“A las oportunidades hay que aprovecharlas”

Por eso nos sentamos a hablar “Cara a Cara”, cena de por medio en el restaurante Molino Azul, para hablar sobre el presente “bataraz”, sobre los errores cometidos hasta el momento y sobre lo que puede darse en el futuro inmediato. Una charla a fondo sobre todos los temas, en los que el técnico no le escapó a ninguno. Desde la presión que tiene y que siente por poner al equipo en un lugar mejor, hasta las versiones que decían que venía el Huevo Sánchez a reemplazarlo, pasando por el corte de Josh Merril y el nuevo extranjero.

-De afuera da la sensación de que el equipo, desde el punto de vista anímico, tocó fondo. ¿Es así?

-Y... no creo que haya tocado fondo, pero está golpeado. Un equipo que pierde dos partidos en su casa, indudablemente ha recibido un mazazo importante en la cabeza. Pero el golpe anímico clave fue el partido contra Argentino de Junín, que estaba ganado aunque en el básquetbol no se puede
asegurar nada hasta que suena la chicharra final. Pero fue superior y en los últimos cinco minutos Argentino salió a presionar, aprovechó nuestras equivocaciones o apresuramientos, más algunos fallos arbitrales que incidieron, y entonces nos quedamos con las manos vacías. Habíamos hecho
méritos para ganar. El equipo sintió el golpe y el domingo siguiente, contra Pico FC se notó claramente.

-¿Por qué perdieron contra Junín?

-Cada uno tiene su librito. Estando dos puntos arriba se puede cortar con foul enseguida, darle el empate desde la línea y quedarse con la última bola, o te jugás a defender. A mí me parece que ahí la presión es para el rival, que tiene que empatar; lo más conveniente es defender y jugar con la presión del otro equipo, con una buena defensa. En el peor de los casos, si fallaba la defensa, había que permitir solamente un doble y después ir al suplementario. Pero desgraciadamente se cometió un foul, o impensadamente le dimos una jugada de tres puntos. Pero al partido lo perdimos antes, por no haber mantenido el nivel de juego y la diferencia de diez o doce puntos.
Cuando se llega cabeza a cabeza, es para cualquiera de los dos.

-Parece que hay jugadores que todavía no terminaron de madurar y no se han dado cuenta de que están en Estudiantes...

-Creo que no pasa por ahí. Hay jugadores que están por debajo de su nivel y eso ocurre muchas veces, en todos los equipos. En determinado momento hay jugadores que pasan por malas rachas. Y si a eso le sumamos que no tuvimos la fortuna de tener un extranjero determinante que acompañara a Jones y colaborara con el resto de los nacionales, hace que los problemas de
rendimientos individuales por debajo de lo esperado se noten más, o se potencien. Pero este equipo que perdió dos seguidos en casa fue el mismo que ganó cinco en línea, cuatro adentro y uno afuera. Es decir, Estudiantes si bien no terminó de llegar a su techo, no es regular y tiene falencias defensivas, si hubiéramos ganado esos dos encuentros estaríamos terceros y ahora hablaríamos de otra cosa. Pero el deporte es así, las oportunidades pasan y hay que aprovecharlas, porque después es tarde para lamentarse. De todos modos, esto sigue y hay 26 partidos por delante. Yo confío en que mi equipo alcance esa madurez y esa regularidad que buscamos, corrija los problemas defensivos, se potencie con la llegada de un nuevo extranjero y
finalmente comience a caminar por un camino más seguro y más sólido.

-¿Hay jugadores malhumorados o que no te hacen caso?

-No, para nada. Malhumorados puede ser porque eso nos pasa a todos cuando no ganamos o cuando no podemos cristalizar con un triunfo o una buena acción ofensiva todo el trabajo que se hace semanalmente. Por ahí, cuando las cosas no salen, puede dar esa sensación, que alguno se malhumora o se frustra. Como en todos los órdenes de la vida. Cuando las cosas no se dan, en lo
laboral o lo familiar, uno se pone mal, con bronca. Se focaliza la atención en algo y cuando llega el momento de recoger los frutos, las cosas no se dan. Todos trabajamos para que el equipo esté bien, gane y se consolide, pero por diferentes factores no lo hemos podido conseguir. Pero lo positivo es que el equipo tiene hambre y no se conforma con lo que pasa. Si perdemos y nadie se enoja, estaría mal. Creemos que podemos estar mejor y eso da bronca en este momento.

-¿Después de jugada media Liga, hiciste un balance y te replanteaste hacer otras cosas, o te arrepentiste de algo?

-No. Porque todo lo que podría haber cambiado, iba de la mano del presupuesto del equipo. Hablo puntualmente del cambio de extranjero, haber buscado ante un recambio para Merril. Pero había un tope. A Merril lo vi jugar bien en Belgrano, pero en Estudiantes no terminó de acoplarse. Hay
jugadores que en un equipo andan bien y en otros clubes fracasan, como en el fútbol, cuando dice que algún jugador es para equipo chico. Pero, salvo con cuentagotas, no pudimos sacarle el jugo como jugador. No le encuentro una razón por la que Merril no anduvo. La triste realidad fue que no fue el extranjero que necesitábamos.

-¿Ahora querés un interno?

-Sí, pero no un grande. Porque en esta Liga los jugadores grandes no andan bien. Si en este momento encontrás un interno grandote, seguramente no es bueno. Aparte, te encontrás que la mayoría de los equipos juegan con dos ala pivots. Si traés un grande puede andar bien contra Burgos o contra Storani, pero si se encuentra con Savoy, Benítez o López, se le complica; Thorton es dinámico y Olivares tiene tiro de tres puntos, y también se le pondría difícil, así que es preferible traer un “cuatro”. Hay varios nombres en carpeta, pero no queremos apurarnos. El margen deerror es pequeño y pretendemos que el que venga sea garantido, aunque hay que tener en cuenta el aspecto económico. Pero tenemos confianza en que el jugador que venga, le
va a dar una gran mano al equipo.

Fuente: Darío Fariña - Diario El popular (Olavarría)