Echagüe-Saladillo pudo con el bataraz

En realidad es harto difícil sacar demasiadas conclusiones cuando no están los “porotos” en juego; es sabido que puede haber cierta laxitud en las voluntades, teniendo en cuenta que no se juega por nada y que deben cuidarse los físicos para ocasiones oficiales.

De todas maneras fue una buena jornada de básquet. Echagüe Saladillo mostró a su plantel, se presentó en casa, y dejó ver algo de lo que será su forma de juego. Enfrente, Estudiantes de Olavarría, no aportó demasiado.

Claro que las exigencias son mayores por tratarse no sólo de un equipo de la Liga Nacional, sino además porque el “Bataraz” supo estar en la cumbre de ella. Hoy el equipo de Carlos Romano no pasa por un buen momento.

Muy escasos de figuras, lejos de contrataciones rimbombantes, sólo mostró buen nivel en el americano y en el juvenil A. Diez. No tiene buenos relevos y se mostró errático debajo de los aros. Muy poco si se tiene en cuenta lo duro de la competencia en la categoría mayor. Carlos Romano bien lo explicaba al finalizar el encuentro: “el objetivo de este año es no descender”.

Echagüe no brilló, pero al menos Fabián Cubito puede trabajar tranquilo con vistas al futuro.
El Torneo Nacional de Ascenso (TNA) no es nada fácil, pero se pudo observar que tiene un plantel con suficiente recambio, velocidad en el traslado de la pelota, presencia en ambos cestos, y algunos jugadores con muy buena técnica.

Quizás el punto flaco pase por la excesiva juventud del plantel. Sí es muy bueno el americano Manny Clifton, no de mucha altura pero de una fortaleza física exuberante, y además se mostró inteligente para “sobrar” dentro de la zona pintada.

Fue el goleador de la noche y se nota de su ascendencia sobre los demás. Para la ilusión, también, la actuación de los aleros Mártire y Pardal; el partido no le quedó grande a ninguno de los dos y respondieron peleando todos los rebotes y con un goleo respetable.

El encuentro tuvo un claro dominador, Echagüe-Saladillo que arrancó con todo, sacando una ventaja de 9 tantos que la mantuvo hasta promediando el tercer cuarto. Fue cuando Clifton quedó en el banco y Cubito comenzó a rotar a todos sus jugadores. Levantó la producción de Blakshire y Estudiantes consiguió pasar al frente en el marcador. Pero fue un espejismo. Volvieron el americano, Pardal y junto a Arbillaga pusieron las cosas en su lugar.

El último cuarto ve a los “rojos” locales con una corrida de 8 a 0, y luego, ya con espacios, lo remató con un 84 a 76. Lo dicho. Toda la expectativa de contagiar al público de Saladillo. Ayer unas cuatrocientas personas alentaron desde el estadio Jacobo Urso. Lamentablemente una condición es fundamental para que ello suceda: será imperioso que el quinteto conducido por Fabían Cubito logre, al menos, dos o tres victorias como local.

Sólo así será posible mantener el entusiasmo. El tiempo (y los saltos) dirán hasta dónde se llega; el comienzo fue promisorio, y ello ya es bastante.

Antes del encuentro se presentó al equipo mediante una conferencia de prensa en la que estuvieron presentes direcivos de Ciudad Saladillo y Pedro Echagüe y el entrenador Fabián Cubito.

Síntesis
Echagüe-Saladillo(84): Pardal (11); Manny Clifton (26); Arbillaga (10); D. Einguren (10); García (1) (FI) Martire (16); Nelly (8); Rodriguez (2); Sánchez; A. Einguren; López, Bordolis.

Estudiantes de Olavarria (76): Blackshire (25); Barrera (8); Iglesias (15); Segura (--); Franco (5), (FI) - Diez (5); Mansilla (11); Sesma (7); Sansimoni; Barberi; Fierro.

Estadio: Echagüe Saladillo
Arbitros: Cestari M. y Romea A.

Autor: Adrián Urús - Rubén Basabe
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