Se aprovechó de todo y lo dejó sin nada

Ni bien termina un espectáculo de enorme jerarquía como el ofrecido por Quilmes y Boca anoche, comienza el juego de las preguntas ¿Lo ganó Boca o lo perdió Quilmes? Sin restarle méritos a nadie, cada corazón verá lo que quiere ver, pero la victoria tiene un solo dueño: Boca Juniors, que otra vez se lleva el dulce de Once Unidos.

Los dirigidos por Sergio Hernández jugaron un primer tiempo para guardarles el video a sus nietos, y en el segundo en apenas cuatro minutos Quilmes se le puso a tiro. Ambos fueron cómplices de las dobles sensaciones: se sufrió y se gozó por partes iguales.

El génesis fue a todo gol y de ritmo vertiginoso. Ofensivas que rara vez llegaban a los 16 o 18 segundos, contraataques, tiros de tres sin balance. El espectáculo era entretenido por el alto gol, pero los dos equipos estaban desprolijos.

Por Boca Paolo Quinteros (8) con las corridas y Mc Cray (10) laburando en el poste bajo, sacaron ventajas. Por Quilmes sacaron la cara Pablo Gil (8) y Evric Gray (9) que lastimaban la defensa rival.

En el segundo capítulo, Hernández sentó a Sartorelli para preservarlo por acumulación de faltas y Malara tomó la base. Quilmes planteó un partido largo por el cansancio y decidió no buscarlo a Boca en su propia salida. Malara subió la bola cómodo y en el juego de pases, Boca casi se divirtió llegando al gol en diferentes vías.

A la vez, en defensa, con el ingreso de Sandes, el juego de la visita se puso más dinámico y rotó bien cuando pasó a zona. La salida de Gray lo dejó a Quilmes con poco peso interior y Quilmes sobrevivió con 2/4 en triples. El reingreso de Gray, Boca lo arregló volviendo a la marca en hombre cuando ya había sacado una diferencia de 8.
A falta de un minuto se estableció la máxima: 41-51

Quilmes cambió su cara en el segundo tiempo y Boca ya no estuvo más tan cómodo para ejecutar la partitura como una sinfónica. De local, el cervecero le tiró con la chapa. Jugando al medio foul, se puso muy duro en defensa, y con la tercera falta de Sartorelli a Boca se le hizo cuesta arriba. Malara ya no estuvo más cómodo y Boca perdió 8 balones en 10 minutos. En todo el primer tiempo el xeneize había perdido solo 3 pelotas.

Quilmes primero igualó el desarrollo y en 5 minutos del tercer se puso a uno: 60-61. El renacer de Quilmes fue entre otras cosas, con el cambio de Juan Pablo Sánchez por un perdido Todd Williams. El mendocino que venía muy relegado en la repartija de minutos, metió 11 puntos en el parcial y lideró a Quilmes.

Al comienzo del último cuarto, la diferencia era de 5 para el local (74-69). Pero con rápidas conversiones, Boca se puso arriba por uno 77-78 en tres minutos y medio. De ahí al final fue palo y palo.

De todas maneras el campeón cambió su fisonomía del tercer cuarto que lució pálido, cambió la cara y también se pintó de guerrero. A falta de 2:40 Quilmes sacó cuatro (85-81), después de mucho pelear en defensa. Sergio Hernández pidió tiempo muerto y al volver, Boca tuvo el minuto de furia (y Quilmes de desconcentración) que cambió el final del partido.

En menos de un minuto Boca metió un parcial 6-0 que dejó el tablero 85-87. Luego Gray metió solo un libre de lo dos (Quilmes 3/9 desde la línea en el tramo final) y el tablero marcó: 86-87.

En la jugada más importante, Paolo Quinteros, un verdadero ancho de espadas, sacó un doble con falta, que liquidó el juego. Puso el partido 86-90. Pablo Gil, metió un triple que puso incertidumbre. Luego Mc Cray desde la línea decoró el resultado. Los últimos 18 segundos quedaron para el milagro que se esfumó en dos tiros errados de tres puntos de Gil y Gray.

Quilmes perdió el partido en las cinco perdidas del cuarto final. Además tiró 3/9 en simples, 2/8 en dobles y 2/7 en triples. Ante Boca no se puede ganar con esos porcentajes. El campeón se fue victorioso de Mar del Plata por tiene la jerarquía individual que define partidos, y porque como equipo nuca perdona los errores del rival.

Síntesis
Quilmes (89): Gustavo I. Fernández 2, Pablo Gil 25, Todd Williams 11, Evric Gray 20, Claudio Chiappero 4, (FI). Esteban De la Fuente 8, Luis Cequeira 3, Juan Pablo Sánchez 16, Mariano Gagey 0. DT Bianchelli – Mangone.

Boca Juniors (92): Juan Pablo Sartorelli 2, Paolo Quinteros 29, Byron Wilson 16, Dwight Mc Cray 26 y Alejandro Burgos (FI). Matías Sandes 4 y Fernando Malara 6. DT Sergio Hernández.

Parciales: 26-26, 45-53, 74-69
Árbitros: Chitti - Rodríguez
Estadio: Once Unidos (2000 espectadores)

Pablo Tosal
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