Un asesino a sueldo

Fue como una película. Si le gusta romántica, “Asesina por amor”, si le gusta de acción, sería “Asesino por naturaleza”, como la de Quentin Tarantino. Como sea, tiene un protagonista saliente: Joseph Ray Bunn.

No hace falta explicar mucho las especiales características de la noche de ayer en el Polideportivo: Dos entrenadores marplatenses (ya suman 4 en la liga) para suplir en dupla a Silvio Santander, la necesidad imperiosa de ganar, los nervios de los jugadores, dirigentes, todos.

Peñarol aceptó el desafío y las presiones con un soberbio trabajo defensivo en el primer tiempo. Apurándome en el comentario, diría que la defensa fue correcta durante todo el partido, pero el segundo tiempo la hizo sin piernas (por cansancio) y mermó en la intensidad.

De todas maneras en orden cronológico, las aristas salientes del juego fueron las siguientes:

De atrás para adelante Peñarol fue edificando la victoria. Defendió hombre a hombre, con Herrera jugando primero físico y luego línea de pases a Michael Robinson, el goleador visitante. Entre el mal estado físico del moreno visitante, y el gran trabajo de Ruperto, Pico careció de juego interior.

Sobre la defensa que cerraba espacio en el interior, Mauricio Hedman salió a jugar al perímetro, pero fue apenas un instante, luego no le brindó nada a su equipo. Con intermitencias, el terceto Del Sol (6 pts) - Beltramella (2) - Roberts (4) aportaba en cuenta gota, asfixiado por la marca que destruía su juego de pases.

En ataque, Peñarol se la daba a Bunn (12 pts), pero no fue “Como siempre”, no lo hizo nunca antes del cuarto pase, sobre los 20 segundos de posesión. Como Bunn tarda de poco para muy poco armar el tiro y lanzar al canasto, no hacía falta dársela antes. Y quien mejor lo asistió fue Herrera (3 asistencias). El juego de poste alto poste bajo funcionó a la perfección.

El segundo cuarto comenzó a puro triples: dos de Peña (Diebold y Minzer) y tres de Pico (Beltramella y dos de Roberts) que pusieron por primera y única vez al frente a Pico FC (29-30).

Como es costumbre en la escuela de Kimberley (Bonfiglio - Echevarría), la defensa sostenía el partido. La dupla solo utilizó cambios por acumulación de faltas, pero rotó mínimamente al banco de suplentes. Para descansar en cancha, utilizó una zona 2-3 que funcionó bien. Los pampéanos la atacaron con triples y sin ideas (extraño en los equipos de Bualó) y terminó con 3/8 en triples en el segmento.

Después de 5 minutos sin anotar, se despertó Bunn y metió 6 puntos seguidos para sacar ventajas, se prendió Herrera también con 7 pts y Peña se escapó a 13: 47-34 con un parcial 18-4.

Entre los dos internos dominaron el juego claramente en la primera Mitad: 27 pts y 17 rebotes entre ambos contra 9 pts y 6 rebotes del terceto Hedman, Robinson y Balcells.

En el segundo tiempo, se quedó Marcos Mata de alero, ante las tres faltas de Cavagna que lo dejaban en el banco. Fernando Cavagna ayer no sintonizó la misma frecuencia que sus compañeros y poco pudo aportar.

El tridente Diebold, Herrera y Bunn no tuvieron un solo minuto de descanso, y lógicamente el cansancio era cada vez mas evidente (sobre todo en Diebold). Cuando el rival ajustó sobre Minzer (12 pts en el primer tiempo) y complicó el traslado de Peñarol, otra vez el “Killer” apareció y dio al cara por Peñarol: 13 puntos en el parcial para que Bunn sume 31 al final del tercer cuarto. Indetenible.

La personalidad de Beltramella y el oficio de Del Sol, fueron los estandartes que levantó Pico para la resurrección. Perdía 60-40 a falta de 7 minutos. Pero los dos perimetrales levantaron a su equipo en ofensiva y la defensa de todos hizo el resto.

Para el segmento Final, Peñarol disponía de una ventaja de 11 puntos: 74-63. El equipo de Bualó tiró presión toda la cancha y el local puso doble base con Calvo y Diebold para asegurar el traslado. En total fueron 20 las pérdidas de Peñarol que conspiraron seriamente contra el triunfo.

Paradójicamente la salida por 5 faltas de Diebold acomodó a su equipo, que perdió un hombre experimentado, pero muy cansado. Las piernas de Calvo respondieron mejor para cerrar el partido y sobre todo no le tembló la mano cuando cortaron con Foul: 5/6 desde la línea para cerrar el juego no es un hecho anecdótico.

Con Mata y Calvo en cancha Peñarol soportó el vendaval anímico que Pico le tiró encima. Acortó las diferencias, sobre todo porque Bunn ya no se movió tanto en ataque para recibir la pelota y la ofensiva se quedó sin juego. Ante la marca zonal de Pico, la virtud fue no responder con triples desesperados.

El partido se cerró al final y ganando por 3: 90-87, Robinson fue a la línea de simples a falta de 9 segundos y 8 décimas. Metió el primero, erró el segundo pero hubo invasión compartida y la pelota le correspondió a Pico. En la reposición Coronel metió un doble que todos vieron triple: con la punta del pie pisaba la línea.

Sin mirar el tablero (todos pensaban que ganaba Pico 90-91, Calvo se la dio a Bunn en mitad de Cancha, y el “Killer” fue con dribling hasta un paso atrás de la línea de simples rival. Lanzó un “arco iris” y la pelota entró mansa casi sin tocar la red ante el sonido final de la chicharra.

Los poco mas de 400 espectadores se cayeron por lo menos cuatro butacas y los 12 jugadores de Peñarol se confundieron en un solo racimo en el festejo. No es para menos, fue más que ganar un clásico. Fue ganar un boleto de ida a un futuro mejor para cambiar el presente y olvidar el pasado.

Síntesis
Peñarol (92): L. Diebold 9 (x), H. Minzer 17, F. Cavagna 0 (x), J. Bunn 38 y R. Herrera 18 (x) (FI); M. Mata 5, N. Calvo 5 y S. Rodríguez 0. DT: J. Bonfiglio y O: Echevarría

Pico Football Club (90): A. Del Sol 14, M. Beltramella 21 (x), C. Roberts 20, M. Robinson 15 y M. Hedman 6 (x) (FI); R. Coronel 6, N. Villarruel 0, C. Balcells 2 (x) y A. Bernabei 6. DT: Carlos Bualó.

Parciales: 23-21, 49-36 y 74-63
Estadio: Polideportivo Municipal.
Árbitros: Pablo Estévez-Osvaldo Bautista.

Pablo Tosal
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