Arde la cuenca lechera

Y lo que se presumía desde que arrancó esta segunda parte de la Liga Nacional, finalmente anoche se dio. Después de un par de caídas inesperadas, Ben Hur se dio el lujo de obtener la victoria que le faltaba en Junín y se aseguró el tan ansiado y esperado número “1” de la fase regular, lo que lo convierte en el mejor equipo de nuestro basquet, más allá de lo que suceda en las últimas tres jornadas de la fase regular. Y de cara a los play off, el conjunto rafaelino tendrá ventaja de localía en todas las instancias, cuando a partir de abril, comience la etapa más complicada, decisiva y linda de esta apasionante Liga Nacional.

Anoche, ante un estadio casi colmado, el partido fue de trámite equilibrado, desde la primera hasta la última pelota en juego en el primer tiempo. Jason Osborne jugó un muy buen cuarto inicial en Ben Hur, pero en el segundo decayó, ante un Argentino que desplegaba, de a ratos, un buen juego colectivo. Por eso, los primeros 10´ de juego fueron para el puntero por 1 (26-27).

La paridad también continuó en el segundo cuarto, con los dos equipos realizando una muy buena defensa en los tableros. En el local, el veterano Julio Rodríguez (11 en el primer tiempo) y los dos extranjeros marcaban el camino en ataque. A 1´ del descanso, Argentino ganaba por cuatro pero una ráfaga de puntos de Leo Gutiérrez (8) lo puso otra vez a la “BH” por un simple (49-48). También Stanton (9) hizo un buen trabajo en el líder en la primera parte del encuentro.

En la reanudación, la tónica fue siempre la misma, ya que se “prestaban” la delantera debido a que las diferencias que se sacaban eran muy exiguas. Pero en la última jugada, Robinson, de gran partido en gestión ofensiva, lo puso a Argentino al frente por un triple (67- 64).

En el período decisivo, Argentino comenzó a equivocarse en ataque y con el correr de los minutos, Ben Hur fue estirando la diferencia. A 5´50“ la visita había sacado una buena ventaja (79-69) gracias a una acertada conducción de Legaria y los buenos aportes de Osborne y Gutiérrez en la zona pintada. Pero como el local es un hueso duro de roer para cualquier rival, Argentino no se achicó, sobre todo por la potencia en ataque que imponían los morenos Robinson y Williams. Pero esa diferencia de 10 puntos, el ahora ganador de la fase regular, la supo mantener con orden, tranquilidad, inteligencia y una buena defensa, como lo hizo siempre el equipo en esta segunda parte de la Liga Nacional.

A tres fechas del final, Ben Hur dio un gran paso, ya es el mejor equipo de la elite del básquetbol nacional y quiere seguir haciendo historia. Sin dudas, una campaña extraordinaria han realizado Julio Lamas y compañía en la fase regular. Pero no quedan dudas de que la deberá ratificar y cristalizar en abril cuando arranquen los play off, ya en la etapa de cuartos de final.

Síntesis
Argentino (J) (86): Rafael Costa 8, Julio A. Rodríguez 13, Horacio Beigier 8, Chukie Robinson 25 y Fred Williams 26 (FI). Martín Müller 3 y Juan Cangelosi 3. DT: Carlos Bualó.

Ben Hur (95): Raymundo Legaria 14, Eduardo Calvelli 2, Ramzee Stanton 14, Leo Gutiérrez 21 y Jason Osborne 23 (FI). Diego García 19, Daniel Ederra 2 y Walter Storani 0. DT: Julio Lamas.

Parciales: 26-27, 48-49 y 67-64.
Árbitros: Alejandro Ramallo y Juan Quesada.
Estadio: ”Sociedad Rural“.
Fuente: Diario La Opinión

Derecho a campeón

Anoche, Libertad ganó el campeonato del orgullo y la moral. Ya no importa si clasifica dentro de los cuatro primeros -algo sumamente probable- o si queda eliminado en el primer cruce de playoff. Lo hecho ante Quilmes fue una exhibición de equipo. Sin pivote porque mal cobraron un técnico a Benítez en el arranque del tercer cuarto, sin un extranjero y con jugadores extenuados y con cuatro faltas. Ante toda la adversidad posible y nada menos que frente al difícil “Cervecero” ganó, corrió y goleó 100 a 74. Increíble.

El cotejo de anoche quedará seguramente en la memoria de quienes estuvieron en la cancha así como también en los jugadores. Cuando en algunos años les pregunten sobre este partido, dirán que lo ganaron con contundencia (100-74) ante un rival complicado como Quilmes, sin un extranjero, sin pivote, con Álvarez con cuatro faltas... a pura garra y corazón, triple y penetración.

Es casi imposible explicar o analizar el encuentro sin recurrir a lo emotivo porque el esfuerzo de aquellos que vienen golpeados y cansados rayó lo épico. Lo mejor de cada jugador se pudo ver anoche en el “Hogar de los Tigres” que recuperó esa calificación con toda justeza. Después de un arranque con todo (7-0) Libertad pareció desinflarse y quedarse al tiempo que surgía Quilmes con toda su peligrosidad para nivelar las acciones primero en nueve puntos y pasar al frente. Los locales volvieron luego a ponerse en ventaja a partir de la excelente eficacia desde los 6.25 desde donde encestó en cuatro ocasiones en ese primer cuarto.

