Peñarol cayó de pie

Había que ser muy optimista, si uno es de Peñarol, para creer que el milrayitas le podía robar el juego a Boca en la Bombonerita. No pudo ser, pero estuvo más cerca de lo esperado.

Si Bunn, Fernando Rodríguez y Herrera hubiesen estado afinados en conjunto a lo largo del encuentro, podría haber sido otra la historia. Porque Bunn aportó 23 puntos en el primer tiempo y solo dos en la segunda parte, bien marcado. Mientras que Nando y Herrera, que habían marcado 2 y 3 respectivamente en la primera etapa, anotaron 19 y 10 en el complemento. Pero de nada sirve lamentarse, dentro de un partido que dejó cosas para analizar.

En el arranque Peñarol salió con algunas modificaciones en su esquema. Darryl Johnson reemplazó a Herrera en el quinteto inicial, además del obligado Calvo por Diebold. Esto hizo que Bunn jugara más cerca aún del cesto y aportó 9 puntos en un ratito. Lo complementó Cavagna con dos correcciones bárbaras en el rebote ofensivo, y por eso el equipo del Materno gozó de algunas ventajas (7 a 6, 13 a 11, 18 a 16), pero se cargó de faltas muy rápido y cometió 9 en el primer cuarto, más otras 8 en el segundo.

La pequeña diferencia que se llevó Boca al primer mini descanso estuvo en el parejo goleo repartido del equipo de Hernández y un par de pérdidas de Peñarol en los dos minutos finales.

Con Bunn todavía encendido y metido en un duelo caliente con el hombre grande que le ponía Boca para equilibrarlo, ya fuera Leiva o Guaita, Peñarol seguía a la rueda del local. Lo podría haber vuelto a igualar pero Herrera erró un doble insólito por querer volcarla. El equipo de Hernández pagaba caro su 2 de 12 en triples. Pero con el sacrificio de Malara más algo de Quinteros, que cerraba el primer tiempo con 14 puntos, le alcanzó a Boca para conservar la diferencia de su lado en un partido desprolijo.

En el tercer cuarto Boca le sacó 10 de diferencia que intentó estirar, parecía que el partido ya estaba, pero con 16 puntos de Nando Rodríguez, incluyendo 4 triples seguidos, el equipo del Zeta (quien tenía demasiado a Cavagna en el banco) no bajaba los brazos. El marcaje al que estaba sometido Joseph Bunn obligó a que no pudiera tomar ningún tiro. Esto le dio a Peñarol la chance de saber que tiene otras alternativas de gol, a pesar de lo errático de Darryl Johnson, pero claro, no contar con su as de espadas activo le costó resignar la chance de ganar.

Lo hecho por Boca en este cuarto se resume en que los primeros 5 minutos apostó al juego
externo, tiró para 3/7 en triples y después pasó a buscar a Leiva y Guaita con exitoso resultado, ya que en la pintura vinieron 8 puntos.

El cierre del juego fue accesible para Boca, porque alargó ventajas progresivamente y nunca Peñarol pudo acercarse. Recién a falta de 2 minutos, con el marcador 94 a 80, Bunn metió un doble tras errar tres consecutivos. En el rebote defensivo del equipo de Hernández siempre estuvo presente Leiva que le alivió problemas en esa zona y fue eje de varias salidas rápidas del equipo xeneize.

Por eso llegó al final sin sustos ante un equipo que no se rindió, las peleó todas, pero pagó caro no tener a todos en la misma sintonía a lo largo de los cuarenta minutos.

Síntesis
Boca Juniors (98): Sebastián Rodríguez 10, Paolo Quinteros 20, Byron Wilson 18, Matías Sandes 6 (x), Martín Leiva 16 (FI), Fernando Malara 11, Alejandro Burgos 3, Diego Guaita 14. Entrenador: Sergio Hernández.

Peñarol (86): Nahuel Calvo 5 (x), Fernando Rodríguez 19, Fernando Cavagna 6, Darryl Johnson 7, Joseph Bunn 27 (FI), Marcos Mata 2 (x), Héctor Minzer 4, Ruperto Herrera 13, Javier Abbadie 0, Matías Bonfiglio 3. Entrenador: Daniel Rodríguez.

Parciales: 28-24, 48-43 y 73-67.
Jueces: Pablo Estévez y Jorge Fabi.
Estadio: La Bombonerita (350 personas).

“No sirve de mucho jugar de igual a igual y quedarse con las manos vacías”

Luego del partido Daniel Rodríguez habló en exclusiva con Pick And Roll y recalcó que: “No sirve de mucho jugar de igual a igual y quedarse con las manos vacías. Pero no niego que es importante para nosotros, porque estamos sufriendo un montón de cambios, algunos buscados y otros no buscados. Esto hace que el equipo no encuentre una estabilidad. Pero con tranquilidad vamos a salir adelante”.

¿Sirvió el segundo tiempo, involuntariamente, para mostrar que Peñarol puede atacar y golear sin Bunn?

Nosotros sabemos que a él es al que van a tener más en cuenta a la hora de defender. Por eso hay que acompañarlo con opciones más claras para que no caiga todo el peso sobre él. En el segundo tiempo eso fue lo que se hizo, pero mejor es tener a todos cerca del techo de sus posibilidades, esta vez no se pudo.

¿Cómo está el tema de Leo Diebold...tenés pensado un reemplazo o te quedás con Nahuel Calvo?

Por ahora no pensé en nada. Si no hay opciones muy puntuales de conseguir algo, me arreglo con lo que tengo.

¿Te molesta el día menos de descanso para jugar la semana que viene, teniendo en cuenta que aún hay que acoplar a Darryl Johnson?

La verdad que me es indiferente. Nosotros ya sabíamos desde hace tiempo que a lo largo de esta época del año el tema fechas viene comprometido y no depende de nosotros, así que conocíamos que los tiempos van a ser diferentes.

Lesionados en Boca

Al problema de la rodilla de Sartorelli, que igual podría volver contra Ferro, se le sumó la ausencia de Dwight McCray, quien padece una contractura lumbar y, por precaución, no jugó.

El extranjero estuvo viendo el partido en el comienzo y luego se retiró. Lo llamativo fue encontrar al Chila caminando por Parque Lezama en compañía de su familia media hora después de concluido el encuentro. Allí se le preguntó por la lesión y si jugaba el viernes, a lo que contestó: “Sí, contra Ferro vuelvo”. Pero lo curioso fue que él devolvió la pregunta: “¿cómo salió el partido?”, y al decirle que ganó Boca el festejo del jugador, solo en medio de la vereda, fue ruidoso y llamativo.

Gentileza: Sebastián Crosta