La historia reclama

Y aunque algunos hinchas verdes se enojen, los simpatizantes de fútbol, el básquetbol profesional es y ojalá lo siga siendo, la actividad por la cual es distinguido y reconocido el club de Caballito.

Si bien el fútbol de los verdologas tuvo su auge en la época de Griguol, el básquetbol con sus logros le dio fama en el ámbito internacional. Ahí el baloncesto saca varios cuerpos de ventaja al haber conquistado varios títulos fronteras hacia fuera (dos sudamericanos y un subcampeonato
mundial). Ni que hablar cuando uno viaja al interior del país, la admiración y el respeto que se le tiene al club de la camiseta verde.

En la década de los ‘80 un amante y apasionado del básquet, León Najnudel, se acercó con su proyecto a Caballito. Por suerte para la historia de nuestro deporte, uno de los dirigentes que le prestó atención fue Héctor Kritzkausky, dirigente de raza; la Liga sería más importante de estar él con vida.

Entre los dos hicieron que Ferro creciera rápidamente, los equipos del club del Oeste fueron cada vez más poderosos y tanto va el cántaro a la fuente. . . Que los títulos comenzaron a llegar.

Primero fueron las grandes finales con Obras, el archirival en esos tiempos, cuando no estaba el club sanitario aparecía Gimnasia, Lanús, San Andrés o el mismo Ríver. . .

La idea de León Najnudel logró plasmarse en la Liga Nacional, se abrió el juego a nivel país, se mejoró la competencia y poco a poco la selección nacional fue sacando frutos que terminaron en éxitos.

Por supuesto que Ferro era uno de los poderosos de la Liga, la ganó tres veces y fue ejemplo para que otros clubes tomaran su bandera. Jugadores como Miguel Cortijo, uno de los máximos exponentes, Diego Maggi, Sebastián Uranga, Javier Maretto, Luis Oroño, Gabriel Darrás, Daniel Aréjula componían un equipo soñado por todos. A eso hay que sumar extranjeros como Terry y
Berry (los primeros), Amos, Schlegel y Thomas entre otros.

Paso a paso se fue formando la mística del equipo campeón, ¡Era muy difícil ganar en el Héctor Etchart!. No sólo había que imponer supremacía deportiva, también había que superar a los hombres de León que dejaban hasta la última gota de transpiración en la cancha y si era necesario la vida.

Los ejemplos fueron las victorias sudamericanas, el segundo puesto frente al Salguiris de Ervidas Sabonis y las finales con ATENAS. Todas batallas memorables.

Pero la rueda del tiempo giró, la economía argentina comenzó a torcer hacia el abismo y la cosa cambió... Vaya sin cambió.

El motor de la sociedad argentina, la clase media, empezó a dar señales de deterioro. Por lo tanto, Ferro como no podía ser de otra manera, la siguió en su caída. Sus equipos perdieron brillo, la falta de dinero así lo ordenaba y las campañas se hicieron para flotar a media agua en la tabla de posiciones.

La Historia comenzó a reclamar

No era posible ni tampoco admisible que se tirara por la borda todo el prestigio conseguido. El jugar y ganar dinero comenzó a ser la meta. La camiseta y el honor empezaron a quedar de lado. Entonces cada temporadase iniciaba con la idea de clasificar en A1 o por lo menos zafar la zona de permanencia.

Las temporadas comenzaron a dar ideas de dientes de serrucho: una vez arriba y otra abajo. Mucha inestabilidad. Demasiada para la gente de Ferro. Entonces llegaron los sustos.

En la temporada 95/96 el corazón verdolga sobrevivió a su primera arritmia severa, debió luchar por salvar la categoría frente a Valle Inferior y luego refrendar su plaza frente a Estudiantes de Olavarría que intentaba subir desde el TNA. Por suerte para los de Avenida Avellaneda estaban John Long y Earl Cureton para salvarlos en el último juego del repechaje.

En la 96/97 volvió León a la dirección técnica, acompañado por Enrique Tolcachier. Los verdes recuperaron la manera de jugar lindo. Con dos extranjeros, Groves y Dembo, el nacionalizado Amos, más Christian Aragona y Mauricio Beltramella. Llegó hasta la semifinal con Boca, ahí una sospechosa pelea entre Dembo y Gabriel Fernández lo dejó sin el título que merecía.

Después vinieron temporadas de mitad de tabla, hasta que aconteció la muerte de León Najnudel (un verdadero mazazo) quedando todo en manos de su mejor alumno: Enrique Tolcachier.

Con él Ferro consiguió tener buenos equipos con muy poco dinero. Uno de los motes del popular “Tolca”» fue el de “Mago”». El único sobresalto fue cuando eliminó a Olimpia en la final de la permanencia, con un resultado cantado por los problemas económicos del club de Venado Tuerto. Una experiencia no capitalizada.

Luego en una medida absurda e incomprensible de los dirigentes ferrocarrileros, de esos tiempos, se decidió cortar la relación con Tolcachier por él “despropósito” de reclamar lo adeudado, luego de un año de atraso. Errores a la máxima potencia marcaron el derrotero de Ferro en el
plano dirigencial.

Todavía muchos se preguntan qué sucedió con el dinero de la venta de Federico Kammerichs, adónde fue, lo utilizó el club o definitivamente quedó en las alforjas de algún dirigente de turno.

