Con la marca del Zorro

Pobre espectáculo se vio en el Parque Carlos Guerrero, pero para el bataraz lo único que interesa es que ya suma dos triunfos consecutivos y que de la mano de su nuevo entrenador, más la llegada de Leonardo Diebold, que se sumará al plantel, puede soñar con revertir el mal comienzo de torneo.

Desde el vamos todo conspiró con el espectáculo. Las 400 estoicas personas que concurrieron al Maxi Gimnasio, tuvieron que soportar un sonido de despertador por varios minutos, mientras se arreglaba el reloj de 24 segundos. Después vendría el partido que aburriría a todos.

Hubo cinco minutos de paridad plena. Ambos se repartían errores y aciertos, como si jugaran como espejos. Tratando de poner la bola lo más cercano al canasto para definir, y buena defensa de cinco contra cinco.

Pero fue Estudiantes el primero en romper esa paridad, con un par de triples de Juan Manuel Iglesias y una defensa más firme sobre Pablo Gil y “Junior” Cequeira.

En el segundo cuarto Quilmes igualó el juego (27-27) otra vez de la mano de Pablo Gil, quien asumió mucho protagonismo ofensivo. El cuarto fue de pobre nivel y ambos perdieron muchos balones. A falta de un minuto y medio el parcial le favorecía a Quilmes 14-11. Ninguno de los dos tenía tiro exterior, y no pesó ninguna individualidad.

En el tercer segmento, El equipo de Bianchelli siguió con su tónica de errar todo lo que tiró productos de malos lanzamientos. Comenzará en este punto una disyuntiva si fue mérito de la defensa de Estudiantes o propia impericia cervecera. La realidad se acerca más a lo último.

El tercer parcial fue la explosión de Darío Mansilla (8 puntos) y el local se movió al compás de Juan Manual Iglesias. Sobre el final con un par de corridas el “bataraz” sacó 10: 61-51.

Harto ya de estar harto, Javier Bianchelli, buscó un revulsivo en el partido y se la emprendió contra los árbitros. En realidad generó una gran protesta contra Roberto Smith, que derivó en Técnico y luego expulsión.

El técnico de Quilmes en realidad buscaba despertar del letargo a los suyos bajo un golpe de efecto. Y lo logró, pero ya era tarde. Quilmes dejó correr 30 minutos y en el básquetbol de hoy en día con buenos 10 minutos no se le gana a nadie.

La visita salió a apretar en defensa y descontó la diferencia de 14 (64-50) a solo 2 (70-68). En definitiva, Quilmes ganó el último cuarto 20-10, pero fue poco apara el descalabro que generó antes.

Estudiantes fue siempre conciente de sus limitaciones, aprovechó los errores de Quilmes y pasó factura. Sabe que sus extranjeros no son confiables e hizo lo que pudo. Tiró para 162 y metió 74 (45%).

Quilmes se olvidó que Gray puede jugar en ofensiva (tiró para hacer 13) y dependió mucho de su juego perimetral. En total tiró para 156 y metió 71 (45%)

La gran diferencia entre uno y otro son las 19 perdidas de Quilmes que pintan claramente que fue muy desprolijo en cancha.

Estudiantes supo cerrar el partido nuevamente y se quedó con dos puntos de oro, y a la expectativa de incorporarlo lo antes posible a Leonardo Diebold. Quilmes si quiere ver el medio vaso lleno quizás se fije en el 20-34 en libres. Pero será un reflejo mentiroso. Estudiantes hizo más meritos y lo resolvió mejor. Por eso ganó.

Síntesis
Estudiantes (O) (74): J. M. Iglesias 18, E. Sesma 10, K. Sudler 13, C. Hobbs 8 y D. Mansilla 13 (x) (FI) G Barrera 8 y A. Diez 4, M. Barberis 0 y L. Segura 0. DT: Hernán Laginestra.

Quilmes (71): L. Cequeira 7, P. Gil 27, J. P. Sánchez 11, E. Gray 7 y C. Chiappero 10 (x) (F.I) R. Smith 2, De La Fuente 3 (les), G. Fernández 0, Safar 2, Gagey 2. DT: J. Bianchelli / A. Mangone.

Parciales: 23-18, 38-36, 64-51
Árbitros: D. Rodrigo y R. Smith
Estadio; Carlos Guerrero. (Público 400 aprox)

Pablo Tosal
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