Cierre con fiesta

Peñarol cerró el 2004 mirando más para adelante que para atrás. En poco tiempo, supo dejar las huellas dolorosas de un pasado cercano y edificar un futuro promisorio. La gente lo sabe. La expectativa de la campaña, el marco de publico que acompañó hasta acá, todo se conjuga para seguir soñando con un futuro mejor.

Anoche el broche del 2004 fue una paliza ante un descolorido Central Entrerriano, que jugó 6:30 de partido y después se cayó a pedazos.

En el parcial 7-17 del comienzo Central fue un relojito. Entre Juan Cansina y Sebastián Cabello, Lastimó el juego interior del local. La ausencia por lesión (tirón en el aductor) de Jameel Heywood le dio más defensa y juego cercano al aro. Pero todo cambió cuando a Peñarol le sonó el despertador.

Salió del letargo ofensivo con acciones individuales de “Tato” Rodríguez (11 pts) y la defensa se puso seria. Marcos Mata, trabajando con buenas ayudas controló a Ryan Carroll, convertido casi en exclusiva vía de gol.

En los últimos tres minutos y medio del primer cuarto Peñarol metió un parcial 14-3, para cerrar arriba por uno (21-20). Pero en los siguientes cuatro minutos Central entró en una anemia ofensiva alarmante y Peñarol lo facturó con un parcial de 27-3 (34-20) a falta de 6.00

Fueron 8 minutos de furia para el local que no sólo dio vuelta el marcador sino que liquidó el partido. Era improbable que Central descontara 14 puntos, con un sólo extranjero y con la noche que venía teniendo.

Narvarte mandó a la cancha a Fernando Titarelli para meter presión defensiva en todo el campo. Ni Trovellesi, ni Gastón García pudo subir la bola con comodidad. Cuando Central podía organizar su ofensiva, apenas le quedaban de 6 a 10 segundos para lanzar al canasto y Carroll estaba un metro detrás de la línea de 6.25. De tal manera el desconcierto visitante era mayúsculo.

Sherrel Ford prendió los motores y clavó tres triples seguidos. Metió 17 puntos en el cuarto dando un recital de argumentos ofensivos. El equipo no jugaba para él, pero con inteligencia y practicidad se fabricaba sus propios espacios. Sebastián Cabello no pudo pararlo ni saltando encima de él.

Al final del primer tiempo la diferencia era de 20: 52-32 con un parcial de 31-12. ¿Asunto liquidado?. La respuesta no tardó en llegar.

En el tercer cuarto, Narvarte le devolvió la confianza a Okenwa quien hasta ahí había jugado los peores 8 minutos desde que está en Peñarol. Y el nigeriano volvió con 4 puntos, una tapa y 7 rebotes. De todas maneras en el balance general, lo suyo fue lo más criticable.

El tercer segmento fue todo de Sebastián Rodríguez, el base dio cátedra de juego rápido y definiciones en contraataque. En ataque estacionado simplificó todo y una vez más dominó el duelo de bases. No hay dudas que hoy “Tato” es el jugador franquicia del equipo.

Central tiene el alma quebrada. A Beltramella le bajaron un par de faltas dudosas y se fue mentalmente de partido. Mientras el tablero esta igualado, el equipo se muestra sólido, pero le sacaron 10 puntos y desapareció, tratando en algunos casos de resolver el problema con acciones individuales.

Los últimos diez minutos solo sirvieron para decorar el resultado final y el desfile de los juveniles.

Peñarol y central mostraron cabalmente la realidad de cada uno. Peñarol mira el futuro guiado por el sol del verano, Central apenas lo espía entre grande nubarrones.

Síntesis
Peñarol (105): P.S.Rodríguez 30, J.M.Locatelli 11, M.Mata 9 (x), S.Ford 27 y E.Okenwa 6 (FI). F.Titarelli 5, P.Barrios 8, M.Nóbile 2, A.Coronel 7, M.Bonfiglio 0. DT: Guillermo Narvarte.

C.Entrerriano (73): M.Trovellesi 8, M.Beltramella 9, R.Carroll 26, S.Cabello 14 y J.Cansina 8 (FI). F.Dobboletta 7, P.Fernández 0, G.García 1, S.Anderson 0. DT: Fabio Demti.

Parciales: 21-20, 52-32 y 82-52.
Arbitros: Pablo Estévez y Roberto Smith
Estadio: Once Unidos. (800 espectadores)

Pablo Tosal
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