.

En el comienzo del tercer cuarto, Estudiantes repitió los errores en defensa y Ferro, casi sin querer, empató en 46. Strong y Centeno dominaron el juego interior, pero los locales recuperaron una tímida ventaja cuando el aplaudido Sebastián Acosta acertó con un par de bombazos desde los 6,25 metros.

Otros dos triples de Alba y García en el arranque del último cuarto le dieron a Estudiantes una ventaja máxima de 13 puntos (65-52). El equipo tenía todo para comenzar a saldar sus deudas: una diferencia tranquilizadora y un rival listo para el nocaut. Pero a Estudiantes le faltó actitud para salir a rematar el partido, para reflejar las diferencias reales entre un plantel y otro.

Entonces dejó vivo a Ferro hasta el final. Y aunque el solitario Strong limó la diferencia, los porteños nunca amenazaron con seriedad.

Estudiantes terminó ganando por inercia, por obligación. El supuesto equipo superior derrotó al supuesto equipo inferior. Pronóstico cumplido y dos puntos en el bolsillo, pero el rendimiento sigue sin convencer. El viernes llegará un rival duro, como Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia. Ahí se necesitarán otros argumentos para aspirar a una victoria

Síntesis
Estudiantes O. (78): Diego Alba 19, Diego García 9, Sebastián Acosta 10, Shanne Jones 22, Darío Mansilla 8 (FI); Josh Merril 8, Pedro Calderón 2 y Matías Barberis 0. DT: Ariel Amarillo.

Ferro Carril Oeste (71): Hernando Salles 5, Edgardo Sesma 8, Maximiliano Maciel 2, Federico Senitzky 22, Clifford Strong 18 (FI); Ricardo Centeno 11, Julián Olmedo (x) 5 y Santiago Ferrario 0. DT: Pablo D’Angelo.


Parciales: 19-23, 40-36 y 59-52.
Arbitros: Jorge Fabi y Juan Quesada.
Estadio: Maxi Gimnasio Parque Carlos Guerrero (Olavarría).

Fuente: Francisco Ferrari (El Popular)