Quilmes - Conarpesa

En el recuento de los escenarios de Liga nacional, que todavía perduran a través de la historia, hay pocos escenarios que se magnifican por condiciones ajenas a lo deportivo. Once Unidos es uno de ellos.

Si es por el record de imbatibilidad se pone al lado del “Socio Fundadores” de Comodoro Rivadavia, el “Luis Conde” de Boca Juniors, o el “Carlos Cerutti” de Atenas de Córdoba

Si es por la pasión que se traslada desde las gradas al rectángulo de juego se emparienta con nóveles escenarios como el “Héctor Danunzio” de Junín donde hace de local Argentino, o el “José María Bértora” de Central Entrerriano en Gualeguaychú.

En el estadio del Club Once Unidos, Quilmes cuenta su historia de Liga Nacional; digamos: forma parte del ADN de Quilmes. Es parte importante de su historia que fue escrita por diferentes intérpretes, pero solidificada con la misma pasión.

Allí jugaron antológicos clásicos con Peñarol, en donde se ubicaban asientos detrás de los aros en tiempo en los que el ex Comisario Gallina aún no soñaba con su COPROSEDE. Donde los protectores detrás del banco de suplentes no existían y donde todo estaba peligrosamente cerca. Aunque un poco su fachada haya cambiado, el aire de Once unidos encierra parte de esa magia que los años acumulan.

Y esta noche, la calle se vestirá de fiesta, una vez más, más allá del habitual rito del “ir a la cancha”, porque el partido trae connotaciones extra deportivas.

Estará la televisión a través de TyC Sports, estará un país basquetbolístico mirando y habrá un regreso especial.

Oscar “Huevo” Sánchez fue el Director Técnico que se sumó a la aventura de un foráneo dirigente como Oscar Rígano y llevó a Quilmes de la Liga “C” a la “B” y de allí a la “A”. Fue declarado mejor entrenador de la temporada 92-93 y se alejó del club una tarde de 1994. Luego tuvo regresos, alegrías efímeras y glorias eternas. El campeonato de ascenso del TNA en el 99 (ganando todos los Play Off en condición de visitante) y buenas campañas en la “A”.

Oscar Sánchez es parte importante de la historia de Quilmes, como Eduardo Dominé, como Sebastián Ginóbili. Y también ayudó a alimentar el mito del estadio que se transforma en caldera.

Ese hombre que hizo de su silbido un emblema y de sus gestos una bandera, estará de regreso en Once Unidos, pero ingresará por la puerta izquierda de los vestuarios, se sentará cerca del banco se suplentes que da la calle Río Negro, al otro lado de donde los hinchas profesan su amor más incondicional.

Estará sumido en el traje de un técnico “visitante”. El destino quiere que ese equipo se llame Conarpesa. Eventual dato en la historia. La noche en Once Unidos no será igual a otras noches, ¿no señor Sánchez?:

“Es un partido bravo, no es un partido más. Nosotros vamos a un reducto donde yo salí trece años por el mismo vestuario y ahora tengo que salir al revés“, dice apresurado.

”Es muy difícil y voy a tener que estar muy concentrado. Yo soy muy emotivo ya que son trece años en Quilmes y creo que fui parte de crear esa caldera. Pero bueno, es así y hoy tengo que defender a muerte a estos jugadores“, se defiende a manera de excusa.

Los recuerdos para todos pueden caer como catarata. Existe una foto “descomunal” del “Huevo” intentando una tapa al “Negro” Carlos Romano en ocasión de un clásico cuando el jugador estaba en el acto de lanzar un tiro de tres puntos. La vuelta eufórica y demencial cuando Quilmes superó a Estudiantes de Santa Rosa por los cuartos de final del TNA 99. Y los recuerdos se extienden.

En épocas del nuevo milenio, donde la cultura pasatista y masmediática tomó referentes efímeros, el valor de los recuerdos ha perdido prensa. Y ya se sabe que la prensa es lo que diferencia al bien del mal.

Cada club tiene su mochila cargada de historia y el recuentro de Oscar Sánchez con el estadio de Once Unidos y la gente de Quilmes, no es un hecho menor. Interesa acaso a los involucrados, pero la pasión se alimenta de estas singularidades.

Se podría hacer la previa hablando de un partido de básquetbol, entre un equipo que necesita ganar y otro equipo que necesita ganar. Donde los protagonistas dirán: “Es muy importante ganar hoy”. Se puede hacer una previa hablando de la persecución hombre a hombre o la zona 2-3.

Pero se puede también rescatar el pasado que ha forjado este presente. Javier Bianchelli lleva 28 partidos ganados en 31 presentaciones en Once Unidos. Hasta Sergio Hernández con el Boca súper campeón perdió más veces en el Luis Conde que Bianchelli en Once Unidos.

Contra esos datos actuales, contra la historia de un banco que hoy se da vuelta, contra los nervios de enfrentar a su viejo amor, se espera el regreso de Oscar “Huevo” Sánchez.

Si el básquetbol vive en la emoción de la gente, más allá del juego mismo de este maravilloso deporte, entonces estará bien darse una vueltita esta noche por Once Unidos, no será cosa que pase algo importante y uno se pierda de vivirlo.

Formaciones
Quilmes: Luis Cequeira, Juan Pablo Sánchez, Pablo Gil, Evric Gray y Cladudio Chiappero. DT Bianchelli - Mangone.

Conarpesa: Diego Alba, Sebastián Acosta, Diego Prego, Quincy Alexander y Ryan Perryman. DT Oscar Sánchez.

Hora de inicio: 20.30.
Árbitros: A. Chitti y R. Smith.

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