Las denuncias en el Órgano Fiduciario se hicieron y se espera una resolución del caso. Uno de los clubes fundadores de la Liga se quedó sin una representación fuerte en la AdC, entonces estuvo expuesto a medidas en su contra y a su posterior descenso. Hasta el Secretario de Deportes, Perfumo (no tiene la capacidad para dirigirla, la suerte del Cenard lo atestigua) influyó para la
quita de puntos a Ferro y Regatas

El corazón de los ferrocarrileros vivió arritmias y taquicardias, provocadas por las finales del descenso. El galeón de los condenados pasó a ser dirigido por Pablo D´angelo.

Poco a poco, en Caballito se fueron instalando palabras como: Convocatoria de Acreedores, Fideicomiso, Síndicos, Órgano Fiduciario, Quiebras y más actualmente Juez chorro, shopping y negociados. De ejemplo a despropósito... ¡Qué bárbaro!.

La televisión colaboró en la caída al no emitir partidos de local, para que los verdes pudieran vender la publicidad estática. ¡Pasaron cinco años! Y recién en la 5ª final de Ferro-Estudiantes de Bahía Blanca por la permanencia. . . ¡Aparecieron las cámaras!. El Etchart otra vez pudo ser mostrado por la pantalla chica.

En las últimas ediciones la suerte le dio una mano muy grande en las finales por el descenso. Frente a Independiente de General Pico en la 2001/02, volvió de un 0-2 para transformarlo en un 3-2. Dios seguía estando en el Etchart.

En la siguiente, 2002/03, logró torcer la historia a 7’ del final frente a Estudiantes de Bahía Blanca y quedarse en Primera. Cuántas más habría . . .

Los vientos de cambios llegaron de la mano de una prepaga (hará lo mismo con sus clientes), dio el O.K. para el gerenciamiento y luego se echó hacia atrás. Resumen: se armó el equipo que se pudo y no el que se quería. Para colmo los extranjeros, salvo Paddio, nunca se integraron. Uno de los puntos culminantes fue la huida de Strong, sin avisar, justo cuando el equipo de D’ Angelo comenzaba a funcionar.

Luego a pesar de estar avisados de una campaña en contra de Ferro, por parte de la AdC, para descontarle puntos por generar disturbios, la barrabrava intentó hacer justicia por mano propia (por malos arbitrajes) y lo que se presumía llegó. . . Tres puntos menos que lo catapultaron al descenso.

Al eliminarse las finales por la permanencia era previsible una guerra tras otra a 10 fechas del final de la temporada. Si siguen entrando las barras bravas a gimnasios cerrados, el caso de Boca, Ríver, Argentino de Junín, Quilmes, Central Entrerriano, Peñarol; entonces la Liga entrará en crisis terminal. Batallas campales se avecinan.

El mejor consejo para la AdC es que ordene alambrar los lugares de juego para que las bestias, que van ahuyentar a la familia del espectáculo, puedan saltar, golpear o hacer lo que quieran.
Ahora resulta que Ferro es el club más inseguro, el más violento. ¡Cómo rezongará León desde arriba!.

Lo más lindo es que Ferro se va como víctima despojada y la AdC no termina en buena posición.
La Historia verde reclama más que nunca, no quiere acostumbrarse a que su público canté: “Que Ferro es de primera, y de primera no se va”. No le gusta que él “Dale Campeón” este perdido entre las telarañas que pueblan el Etchart.

Sus fantasmas recuerdan con alguna lágrima aquellos tiempos donde se formaban tres filas después de la tribuna para ver a Ferro. . . Ah, y no pasaba nada. Quieren que vuelvan las familias a patear la platea de madera como forma de aliento y bombo. Quieren al Ferro de antes.
Exigen que sus equipos se maten en la cancha, que la mística perdure, que los demás se preocupen porque juegan con Ferro y no lo tomen como un partido más.

En definitiva que jueguen por el honor. . . ¡Cómo antes! No quieren que pseudos dirigentes, incapaces para tomar decisiones, perjudiquen a los que SÍ son responsables (arriesgan su peculio) y al final arruinan deportivamente al club. No quieren que ningún trasnochado piense que el Basquet de Ferro, FUE, O ES COSA TERMINADA.

Si la actividad profesional pasara a mejor vida, los fideicomisistas nuevos de Ferro se ncontrarían con una baja de entre 500 y 1000 socios puros de básquet (si se tiene en cuenta las divisiones menores) y entonces las finanzas del club de Caballito se irían más abajo todavía. Toda esa gente se perderá si nada se hace. ¿Qué tiene que hacer Ferro entonces?. . . Muy simple, organizarse para volver. . . Olvidarse del soberbio «Pero esto es Ferro».

Algunos dirán: ¿Pero el TNA es caro, no tiene TV (error gravísimo de la AdC), el presupuesto es mayor, los viajes?. ¿Sabrán que por un año más Ferro sigue cobrando el dinero de la TV?.

Otros se animarán con un: “El club ya no es de los socios, depende del fideicomiso!”. . . Pamplinas, ya todos sabemos lo que es la JUSTICIA VIDENTE. . . Empresarios y dirigentes dignos, con bolsillos cosidos y manos vendadas, que quieran a Ferro los HAY, deben gerenciar la actividad, busquen la forma de conseguir el dinero por fuera. Que ese empresario o grupo empresario forme y contrate a un equipo fuerte para el TNA. . . PARA GANAR EL TNA. . .

LA ÚNICA MANERA DE LAVAR ESTA AFRENTA ES VOLVER. . . Y GANAR LA LIGA. Sin ayuda de bravucones, Ferro no los necesita, con las ganas, la garra y el buen básquet alcanza y sobra. Ese debe ser el objetivo, con el trabajo y la unión de todos la vuelta estará asegurada.

Autor: Jorge Vignoni - Basket para Todos
www.pickandroll.com.ar