Un fenómeno dentro de otro

Hay una historia que fue paralela con la Argentina, la historia contemporánea de Peñarol fue la síntesis de la Argentina de los ´90. Luego de la fiesta, llegó la depresión y desde el abismo, al borde de la quiebra, Peñarol resucitó. Este será el primer año de finanzas equilibradas luego de mucho tiempo.

La última noticia tenía reflejada en el rostro de los directivos milrayitas un dejo de felicidad. Luego del anuncio de la contratación de Joseph Bunn, en su vuelta al club, la gente se volcó masivamente a sacar su abono para la temporada. Hace tres años no llegaban a ciento diez los abonos de la Liga hoy piensan en llegar a mil.

Teniendo en cuenta que el Polideportivo “Islas Malvinas” tiene capacidad para 6500 personas ¿Qué es sacar una abono sino un acto de fe?. La gente de Peñarol sabe que el Polideportivo solo se llena en los clásicos con Quilmes, pero aún así dio su respaldo y su compromiso.

Cuando la nueva dirigencia entró al club, Peñarol tenía cedido los derechos de televisión por dos temporadas completas, más un pasivo de 900 mil pesos. Un verdadero caos. Luego de pensar seriamente en vender la plaza, decidieron jugar una patriada, hacer liga y capear el temporal. Al menos probar si llegaban a ver un horizonte.

Así armaron por dos años un equipo con lo que podían y no con lo que querían. La temporada 2003/04 se salvó del descenso una fecha antes de que cierre la fase regular, incluso favorecido por la quita de puntos de sanción a Ferro y Regatas.

La llegada de Guillermo Narvarte, la vuelta de “Tato” Rodríguez y Locatelli fueron las primeras puntas de recuperación. Aún había que bajar el pasivo y solo tenían el 75% de los derechos de TV. Pero al final de la temporada, con la buena venta publicitaria y el ingreso de venta de entradas final (más de 500 mil pesos) acomodaron en buena parte la balanza. Hoy Peñarol pone proa a la 05/06 estando cero a cero.

Mientras duraban los ecos de la temporada anterior, la dirigencia puso en marcha el plan “renovar y mejorar lo que se puede”. El equipo se armó hasta llegar a la confirmación de la frutilla del postre: el regreso de Joseph Bunn. El mejor goleador de la Liga Nacional de los últimos 15 años.

La noticia, desde que Pick and Roll la adelantó hace más de dos meses no pasó inadvertida para el pueblo milrayitas. Con solo una confirmación se produjo un verdadero aluvión de hinchas en busca de su abono.

La dirigencia dispuso diferentes precios con criterios de priorizar lo masivo. Así las rebatibles laterales tienen costos de 350/400 pesos (socio/no socio), las rebatibles detrás del aro 250/300, laterales numeradas 230/280. Luego más accesibles son las laterales altas sin ubicación 180/220 y finalmente las cabeceras altas sin ubicación 140/170. Todos los precios son por los 22 partidos de local, 7 de la primera fase y 15 de la segunda.

El único nubarrón que tapa el cielo despejado es la actualidad del equipo que tiene el entrenador lejos y nuevo asistente ya que Guillermo Narvarte irá con Sergio Hernández a República Dominicana y José Bonfiglio renunció a su cargo siendo reemplazado por Fernando Rivero. Narvarte volverá con su equipo el siete de septiembre y la Copa Argentina empezará el nueve (GELP es el posible rival).

De todos modos, salvo Bunn y Mariano Byró, el resto del grupo ya tiene un año de trabajo de ventaja. La dirigencia quiso premiar a Narvarte por sus “cualidades humanas” según expresó el directivo Mario Godoy a Pick and Roll y liberó al técnico para su primera experiencia con la selección mayor.

En Mar del Plata el básquetbol se instala en la vida de la gente y Peñarol es un claro fenómeno de popularidad. Con la llegada de otro fenómeno el axioma se multiplica, entonces la ilusión es como una bola de nieve que hecha a rodar.

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar