Los viejos más piolas

Se cerró el año para Quilmes y para Obras. Injusto sería decir que anoche hubo alguna figura en el estadio de Obras para el enorme partido de básquetbol que se vio. Pero si los infortunios de Quilmes se toman en cuenta, entonces hay que rescatar la entrega y el juego de Gustavo Ismael Fernández y de Esteban Pablo de La Fuente.

Cuadro de situación

Cuando terminó el partido en Junín, el domingo por la noche, Todd Williams se desmayó en el vestuario y se fue en ambulancia del Estadio “Héctor Danunzio”. Un problema gastrointestinal lo tuvo a mal traer toda la noche, pero el extranjero se la bancó y jugó igual.

El martes se levantó de su reposo y no pudo estar con sus compañeros por la noche. La ida a Estados Unidos de Evric Gray por la enfermedad de su madre, dejó a Quilmes sin extranjeros. “De la Fuente jugó un partidazo en Junín, se pegó con todos, no se escondió nunca e hizo un juego muy físico”, le dijo Bianchelli en la previa a Pick and Roll.

Obras por su parte el último partido lo había jugado el miércoles pasado y estaba más descansado. Cortó en la semana al intrascendente Attarius Norwood y jugaba sólo con un extranjero.

Buenos Aires marcó 32º de sensación térmica a las 20.00 (40º en la cancha) y ni una gota de viento. Dadas las circunstancias apostar por Quilmes anoche era - cuanto menos – aventurado.

Un partido de “ida y vuelta”

El partido, lisa y llanamente, fue una trituradora para los jugadores. Desde el minuto cero al cuarenta se jugó con mucho vértigo, sin parar la pelota (el espectáculo agradecido). Con el calor era una apuesta de riesgo para los dos, pero Juan Pablo Boadaz, optó por una rotación más larga desde el banco.

Desde el comienzo el “Lobito” Fernández demostró que esa era “su” noche. Metió cuatro de cuatro en triples en el primer segmento y lideró la ofensiva quilmeña.

Con De la Fuente como ala pívot el duelo con Borrel fue exquisito, de gran jerarquía individual. Lázaro (3/3 en dobles) resolvió muy bien las pocas veces que Facundo Sucatzky lo encontró. Con Quilmes metiendo presión en la línea de pases y Chiappero maniatando a Calderón, Sucatzky (10 pts) tuvo que tomar las riendas ofensivas de su equipo.

Quilmes distribuyó mejor el goleo, Obras a pesar de tener a un maestro hacedor de juego no podía ser claro y perdió 7 balones en el cuarto inicial.

El segundo segmento fue más parejo, y lo mejor del local. Sucatzky la pasaba (4 asis), y su defensa estaba más dura, no permitiendo los rompimientos del perímetro quilmeño. Dos bombas de Pablo Gil sobre el final más una buena aparición del tandem Chiappero – Gagey, le dio a Quilmes la confianza para cerrar arriba el entretiempo 53-52.

El cansancio por calor fue la vedette del segundo tiempo. Los minutos se pedían para hacer respirar a los jugadores. Sobre todo Quilmes que utilizó una rotación de siete.
Obras erró mucho desde la línea de libres (1/6) no tuvo gol desde afuera y Quilmes tomó una diferencia máxima de 11: 69-80 a falta de 20 segundos para que termine el tercer cuarto.

Todo Quilmes fue muy sólido. Con paciencia, gran juego de pases, y con De la Fuente abierto en el perímetro en ataque, se generaban los espacios para el resto. Boadaz le tuvo puso un equipo “espejo” para marcarlo porque Quilmes dominaba el desarrollo con un equipo más bajo.

Por primera vez en el partido, durante cuatro minutos, Quilmes se quedó sin gol y Obras aprovechó con un parcial 10-0 (79-80) y se puso en juego. Pero otra vez apareció Pablo Gil en Ofensiva, más las acciones positivas de Cequeira – Fernández (coincidieron varios minutos juntos en cancha) y Quilmes sacó 5: 81-86.

A falta de 2.30 la visita sacó 9: 83-92. Parecía que todo estaba terminado. Pero el “tachero” con mucho amor propio se jugó el resto. Ensayó una presión toda la cancha y lanzamientos rápidos de tres puntos. Dos triples de Sucatzky y uno de Sepúlveda achicaron la diferencia para darle emoción al cierre.

Pero el lobito Fernández y Cequeira sellaron el juego desde la línea de libres (11/13 en el último cuarto).

Repasando la historia de tres años del base de Quilmes, no sería incorrecto decir que el “Lobito” jugó el mejor partido desde que esta en Quilmes. Más allá de su gran planilla (25 pts, 7/8 en libres, 3/4 en dobles y 4/7 en triples, 4 rebotes, 5 asistencias, 4 recuperos y 2 pérdidas en 35 minutos), se bancó el calor con un gran despliegue, pero además fue muy inteligente para con su equipo.

Igual ítem para “Super Esteban”. Es redundante pero De la Fuente es un obrero de lujo. Hace de todo para el equipo. Después del desgaste de Junín, lidió toda la noche con Lázaro Borrel, jugó 33 minutos y dio cátedra.

Sucatzky (29 pts y 12 asistencias) Lázaro Borrel (24 y 18 rebotes) fueron estrellas que se quedaron sin premio. Quilmes jugó mejor en equipo y se llevó un triunfo inobjetable, para pasar la más dulce de las fiestas, pensando en un futuro teñido de rojo, blanco y negro.

Síntesis
Obras Sanitarias (100): Facundo Sucatzky 29, Eduardo Domine 7 (X), Cristián Romero 16 (X), Lázaro Borrell 24 y Pedro Calderón 11 (FI); Mario Sepúlveda 7, Sebastián Taffarel 2, Maximiliano Riolfo 4, Sergio Ravina 0 y Alejo Meire 0 y DT: Juan Pablo Boadaz.

Quilmes (102): Gustavo Fernández 25, Pablo Gil 27, Juan Pablo Sánchez 3, Esteban De la Fuente 12 (X), Claudio Chiappero 12 (FI); Luis Cequeira 17 y Mariano Gagey 6. DT: Javier Bianchelli y Alejandro Mangone

Parciales: 27-29, 52-53 y 71-80.
Árbitros: Fernando Sampietro y Osvaldo Bautista.
Estadio: Obras Sanitarias.

Pablo Tosal
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