“En Quilmes me faltaron el respeto”

Temperatura exterior. Frío. Cae la tarde que se convierte en noche y Mar del Plata, se pone muy fría. Él aparece vistiendo jeans, sweter rojo y campera larga de corderoy marrón. Esta igual, no tiene la onda europea que suelen traerse algunos jugadores tras su paso por España o Italia. Algunas cosas no cambian.

Sebastián “Sepo” Ginóbili jugó las dos últimas temporadas en el Lobos Cantabria de la segunda división del básquetbol español. Llegó como suplente y de apoco se fue ganando la confianza de todos. Fue el único jugador que el Presidente (dueño) del club quiso repetir de una año para otro. Situación que no se dio en largos años en ese club.

Tiene un impecable acento argentino, el de siempre, no se le pegaron ni giros ni modismo españoles. Casi siempre con una mueca de sonrisa en la cara y se apresura a decir que “Hice un buen grupo de amigos argentinos y no se me pega el acento”.

Temperatura Interior. La calidez del shopping contrasta con el frío exterior, y el “Sepo” conoce algunos locales como si nunca se hubiera ido. Se pone cómodo y pide una lágrima. Algunas cosas no cambian.

Luego de apoco, va desandando el camino que lo llevó a Europa. “Yo nunca quise irme a Europa, pero casi me vi obligado a hacerlo. Por ejemplo cuando fui a jugar Deportivo Roca, me encantó la ciudad, pero viví cosas inimaginables, sobre todo algunos compañeros como Michael Stura que no tenía para pagar la internación de su mujer, o algunos juveniles que no tenían ni para comer. Cuando estaba en Estudiantes de Olavarría, llegado diciembre nos habían pagado 500 patacones!!!. Una vergüenza. Todo eso hace que te tengas que ir cuando tenés la oportunidad”.

La mejor parte de la charla tiene que ver con el presente. Esta bien en Cantabria, y lo dice hasta con un dejo de alegría “Tengo el mar a 10 minutos, aunque no lo puedo disfrutar, hay montañas y un verde furioso, la verdad tenés todo para estar bien”. Luego cuenta su periplo español: “Como estamos en el norte, cuando jugamos en el sur - por ejemplo Cádiz - tenemos 14 horas de micro, pero eso es lo máximo, después esta todo bastante cerca y yo siempre aprovecho para conocer las ciudades cuando viajamos”.

La parte deportiva casi ni se habla, tiene mucho que contar sobre la vida en Europa. “Me cuesta verlo a Manu, por los horarios, cuando juegan en el Oeste en España son las 4 de la mañana, así que me levanto temprano y pongo nba.com para ver como salió, si manu jugó bien, veo la repetición.” También dice que la NBA llega con un partido por día a España, por un canal de cable deportivo (el mismo que lleva el fútbol argentino).

En el proceso de adaptación sufrió un poco en el primer año, pero ya está bien, “Me ayudó estar con un amigo como Diego Logrippo, además me hice de un grupo de amigos argentinos que nos juntamos en un bar a ver todos los domingos los partidos del Barcelona (a quien pudo ver en directo el año pasado con Saviola y Riquelme).

Párrafo aparte para su vida personal. Sigue soltero, sin novia y se pasa horas en la computadora. Además asegura: ”Las mujeres españolas no tienen nada que ver con las argentinas, francamente son horribles, y en el norte más“

En España lo representa el agente Arturo Ortega, quien representaba a Manu Ginóbili en Italia. Ahora no sabe que será de su vida, pero dice que el presidente del Lobos Cantabria habría dejado ver que lo querría para la temporada que viene, aunque aún no sabe nada. Entonces, ¿por que no Argentina?

Temperatura personal. Elevada. ”Sepo“ habla de Quilmes y sabe que tiene algo muy propio. Entonces mezcla los recuerdos, los amigos, con sus ganas o no de estar jugando en Mar del Plata. Por eso su voz cambia y se vuelve más enérgica.

”Todavía no fui al club, tampoco quiero ir, porque pareciera que si voy estoy como ofreciéndome o haciendo cosas para jugar ahí y yo no soy así. Lo que si puedo decir es que en Quilmes me faltaron el respeto, cuando habíamos llegado a la semifinal (temporada 00/01), me dijeron que no tenían plata para la renovación. Lo mandaron al “Chueco” Villar (dirigente rentado del club) con una oferta que era mucho menor a la temporada anterior!!!. Después arreglaron con Daniel Farabello. Ojo, me hubiesen dicho - Mirá que lo queremos a Farabello en lugar tuyo - y yo lo hubiera entendido, si es un jugadorazo, pero yo me enteré por otros, esas cosas no se hacen, no me querían más.“

A la distancia el ”Sepo“ sigue la liga argentina a través de Internet, esta muy al tanto del presente quilmeño y se anima a cerrar un concepto sobre la vida de Quilmes: ”Me parece que a los dirigentes de Quilmes les falta dar el paso final. Siempre arman equipos para estar de mitad de tabla para arriba, buenos equipos, pero no se animan a dar ese plus que ponen los equipos que se la juegan para salir campeón. No arriesgan, y me parece bien que cuiden el patrimonio, pero Quilmes esta bien parado como club y tiene toda la gente como respaldo. Para mi deberían arriesgar más“. Clarito, ¿no?

De acuerdo a su pocas ganas de vivir en Europa, sus amigos marplatense, su pasado ligado al club, surge inevitable la pregunta:

- ¿Vos querés jugar en Quilmes?

”Yo si no vuelvo a Europa por el dinero que me obligue a hacer ese esfuerzo me gustaría quedarme acá, pero todavía no hay nada en ningún lugar“.

- River Plate te pretende, ¿Sabías?

”Esas cosas la maneja mi nuevo agente en Argentina (CDM consultoria deportiva), yo no quiero saber más nada con tratar con dirigentes, ya sufrí mucho. Habrá que ver que equipo quiere armar River, si le peleará a Boca Juniors o no la supremacía de capital.“

Mas tarde, confiesa: ”El año pasado se me acercó un dirigente de Quilmes y me ofreció un dinero irrisorio, yo no corté la conversación en ese mismo momento por respeto, pero hoy pienso que tengo un año o dos para seguir en Europa, y si no veré que hago“.


Sensación térmica. Termina la charla y quedan cosas en el aire. A veces las palabras sobran. El lenguaje corporal, las miradas, los tonos de voz, los silencios, dicen mucho del pensamiento de una persona. Es amigo personal de Javier Bianchelli, comparte la misma filosofía de juego y además tiene muchos amigos en Mar del Plata. No necesita decir que tiene muchas ganas de jugar nuevamente en Quilmes, si el dinero le cierra, pero el ”Sepo“ maneja Códigos que no rompe. Algunas cosas no cambian.

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