Sin embargo no todo era color aurinegro porque dentro de las malas había una y muy preocupante porque el “Chino” Benítez rápidamente cometió dos faltas. Se sabe sobremanera que este es el único pivote con que cuenta Libertad y sacarlo de la cancha equivale a tener mitad partido ganado.

Eso lo tienen en sus planillas todos sus rivales y potencian su zona interna. En este caso, se trata de una combinación más que desalentadora puesto que si a la dificultad que habitualmente somete Quilmes se le suma este inconveniente y llegan al final del partido Gray y Chiappero, sería dificilísimo controlarlos por la diferencia de estatura y de talla, (aunque esto nunca llegó a darse, extrañamente, el técnico rival no cargó la zona pintada).

Pero esto no fue más que especulaciones aún durante el primer cuarto en donde ambos técnicos echaron mano a sus bancos obteniendo resultados dispares. El alto goleo de Libertad (32-18) hizo pensar a más de uno estar viendo una repetición del partido del viernes ante Gimnasia de La Plata y muchos comenzaron a mirarse unos a otros preguntándose cuál era el partido más difícil si aquel ante el casi descendido o este frente al cervecero que siempre aspira a cosas importantes.

El segundo parcial siguió manteniendo la misma tónica pero con la complicación de que, transcurrida menos de la mitad, el “Chino” sumó su tercera falta, debiendo salir a descansar un rato. Allí se puso en práctica la hipótesis anterior y quedaba aún mucho por jugar. Libertad, trataba -y lograba- sacar diferencias a partir de las penetraciones, manteniendo su diferencia de una decena de puntos.

No obstante, esa luz fue siendo limada de a poco por la visita que aprovechó el descanso que García le dio a sus titulares para acercarse con un parcial demoledor (18-5). Por parte de los “Tigres”, los tiros de larga distancia seguían siendo una de sus armas fundamentales, manteniendo una eficacia más que interesante, con Martínez como abanderado. Claro que siempre había una de cal y una de arena puesto que, mientras los aurinegros sacaban otra vez once puntos de distancia, Rodrigo Álvarez cometía su cuarta falta personal ante Evric Gray, complicándose así el interno de recambio y oscureciendo en demasía el panorama.

La peor de las noticias para el local llegó ni bien arrancó el tercer cuarto puesto que el “Chino” Benítez cometió su cuarta falta personal y al pretender reclamar, rápidamente Vaismann le cobró técnico y lo hizo salir por cinco infracciones. Los cuatro libres fueron aprovechados correctamente por Safar que acercó un poco a Quilmes.

¿Cuántos son? ¿Cuánto mide cada uno? Seguramente estas fueron algunas de las preguntas que pasaron reiteradamente por los jugadores de Quilmes que veían cómo, a pesar de tener todo a su favor, nada podían hacer y eran los más pequeños los que los complicaban de una forma en la que ni Boca con todo su potencial debajo de las tablas lo podría haber hecho.

Los lujos no pasaron por las grandes volcadas pero sí por arrojarse al piso para recuperar una pelota suelta de Álvarez o los cuatro robos que sumaba Cavaco, ni hablar de las penetraciones de los demás ya que es difícil señalar a unos dejando de lado a otros (70-57). Al tiempo que pasaban los minutos del último segmento, las caras mudaban a una incredulidad puesto que sin internos, Libertad corría como nunca y encestaba de todos lados. Eran cinco endemoniados que no le daban ninguna chance a Quilmes y que se escapaban más que nunca en el partido (74-57).

El final del cuarto fue más que una fiesta, una verdadera sinfonía perfectamente ejecutada por los liberteños que interpretaron la mejor de las partituras. Poco podían entender quienes miraban el partido ya que Libertad estaba desde prácticamente la mitad del partido sin pivote, sin un extranjero y con un par de jugadores con cuatro faltas y sin embargo ganaba y sin embargo se escapaba cada vez más de un “Cervecero” que no sabía qué hacía dentro de la cancha.


Síntesis
Libertad (100): Sebastián Ginóbili 7, Mariano Ceruti 22, Javier Martínez 26, Diego Cavaco 20 y Jorge Benítez 2 (FI). Marcos Saglietti 6, Rodrigo Álvarez 11.

Quilmes (74): Gustavo Fernández 5, Pablo Gil 7, Todd Williams 8, Diego Chiappero 11 y Evric Gray 22 (FI). Selem Safar 10, Esteban de la Fuente 2, Juan Pablo Sánchez 9.

Parciales: 32-18, 53-42, 70-57
Estadio: ”Hogar de los Tigres“.
Árbitros: Pablo Estévez y Claudio Vaisman.
Autor: Ariel Balderrama – Sunchales Hoy