Rígano: “No es una vuelta, porque nunca me fui”

Dice que nunca se fue, pero estuvo ausente desde la temporada 2001/02. Fueron cuatro temporadas, sin uno de los dirigentes con más experiencia en la historia de la Liga Nacional.

En 1986, Guillermo Junco era el técnico de Quilmes que hacía sus primeros pasos por los regionales. Oscar Rígano, llegado de su bahía blanca natal a comienzos de la década del 80, llevaba a su hijo a practicar básquet a la institución.

Lentamente se fue acercando a la subcomisión de básquetbol y por contactos sumó al equipo de primera a León Wilson, un extranjero que estaba preso en Bahía Blanca. El equipo era dirigido entonces por Rubén “Ruso” Muñoz.

Después de unas fechas, fue el propio Oscar Rígano, ya al mando del la sub comisión, quien le comunicó al “Ruso” Muñoz que no seguiría dirigiendo el equipo, “porque el equipo ganaba con susto”. Las últimas dos fechas del regional de 1986 las dirigió el “Chueco” Ricardo villar.

En enero de 1987, llegó a Mar del Plata, también traído desde bahía por Rígano, el técnico Oscar Sánchez. Así Quilmes comenzó su participación en la Liga C y el proceso que luego desembocaría en la Liga Nacional “A”, siempre con Rígano como máximo referente entre los dirigentes del básquetbol.

En la temporada 2001/02, cuando Rígano plantó bandera, como máximo dirigente del básquetbol, llevaba 14 años al frente de Quilmes. En el medio habían quedado grandes contrataciones, buenas temporadas y otras no, el sueño frustrado del campeonato, el descenso del ´98, el ascenso del ´99, la semifinal del ´01 tras eliminar a Atenas en quinto partido en córdoba.

Hoy, cuando Quilmes comienza a gestar el equipo 05/06, esta detenido primero en la formación integral de la sub comisión que estará a cargo del Básquetbol profesional. En charla con Pick and Roll, Rígano confesó que: “No es un regresó porque nunca me fui”. Luego relató: “Todavía no hemos terminado de hablar con la Comisión Directiva, pero es para destacar el trabajo que han hecho hasta aquí, es impecable, quizás le faltó decisión en lo deportivo que es en donde yo puedo ayudar por mi experiencia, pero la idea es formar un grupo de trabajo”.

Mientras tanto, Juan Carlos Reussmann, vicepresidente de Quilmes y número uno mientras dure la licencia del Presidente Oscar Cano, relató lo dificultoso que fue llevar adelante la campaña pasada con sólo dos personas: “El trabajo del contador Eduardo Alfaya fue admirable. Quiero destacar que en 14 años de Liga no sé si es la primera vez que Quilmes termina sin un sólo peso de deuda, no le debemos ni a Once Unidos, ni a los jugadores, ni a nadie. Si hoy quiere alguien tomar el básquetbol de Quilmes, somos un bombón”.

Luego, Reussmann aclaró que no se puede tomar ninguna decisión en lo deportivo hasta que no se resuelva la sub comisión.

Lo que el dirigente no dice es que la espera por el desembarco definitivo de Rígano al club se dilató más de lo que ellos mimos preveían. Además el regreso de Rígano (que en estas cuatro temporadas, colaboró muy desde lejos) es esperado desde lo financiero – comercial.

El contador Eduardo Alfaya que en un principio iba a dejar las actividades del básquetbol profesional de Quilmes, por razones particulares, ofreció su gestión en la tarea administrativa, para ayudar a la nueva Sub comisión. De tal manera, en estas horas, Quilmes está definiendo el paso Uno de la nueva temporada.

De todas maneras, y a pesar de la definición en lo administrativo, Quilmes inició contactos con Sebastián Ginóbili para su regreso a Mar del Plata. Al “Sepo” le quiere renovar contrato Libertad de Sunchales, y fue pedido además por River, Atenas y Gimnasia de Comodoro. Será sin dudas la contratación más difícil que pueda tener.

El plantel de la temporada 05/06 tiene tres contratos en vigencia: Pablo Gil, Juan Pablo Sánchez y Claudio Chiappero. También es intención de volver a contar con Esteban De la Fuente, pero no pasarán por encima de la decisión del entrenador, sea quien fuere.

Con relación a este punto, el entrenador es aún una incógnita. Pero en la lista hay dos nombres: Pablo Dastugue y Javier Bianchelli. Necio sería tapar la voz del hincha que reclama el regreso esperado de Oscar Sánchez.

Los directivos que tuvieron el conflicto con Sánchez en su ida del club, ya manifestaron que harían lo mejor por Quilmes (entendiéndose por esto la posibilidad de la vuelta), al mismo tiempo que Sánchez manifestó su deseo de volver. Pero el impedimento es el contrato de Conarpesa (aún en continuidad) y sobre todo lo económico. Quilmes no tiene para pagarle a Sánchez. Hoy es utópico plantear la situación.

Pablo Tosal
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