Al ritmo del dunga - dunga

Uno por efectivo y con hambre de victoria, el otro por opaco y errante ambos tuvieron el premio merecido. Peñarol fue más que Gimnasia en todo el partido, lo propuso primero y los dispuso después, lo de Gimnasia será de largo análisis pero el veredicto final quizás no responda solo a la mala actuación de la noche del miércoles en el Polideportivo de Mar del Plata.

Desde el inicio el equipo de Guillermo Narvarte tuvo un prolijo orden ofensivo, para no apresurarse, buena selección de tiros, gol en todas las posiciones y buen retorno a defensa. La vuelta desde el inicial del goleador Gustavo Oroná (9 pts) fue la mejor carta de la visita.

Un poco de Raheim Brown (6 pts) contra lo mucho que hizo Okenwa (7 pts y 6 rebotes -5 of-) fue el duelo de la noche.

Peñarol tuvo muchas segundas instancias (una constante en todo el partido) que le dio múltiples posibilidades. Sobrecargó el tablero rival y se equivocó menos en el traslado, lo que le dio más posesiones. La impresión lejana fue que Peñarol iba en busca de un triunfo, Gimnasia especulaba ante la situación, como descreyendo de sus propias fuerzas.

Cuando terminó el primer tiempo, Peñarol ganaba 52-39. El local había tirado para 99 puntos y Gimnasia para 65. Es decir tenía mejor porcentaje…Gimnasia (52% del local contra 60% de la visita). Pero Peñarol tomó 11 rebotes en ofensiva y provocó 8 pérdidas del rival contra solo tres propias. Por eso dominaba el juego, porque quería y hacía más.

En el inicio del tercer cuarto, Okenwa cometió su cuarta falta y fue al banco de los suplentes, Peñarol ganaba por 15 (64-49) y todo parecía a pedido del milrayitas. Sin embargo esta vez el ingreso de Pablo Barrios no fue efectivo.

Desde que salió Okenwa, Raheim Brown (13 pts y 6 rebotes en el cuarto) se hizo incontrolable para los internos de Narvarte. A su vez, sin pivote, con Ford y Barrios muy abiertos en ofensiva, Peñarol tiró 0/6 en triples sin rebote. Solo Juan Manuel Locatelli y su enorme capacidad ofensiva rompió la cerrada defensa rival. Con muy poco Gimnasia se puso a 10 (72-62).

La primera jugada del último cuarto fue todo un símbolo. Okenwa inauguró el cuarto con un triple!. Los que sus compañeros, habituales tripleros, no podían hacer, el nigeriano si.

Con un parcial de arranque de 8-0, Peñarol sacó 20 puntos (82-62) y liquidó el juego muy temprano de comenzado el segmento final. Y Gimnasia, desordenado, pero fundamentalmente sin alma entregó el juego.

Los jugadores dirigidos por Eduardo Cadillac ponen mucha voluntad, defienden intenso, pero ante la superioridad a reglamento de Peñarol, nunca impusieron presencia para dar vuelta la historia. Si el alma de un equipo se pudiera ver la de Gimnasia se vería rajada.

Los minutos finales fueron solo para enriquecer la planilla en los casilleros individuales. El partido hacía rato que terminó. El talento individual de Sherrell Ford (23 pts y 4 asis) y Juan Manuel Locatelli (24 pts y 5 reb), más el empuje, las ganas y el juego que impone Okenwa (21 pts y 14 reb) sustentaron otro triunfo milrayitas en el Polideportivo. Para pensar en el clásico del martes ante Quilmes con la tranquilidad del deber cumplido.

Síntesis
Peñarol (101): S. Rodríguez 10, J. M. Locatelli 24, C. Farabello 5 (les), S. Ford 23 y E. Okenwa 21 (FI). F. Titarelli 5, P. Barrios 2, A. Coronel 6, M. Mata 2, M. Marzilli, 2, M. Bonfiglio 0 M. Nóbile 1. DT: Guillermo Narvarte

Gimnasia (LP) (76): L. Saúl 7, G. Oroná 13, G. Moravansky 6, A. Williams 10 y R. Brown 25 (FI). J. Sánchez 2, S. Ramati 6, J.M. Rivero 1, C. Cadillac 2, C. Balcells 2, D. Gerbaudo 2. DT: Eduardo Cadillac.

Parciales: 29-22, 52-39 y 74-62.
Árbitros: Pablo Estévez y Mario Aluz.
Estadio: Polideportivo (800 espect. aprox).

Pablo Tosal
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