La más dulce de las venganzas

Bien se podría analizar minuto por minuto, en una cronología fría y calculada lo que ocurrió en el partido de anoche. Sin embargo, no puede evitarse sacar de los 40 minutos de juego casi 11 que fueron los que definieron el partido y marcaron el rumbo del clásico entre Ben Hur y Libertad.

El partido “empezó” cuando faltaban 5´10“ para que terminara el segundo cuarto. En ese momento Ben Hur ganaba 34 a 30, pero todo era absolutamente parejo. Había ráfagas de cada equipo que hacían que la balanza no se inclinara hacia ninguno de los dos lados.

A partir de ahí comenzó el quiebre. Ben Hur primero metió un parcial de 12-4 para terminar el primer tiempo 46-34. Es decir 12 puntos de luz cuando en el primer parcial habían terminado 22-21.

Y la cosa no quedó ahí. Ben Hur volvió del vestuario con la misma actitud y el mismo concepto de juego. Y con el mismo hambre de victoria a modo de revancha por lo que habían sido los clásicos anteriores en esta Liga.

En poco más de 5 minutos de ese tercer cuarto los rafaelinos desplegaron un repertorio impresionante de recursos para defender y atacar. Ahí fue cuando volcó el clásico a su favor.
Cuando faltaban 4´38” (poco más de 10 minutos de juego después de aquel 34-30 inicial) para finalizar ese período, Ben Hur ganaba 66-39. Con un parcial en ese lapso de 32-9 como para entender dónde había estado la clave del partido.

Hasta ahí llegó Libertad, su serie de partidos invictos y su liderazgo en la Zona Norte. Ben Hur literalmente lo vapuleó en esos 10 minutos y se metió el clásico en el bolsillo después de tres victorias sunchalenses en cadena.

¿Qué hizo Ben Hur en ese momento tan favorable? Tuvo a un Leonardo Gutiérrez imparable, impecable, sacando su chapa de jugador distinto.

Tal vez, jugándose un partido especial en lo personal, luego de los malos momentos pasados en los clásicos anteriores. El campeón olímpico aportó 16 de los 32 puntos que hizo Ben Hur en esos 10 minutos decisivos.

Claro que la descomunal noche de Gutiérrez estuvo bien decorada. Por el aporte anímico y basquetbolístico de García, por el buen momento personal por el que pasa Jason Osborne y por el aporte valioso que realiza Stanton.

Ben Hur lo defendió bien en su tablero y después fue mortal a la hora de atacar. Libertad -sindicado como el mejor equipo de la competencia hasta aquí- perdió el rumbo y fue apenas la voluntad de Ginóbili para hacerse cargo del mal momento.

El aurinegro no se mostró como un equipo en el real sentido de la expresión. Claro que eso ocurrió porque Ben Hur lo controló en tantos aspectos que lo redujo a una mínima expresión.
Luego de ese ya lapidario 66-39 a casi 15 minutos del final del partido, Ben Hur ya no le dio posibilidades a los sunchalenses. Cuando Libertad intentaba, amagaba con una reacción; los locales ponían rápidamente las cosas en su lugar.

Lo que vino después de aquel 66-39 fue solamente la fiesta del pueblo benhurense que festejó después de tres partidos ante el rival de siempre.

Los de Julio Lamas pudieron ratificar nada menos que en el clásico que vienen en una levantada tremenda. No sólo en cuanto a los resultados, sino también en cuanto a rendimiento. ¿Y qué mejor que ratificarlo frente al que todos daban como el mejor de la competencia? ¿Y qué mejor que ganarle con la autoridad que refleja el resultado?

De paso, los benhurenses se dieron el gran gusto de escribir una página importante en la historia del clásico. Fue la victoria más abultada en todo el historial.

Había una espina clavada, una cuenta pendiente. Había sangre en el ojo benhurense. Y anoche se pudo sacar todo eso de encima. Ganó el clásico, el séptimo partido en forma consecutiva y hasta capturó la punta de la Zona Norte. No se podía pedir más para una sola noche.

Ben Hur: Legaria 10, García 15, Stanton 13, Osborne 24, Gutiérrez 37 (FI), Calvelli 2, Ederra 0, Storani 2, Sacavino 0, Revellino 0. DT: Julio Lamas.

Libertad: Ginóbili 21, Martínez 21, Cavaco 5, Benítez 6, López 8 (FI), Saglietti 8, Cerutti 0, Rich 0. DT: Gonzalo García.

Parciales: 22-21, 46-34, 77-51
Árbitros: Jorge Fabi, Sergio Tarifeño.
Estadio: Coliseo del Sur.
Autor: Germán Sánchez (La Opinión)

Gimansia lo logró de visitante

Un cierre magnífico le permitió anoche a Gimnasia cambiar por victoria un juego que parecía tener destino en derrota frente a Estudiantes de Olavarría, en partido válido por la Liga Nacional de básquet.

Afirmándose en una formación de goleo muy equilibrado, el Lobo quedó en posición desfavorable al término del tercer cuarto, pero se la jugó en la recta final y le salió bien. Un parcial de 33 a 17 le permitió festejar un apretado triunfo de 83 a 79 como visitante del último clasificado en la Zona Sur.

Mejor el Bataraz en el primer tramo, con una ventaja de 20-16 que dejó pensar que se estaba en presencia de un encuentro de final abierto. Muy parejo el segundo cuarto, que finalizó igualado 18-18 posibilitándole al local mantener la distancia inicial.

Para los albiazules el tercer cuarto fue un verdadero problema, porque sus ataques no tuvieron la precisión necesaria y por el contrario, su rival embocó lo que hasta ese momento no había embocado; 24-16 el parcial y 62-50 un global que parecía muy difícil de quebrar.

Pero Gimnasia archivó los fantasmas propios de cinco derrotas seguidas (dos contra River, dos contra Boca y la restante el viernes en Mar del Plata contra Peñarol) y salió a jugársela en la parte final. Metió, pero también pensó y jugó el Lobo, y agarró un envión tal que completó el juego con un parcial de 33-17 a favor, que de perdedor lo transformó en ganador.

Punto final entonces con gran sorpresa en Olavarría, por un 83-79 final que llevó a Gimnasia a interrumpir una racha de cinco caídas al hilo, y ganando como visitante, lo que siempre representa un valor extra.

Ahora, el equipo de Eduardo Cadillac regresará al Polideportivo de la calle 4 para recibir a Gimnasia de Comodoro Rivadavia, en presentación que lo pone ante la chance de otra victoria para escalar en la tabla de la Zona Sur.

Síntesis
Estudiantes (79): Juan M. Iglesias 12, Mariano Franco (x) 17, Keith Sudler 12, Chris Hobbs (x) 9 y Leonardo Segura 4 (FI); Alejandro Diez 4, Darío Mansilla 12, Edgardo Sesma 3, Gerardo Barrera 3, Sergio López 3 y Matías Barberis 0. DT: Carlos Romano.

Gimnasia LP (83): Lucas Saúl 18, Juan Manuel Rivero 10, Gabriel Moravansky 10, Raheim Brown 10, Andre Williams 11 (FI); Jorge Sánchez 12, Christian Balcells 7, Cristian Cadillac 3, Santiago Ramati 2 y Facundo Venturini 0. DT: Eduardo Cadillac.

Parciales: 20-16, 38-34 y 62-50.
Árbitros: Roberto Settembrini y Osvaldo Bautista.
Estadio: Maxi Gimnasio - Parque Carlos Guerrero - Olavarría