De aquella primavera de 1991 han trasncurrido 13 años y 52 clásicos entre Quilmes y Peñarol. Del mítico Super Domo, hasta Once Unidos y el Polideportivo, último y definitivo asiento de la máxima expresión del Basquet
De tribunas llenas, canto, colores y papelitos a la violencia sin razón que le ha colgado el cartelito de “Alto Riesgo”.
De la experiencia del Gurí Perazzo, a la magia del “Pichi” Campana, o la excelencia de Jorge Racca, pasando por nombres propios llenos de gloria con Miguel Cortijo, Carlos Romano, Daniel Farabello, o el “Lobito” Fernández, Diego Maggi, Rubén Wolkowyski, entre tantos, por suerte muchos.
Del latido intacto de los ídolos de cuna como Eduardo Dominé o de los adquiridos como Marcelo Richotti.
De los morenos lleno de vigor como Gary Voce o Jerome Mincy, a la maestría de Wallace Bryant o Byron Wilson.
De la escuela efervescente del Huevo Sánchez a la pícara sapiencia de Néstor García.
Del debut de un grande aquel 22 de spetimebre de 1991 a este retorno con la misma camiseta, intercalando un título con la otra: Esteban Pablo De La Fuente.
De la Liga Nacional a la Copa Argentina De la sonrisa al llanto. De corazón a Corazón Larga vida al Superclasico. Amén
No entiendo porq ponen, La copa argentina y no ponen a la Copa Desafio, te acordas quilmeño??? jajaj son mas clasicos a favor de tu papi quilmeñoo!! Chau amargos..! AGUANTE LA PEÑA
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»sandra09/10/2004 00:00
le agradesco a la peña todas las alegrias que nos sigue dando en cada clasico.