Peñarol – Quilmes

Las verdades del deporte sostienen que siempre hay revancha. Quizás el ejemplo más contemporáneo e importante para la gente del básquetbol haya sido la final del mundial de Indianápolis y la posterior medalla de Oro de Atenas. Sin embargo, sostuvo el propio Emanuel Ginóbili que ninguna medalla podrá apagar la frustración del 2002. Son cosas distintas.

¿Habrá para Quilmes alguna manera de resarcirse del papelón del último clásico?. Peñarol seguramente jugará con eso. Sus hinchas también.

Es que la historia de Peñarol y Quilmes es muy rica en anécdotas y cada partido tuvo lo suyo, pero si mentalmente se hace un repaso, quedan grabados en la memoria nada más que un puñado de partidos. Y el martes 5 de octubre de 2004 será una de esas fechas que se recordarán por siempre.

Habría que hilar muy fino para establecer de qué manera juega la historia en un clásico. La pasada y la reciente. Ni Dominé, ni el Huevo Sánchez, Ni Richotti, ni el Che García estarán en la cancha. Pero es verdad que la historia que ellos escribieron, siempre está en el aire cuando Peñarol y Quilmes juegan.

De todas maneras en la lógica que envuelve a este deporte hay una realidad, Peñarol hace 5 fechas que no juega bien. A pesar de las victorias ante Gimnasia CR y Gimnasia LP como local y las derrotas ante Conarpesa (local y visitante) y Gimnasia CR, el equipo de Guillermo Narvarte ha perdido el brillo de las primeras fechas.

Era ilógico que en el comienzo del campeonato el equipo se encontrara rápidamente en un alto nivel y además los rivales ya saben por donde se potencia y por donde se debilita este Peñarol. Pero el principal problema del equipo es el equipo mismo.

Peñarol debe mirarse primero a si mismo y luego al rival. Por eso el viernes ante Gimnasia de La plata fue muy cauteloso de todos sus movimientos. Jugó con el freno de mano puesto y trató de ser prolijo en sus ofensivas para no desestabilizar su retorno a defensa.

Como siempre será clave los primeros 3 tiros al aro. En una rápida apuesta no nos equivocaríamos si decimos que entre Ford y “Tato” Rodríguez estarán esos primeros tiros. Si Peñarol mete esos tiros, todo el equipo gana en confianza. Y con la moral alta Peñarol es mortal.

En el partido anterior “Tato” Rodríguez lo volvió loco a Cequeira posteándose y ganando el duelo personal. Quilmes seguramente trabajó sobre ese aspecto, pero la lógica dice que el base de Peñarol es la clave de su equipo.

Sherrell Ford se comporta en ofensiva como alero y defiende como ala pivote, usa su timing para los rebotes, ve muy bien el basquet y suma puntos importantes, Locatelli es el jugador que completa el power - trio que Peñarol tiene. Juan Manuel siempre saca la cara por todos cuando las cosas andan mal.

En Quilmes hay mucha expectativa por lo que podrá dar el equipo para resarcirse de la derrota en el clásico anterior.

Como buena noticia, el equipo de Bianchelli y Mangone contará con la presencia de Rahssan Smith quien fue descalificado por doble falta técnica en Olavarría pero no fue expulsado.

El cervecero, al contrario de Peñarol, luego de tocar fondo ante River en el estadio de obras, resurgió de las cenizas, le ganó a Boca jugando muy bien y luego a River. Claro que el efecto cancha es importante y Once Unidos no es el Poli. Sin embargo, en cancha grande como el Maxi Gimnasio del parque Carlos Guerrero en Olavarría, Quilmes pudo defender bien y se trajo un buen triunfo.

Los clásicos lo juegan todos y lo ganan los hombres. En ese aspecto el regreso del “Lobito” Fernández para aportarle experiencia y serenidad en momentos calientes al equipo es clave.

Y la llave de Quilmes no es otra que su extranjero Evric Gray. Después de mostrarse varios partidos díscolo y errático, hace tres partidos que volvió mentalmente al equipo. Juega para sus compañeros, defiende y no toma decisiones peligrosas para el balance defensivo. Evric es capaz de ganar un partido como de perderlo él solo. Por personalidad y talento es la clave.

La pregunta que surge inmediata cuando uno traslada mentalmente al equipo de Quilmes de Once Unidos al Polideportivo es: ¿podrá defender igual que en casa?

En el medio de todas estas intrigas esta la gente. Habrá un estadio lleno. Es sin dudas el mejor espectáculo que tiene la Liga Nacional de Básquetbol. Por euforia y convocatoria no hay nada parecido a un Peñarol – Quilmes, Quilmes – Peñarol. La televisión se fue al sur con Conarpesa (poderoso caballero es don dinero), pero la pasión se quedó en Mar del Plata.

Esta previa se está haciendo demasiado larga. Es mejor buscarle un rápido final porque se escuchan las bandas gritar: “Por favor que el adiós no se alargue, me canse de tanto esperar…. Cuando el fuego crezca, quiero estar ahí”.

Formaciones:
Peñarol: Sebastián Rodríguez, Juan Manuel Locatelli, Claudio Farabello, Sherrell Ford y Emeka Okenwa.

Quilmes: Luis Cequeira, Juan Pablo Sánchez, Pablo Gil, Evric Gray y Claudio Chiappero.

Hora de inicio: 21:00
Árbitros: F. Sampietro - D. Rougier

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